⚠️ SPOILER – “Yo no soy Jesús” en Sueños de Libertad (Capítulo 339, avance del 30 de junio)
En el episodio 339 de Sueños de Libertad, la aparente calma que envuelve a la colonia De la Reina se ve desmentida por una jornada cargada de revelaciones, confrontaciones y amenazas que cambiarán el curso de muchas relaciones. La familia, el poder y las traiciones se entrelazan en un día que promete marcar un antes y un después.
María se convierte en el centro de una tensa partida de ajedrez. Todo comienza cuando Gabriel, su primo, la aborda con la excusa de conversar sobre su futuro en la empresa. Con un tono cordial, le pide su voto en la próxima junta directiva. María, incómoda, se limita a contestar con evasivas diplomáticas, asegurando que necesita tiempo para reflexionar. Pero no sabe que está cometiendo un grave error.
Gabriel, siempre astuto, no se deja engañar por su respuesta ambigua y decide seguirla. La escucha en secreto mientras María llama por teléfono a su padre, Don Pedro, para advertirle de los movimientos estratégicos de Gabriel. Sin saber que está siendo escuchada, revela que su primo está buscando apoyos para asegurarse la votación. Esa llamada se convierte en su sentencia.
Horas más tarde, Gabriel la enfrenta en el jardín. Ya no hay cordialidad, ni disfraces. En un tono gélido y autoritario, le hace saber que ha descubierto su traición. Ha escuchado todo. Y ahora, no va a pedir su voto: va a exigirlo. La amenaza es clara. Si no lo apoya en la junta, revelará su doble juego a Damián, su tío, quien hasta ahora la ha considerado parte leal de la familia.
Acorralada, María no tiene más opción que ceder. Acepta votar a su favor, pero le lanza una advertencia que revela su rabia contenida: le recuerda que otros también creyeron tenerlo todo controlado, como Jesús, y que acabaron destruidos. Gabriel, impasible, solo responde con una frase que helará la sangre de los espectadores: “Yo no soy Jesús.”
Mientras tanto, en los despachos de la empresa familiar, Damián intenta consolidar el ascenso de Gabriel. Sabe que Don Pedro se opone tajantemente, por lo que decide someter la propuesta a votación. Necesita aliados, y sabe que los votos clave serán los de su hijo Tasio y de la propia María. El encuentro entre Damián y Tasio está cargado de tensiones pasadas. Tasio, dolido por años de desprecio y ausencia de reconocimiento, enfrenta a su padre con resentimiento. Sin embargo, a pesar de todo, reconoce la competencia de Gabriel y accede a votar a su favor, dejando claro que lo hace por el bien de la empresa, no por reconciliación familiar.
En otro rincón de la historia, Marta y Pelayo lidian con una amenaza distinta. Don Pedro los ha puesto bajo la lupa tras percibir una conexión demasiado cercana entre Pelayo y Cobeaga, el empresario con el que cerraron un importante acuerdo. Marta siente que Don Pedro no solo sospecha de una irregularidad profesional, sino de algo más profundo y peligroso: la orientación sexual de Pelayo. En la España de la época, un descubrimiento así podría destruirlos.
Por otro lado, la historia de Chema aporta un momento más ligero. Fingiendo una lesión, logra convencer a su hermana Carmen para quedarse unos días más en casa. Ella, rápida, convierte su excusa en una estrategia para protegerlo y manipular a Tasio. Este, a regañadientes, acepta, sabiendo que la presencia de su cuñado solo aumentará la tensión en el hogar.
En el plano emocional, Begoña acude al dispensario en busca de consuelo. Frente a Luz, se derrumba. Siente que vive rodeada de sombras: Jesús la observa con rencor, Damián la juzga en silencio y Andrés, el hombre que ama, está emocionalmente ausente. Luz, con sabiduría y ternura, le sugiere que tal vez ha llegado el momento de soltar, de dejar de luchar por un amor que solo le causa dolor. Begoña se enfrenta entonces a una decisión desgarradora: seguir aferrada a un sueño o buscar la paz consigo misma.
En la casa Merino, Joaquín protagoniza un nuevo enfrentamiento con su familia. Se niega a asistir a una cena que su madre, Digna, ha organizado para promover la reconciliación. Está convencido de que los De la Reina ocultan secretos peligrosos, y su obsesión por descubrir la verdad lo enfrenta con su hermano Luis y su esposa Gema. Aunque todos intentan calmarlo, él está decidido a continuar con sus investigaciones, incluso si eso implica romper definitivamente con los suyos.
Mientras tanto, Fina y Claudia protagonizan uno de los momentos más esperanzadores del capítulo. Fina muestra sus fotografías, y Claudia, impresionada, la anima a creer en su talento artístico. La posibilidad de una exposición en el economato se presenta como un nuevo horizonte para Fina, que comienza a imaginarse a sí misma más allá del mostrador, como una artista capaz de contar historias con su cámara.
El episodio cierra con una atmósfera tensa. El chantaje de Gabriel marca un punto de no retorno en su relación con María. Ella ha perdido una batalla, pero no está dispuesta a rendirse. Su mirada al final, llena de odio y determinación, anuncia que la guerra entre ambos apenas comienza.
El capítulo 339 de Sueños de Libertad nos deja ante un tablero donde cada jugada es una amenaza, cada alianza una traición potencial y cada silencio, un campo minado. La paz es solo una fachada, y bajo ella se esconde un conflicto que amenaza con estallar… muy pronto.