⚠️ SPOILER — “LA PROMESA”: CATALINA Y ADRIANO LO PIERDEN TODO – AVANCE Y RESUMEN

En los últimos capítulos de La Promesa, los conflictos familiares, las intrigas políticas y las traiciones personales alcanzan un nuevo punto de ebullición, llevando a varios personajes al límite. El esperado compromiso entre Catalina y Adriano, que parecía consolidarse tras recibir la aprobación de Alonso, se ve abruptamente truncado. En un giro inesperado, el marqués cambia de parecer y prohíbe el matrimonio, alegando que podría perjudicar a Leocadia, dejando a Catalina devastada y sin posibilidad de réplica.

Mientras tanto, las tensiones se acumulan en todos los frentes. Curro y Pía avanzan en su investigación sobre la implicación de Lorenzo en la muerte de Dolores, conscientes de que están caminando sobre terreno peligroso. Lorenzo, por su parte, vive con el temor creciente de un “regalo” anunciado por Ayala, que más que una cortesía parece esconder una amenaza velada.

En la planta de servicio, los conflictos personales también afloran. Petra continúa manipulando a su entorno para consolidar su influencia y logra ganarse la confianza de Alicia. Además, investiga las tareas que realizaba Ana, buscando asignárselas a una amiga, lo que demuestra su intención de ampliar su poder en la casa. Emilia, harta de las constantes tensiones entre Simona y Toño, decide intervenir directamente en su deteriorada relación. La distancia entre ella y Rómulo también comienza a ser evidente, generando rumores entre el personal.

Por otra parte, la llegada inesperada de Eugenia al palacio sorprende a todos. Su frágil estado de salud obliga a la familia a tomar medidas excepcionales: ocultarle la verdad sobre los eventos recientes y, como consecuencia temporal, devolverle a Curro su estatus de señorito. Esta fachada busca protegerla, pero también podría ofrecer a Curro una nueva oportunidad para cambiar su rumbo dentro de la familia.

En el plano económico, Manuel y Toño enfrentan una dura realidad: los números no cuadran y sus sueños empresariales corren serio peligro por falta de recursos. La situación se complica cada vez más, en un entorno donde las prioridades familiares y las tensiones sociales hacen que cualquier proyecto personal parezca inalcanzable.

Como telón de fondo, la figura de Ayala se vuelve cada vez más amenazante. El esperado “regalo” enviado a Lorenzo resulta ser un ultimátum encubierto, lo que confirma que se avecinan tiempos aún más oscuros en el palacio.

En definitiva, la situación en La Promesa se deteriora por momentos. La felicidad de Catalina se ve arrasada por las decisiones de su padre, Curro navega en un mar de secretos para proteger a Eugenia, y el resto de los personajes lidian con traiciones, manipulación y verdades a punto de salir a la luz. Porque en este universo, nadie está a salvo y la calma siempre es solo aparente.