⚠️ Spoiler | Pasar página… en ‘Sueños de libertad’, avance capítulo 337, 26 de junio: Gabriel encuentra su sitio…

En el próximo episodio de Sueños de libertad, que se emitirá el miércoles 26 de junio, los hilos del destino se tensan más que nunca en la colonia De la Reina. Con el calor estival como telón de fondo, se desatan juegos de poder, lealtades inciertas y decisiones que marcarán un antes y un después para varios personajes.

Pelayo se ve inmerso en una situación incómoda cuando se reúne con el diseñador Alonso Cobeaga en un lujoso restaurante. Lo que debería ser una conversación profesional sobre el talento de Luis se transforma en un sutil y tenso intercambio de insinuaciones personales por parte de Cobeaga. Las intenciones del diseñador no están del todo claras, y Pelayo camina una fina línea entre asegurar el contrato que puede salvar la empresa familiar y resistir a un juego de seducción no solicitado. La aparición repentina de Don Pedro, que observa la escena con mirada calculadora, añade un nuevo nivel de peligro: sospecha que los Merino podrían estar utilizando a Pelayo como cebo. Su intervención pública deja claro que las cartas están sobre la mesa… y que él también ha entrado en la partida.

Mientras tanto, Gabriel se consolida como la figura clave para el futuro de Perfumerías De la Reina. Tras una negociación delicada y astuta, logra evitar una demanda judicial que amenazaba con hundir la empresa. Su tío Damián lo celebra con entusiasmo, ajeno a las dudas cada vez más agudas de Don Pedro, quien no ve con buenos ojos a este joven abogado que ha llegado “demasiado perfecto y en el momento justo”. Gabriel, sin embargo, mantiene su fachada impecable y logra una victoria decisiva: Damián le ofrece quedarse permanentemente como abogado de la empresa. Su integración en el corazón del imperio está casi completa, aunque Don Pedro empieza a afilar sus sospechas.

En la planta alta de la mansión, María sigue atrapada en su tristeza, aislada emocionalmente y marcada por la culpa por haber traicionado a Gema. Raúl, impulsado por su cariño hacia ella, toma la arriesgada decisión de buscar a su antigua amiga. Aunque Gema está dolida, sus palabras consiguen ablandarla. A pesar de su orgullo, decide visitar a María. El reencuentro es doloroso pero necesario. Aunque no borra el pasado, reaviva una chispa de esperanza: su amistad, aunque herida, todavía respira.

En el laboratorio, una gran noticia llega para Luis: Alonso Cobeaga decide seguir adelante con su propuesta. El diseñador revela un episodio íntimo de su vida —un accidente que casi le cuesta la vida—, y eso crea un inesperado vínculo con Luis. Ambos comparten la misma búsqueda artística: encontrar belleza que trascienda. Lo que comenzó como una colaboración profesional se convierte en una conexión más profunda.

Por otro lado, Cristina empieza a cuestionar seriamente su relación con Beltrán. Él pretende convertirla en una esposa sumisa y alejada del trabajo, algo que la ahoga cada vez más. Irene, siempre sabia, la aconseja con firmeza: el amor no debe ser una cárcel. Sus palabras llevan a Cristina a replantearse todo lo que desea para su futuro.

La jornada también deja espacio para celebraciones. En casa de los Merino, Luz regresa tras su exigente examen y es recibida con una cena sorpresa. La familia, unida y orgullosa, la arropa y la anima a confiar en sí misma. En contraste, en casa de los De la Reina, el brindis por los logros de Gabriel se tiñe de tensión cuando Don Pedro y él intercambian una conversación cargada de desconfianza y desafío. Gabriel no se achanta, y su firmeza desconcierta tanto como alarma al empresario.

Finalmente, en la colonia obrera, Raúl se ve forzado a compartir cuarto con Chema, el nuevo trabajador andaluz cuyo carácter descarado y comentarios machistas auguran conflictos. Cuando Chema hace insinuaciones sobre Claudia, Raúl no duda en dejarle claras sus intenciones de protegerla, marcando el inicio de una convivencia explosiva.

El episodio termina con una calma aparente, pero bajo la superficie, las tensiones crecen. Gabriel ha avanzado casillas importantes en su partida personal. María ha recuperado un lazo que creía roto. Pero en las sombras, Don Pedro observa, cada vez más dispuesto a desvelar los verdaderos motivos del joven abogado que ha llegado para cambiarlo todo. La noche cae, pero no la incertidumbre.