⚠️ SPOILER ⚠️ – AVANCE DE “UNA NUEVA VIDA”, ANTENA 3 ESPAÑA – CAPÍTULO 70 | FERIT LE DICE A SEYRAN: “¿Y SI NO ME CASO…?”

El capítulo 70 comienza con tensión en la mansión, donde Alice intenta calmar los ánimos diciendo que juntos serán más fuertes. Sin embargo, Ijyas irrumpe y prohíbe tajantemente que su nieta se case con un hombre marcado por los conflictos con su exesposa, llevándose a Dillar sin dar espacio a réplicas. La atmósfera se torna aún más tensa cuando Abidin intenta intervenir, pero Kazim y Seiran lo frenan: no es el momento.

Las emociones escalan cuando Ferit y Abidin discuten, mientras Ema intenta evitar una tragedia preocupada por el bebé. Suna saca a Abidin y Atice le confiesa a Ifat que aún no ha revelado a Alice toda la verdad. Seiran, enfrentada a la realidad, admite que Ijyas tiene razón, pero también reconoce el dolor que provoca. Ferit, desesperado, jura que no perderá a Dillar ni a Seiran, y que enfrentará al causante de sus problemas.

En una conversación amarga, Seiran le lanza una frase punzante: “Entonces te casarás con Dillar y serás feliz”. Ferit, confundido, le recuerda que ella misma le pidió no casarse. Ella responde que era antes de conocer a Dillar. Justo entonces, llega el médico y el encuentro visual entre Seiran y Ferit evidencia la tensión no resuelta.

En la casa de Dillar, ella expresa su miedo: Seiran corre peligro y debe permanecer en la mansión. Su abuelo insiste en que no permitirá la boda. Ferit llama con determinación: hablará con el abuelo personalmente. Mientras tanto, Abidin le confiesa a Suna su deseo de desestabilizar a los Coran. Suna teme que su familia nunca tenga paz.

Seiran llama a Suna y le dice que no puede seguir en la mansión. A pesar de las advertencias, ella decide hablar con Ferit. Al mismo tiempo, Orhan revela que la TIF fue responsable de la muerte de la familia de Abidin. Ferit se alivia al saber que su abuelo solo quiso asustarlos, pero sabe que la furia de Abidin no será fácil de calmar.

Más adelante, Ferit se entera del regreso de Aila y Muntaz. Enfrenta a Aila por Sinan. Ella asume la culpa de todo lo sucedido y le pide no culpar a Sinan. Ferit, escéptico, acepta con condiciones. La situación se torna aún más urgente cuando se revela que Sinan está furioso por la permanencia de Seiran en la mansión.

Seiran enfrenta a Ijyas: defiende a Ferit y dice que ama a Dillar. La abuela la cuestiona, pero Seiran deja claro que no defiende a Ferit por amor, sino porque sabe que él ama sinceramente. Poco después, Seiran, en un taxi, se da cuenta de que alguien la sigue. Cree que puede ser Sinan y llama asustada a Ferit. Él reacciona de inmediato y la rescata.

En un momento íntimo y decisivo, Seiran le revela que salió para hablar con el abuelo de Dillar, porque no quería que él la perdiera. Ferit, conmovido, la abraza con fuerza. Dillar pregunta si irán a la cena de Alisaga. Ijyas duda, pero reconsidera tras recordar las palabras de Seiran.

Más tarde, Ferit se alarma al creer que Seiran se lanzó a la piscina, pero al entrar, la ve duchándose. Ella bromea sobre haber aprendido a nadar. El ambiente se vuelve tenso y cargado de deseo. Cuando están a punto de besarse, un sonido externo los interrumpe.

Ya en su habitación, descubren una caja con un camisón que Ferit reconoce: Sinan lo había comprado. Se alarman al saber que alguien lo dejó allí en su ausencia. La tensión aumenta: Sinan ha estado en la mansión. Esa noche, Seiran le promete a su madre no hacer nada que lastime a Dillar. Esma le recuerda que un nuevo ser está por llegar, y que su hermano la necesitará.

Por su parte, Ferit informa a Dillar sobre las acciones de Sinan. Mientras, Suna enfrenta a Atice y le exige cumplir sus promesas. La mansión, revela Atice, pertenece a Seiran. Si quiere ayudar a su hermana, deberá sacrificarse.

Durante la cena, Ferit se prepara para bajar. Seiran lo observa en silencio. Le reclama que no la deja ir, pero también le duele ver a Dillar infeliz. Ferit, entonces, lanza la pregunta clave: “¿Y si no me caso?”. Seiran se queda sin palabras. Ferit insiste: “¿Volverías a ser mía?”. Justo antes de que ella pueda responder, Gulbun entra y se lleva a Ferit con Dillar.

Seiran se queda temblando. Cuando Ferit está por irse, ella murmura apenas audible: “Sí… seré tuya otra vez”.