Spoiler: La doble moral de Digna en ‘Sueños de libertad’, avance capítulo 333, 20 de junio
En el capítulo 333 de Sueños de libertad, el drama estalla en todos los frentes, pero uno de los momentos más reveladores se produce cuando Digna vuelve a mostrar su ambigüedad moral. Aunque en el pasado ha condenado con severidad los secretos y mentiras ajenas, ahora decide salir en defensa de Pedro ante Irene, justificando sus acciones del pasado como actos de amor y protección, pese a haberle ocultado durante veinte años la existencia de su hija, Cristina. Esta postura genera tensión, pues Irene, dolida por la traición, no está dispuesta a aceptar una versión tan indulgente de los hechos. La conversación deja en evidencia cómo Digna, guiada por su necesidad de mantener la unidad familiar y preservar las apariencias, actúa con una ética selectiva: condena a unos mientras justifica a otros, según sus afectos o intereses.
Mientras tanto, la guerra entre Begoña y María se intensifica, con la primera enfrentándola directamente y jurando no permitir que destruya su relación con Andrés. María, lejos de intimidarse, se reafirma en su estrategia manipuladora, convencida de tener el control emocional de su marido. En paralelo, Gabriel de la Reina sigue ejecutando su plan para desestabilizar a la familia: tras ganarse la confianza de Irene y obtener valiosa información sobre el proyecto Cobeaga, aprovecha un apagón en la fábrica para infiltrarse en el despacho de Joaquín y revisar documentos clave que podrían hundir la empresa si caen en malas manos.
En otro punto de la historia, Damián y Tasio protagonizan un nuevo y desgarrador enfrentamiento. Tasio, herido por el trato desigual que recibe frente a Gabriel, expone el desprecio velado que su padre le profesa y lo acusa de usarlo como una pieza manipulable en privado, mientras lo relega en público. La tensión entre ambos alcanza su punto máximo cuando Tasio insinúa que su padre solo lo considera hijo cuando no hay testigos.
Pelayo también sigue su propio juego de poder, intentando convencer a Marta de acompañarlo a una cacería social clave para su ascenso político. A pesar de su resistencia inicial, ella acepta, consciente de que su rol como esposa decorativa puede ser determinante para los planes de su marido. Su decisión, sin embargo, refleja la resignación de una mujer atrapada en un matrimonio más estratégico que afectivo.

En la tienda de perfumes, Carmen vuelve a ser víctima de la manipulación emocional de su hermano Chema, quien tras perder su trabajo recurre al victimismo para obtener su apoyo. Carmen, movida por el amor fraternal, se compromete una vez más a sacarlo adelante, sin sospechar que él sigue aprovechándose de su buena voluntad.
Por otro lado, Gema sigue investigando la misteriosa noche en que Joaquín se desmayó, y todas sus sospechas apuntan hacia Irene. Aunque esta última niega cualquier implicación y se escuda en la enfermedad de su hija como coartada, Gema detecta señales de nerviosismo y empieza a convencerse de que la mujer oculta algo importante.
El capítulo culmina con una escena profundamente humana y devastadora: Luz confiesa entre lágrimas que aún no es médica y que ha estado mintiendo durante todo el tratamiento de Gema. Esta revelación sacude los cimientos de la relación entre ambas, dejando a Gema entre la traición y la compasión.
Mientras los personajes luchan con sus verdades ocultas, sus ambiciones y sus lealtades divididas, Sueños de libertad nos deja claro que la oscuridad que envuelve a los De la Reina no proviene solo de las tormentas externas, sino de los secretos que cada uno guarda y del precio que están dispuestos a pagar por mantener las apariencias.