⚠️ SPOILER | ERAN AMANTES Y ESTE ES SU MAYOR CRIMEN CONTRA EUGENIA || CRÓNICAS de #lapromesa #series – YouTube
En el universo de La Promesa, las piezas comienzan a encajar con la sorprendente reaparición de Eugenia Izquierdo, cuya recuperación milagrosa —gracias a los avances médicos y al conde de Ayala— ha dejado a todos desconcertados. A pesar de que los doctores aseguraban que su estado era irreversible, Eugenia regresa al palacio, desatando una serie de reacciones inesperadas entre los personajes más oscuros de la historia.
Gustav, como siempre puntual con sus relatos aunque no haya episodio nuevo, nos lleva de la mano por los secretos más turbios del pasado de Eugenia. Nos recuerda cómo su esposo, el Capitán de la Mata, la maltrató brutalmente hasta llegar a empujarla por las escaleras. Estos abusos constantes, sumados al plan siniestro para quedarse con el hijo de Dolores —tras su asesinato— fueron demasiado para la estabilidad mental de Eugenia. Entre la culpa y la pena, su salud se fue deteriorando, lo que aprovechó su entorno para encerrarla en un sanatorio durante años.
Pero, ¿por qué tanto miedo ahora que Eugenia ha vuelto? La respuesta parece estar en los secretos que comparten Leocadia de Figueroa y el Capitán de la Mata. Se sabe que hace años, Leocadia y Lorenzo (el Capitán) fueron amantes. Esta relación prohibida, intensa y peligrosa se desarrolló a espaldas de Eugenia, que era una piedra en el zapato para ambos. Leocadia, fría y calculadora, junto a Lorenzo, idearon el ingreso de Eugenia en el sanatorio, usando los métodos “tradicionales” de la casa: una dosis constante de láudano para tenerla sedada e incapaz de razonar.
Años después, el regreso de Eugenia pone nerviosos a todos, especialmente a Leocadia, que no quiere que su hija Ángela se cruce con ella. ¿Por qué? Porque Eugenia podría reconocer en la joven el reflejo de una Leocadia más joven, lo que haría saltar las alarmas y podría destapar secretos que muchos desean mantener enterrados. La actitud evasiva de Leocadia y sus intentos de convencer al Marqués Alonso de que Eugenia debería volver al sanatorio no son casuales. Ella sabe que Eugenia podría recordar o, peor aún, hablar.
Eugenia, por su parte, comienza a recuperar lentamente su lucidez. Esto se nota cuando Hann, en una visita anterior al palacio, le redujo el láudano y Eugenia comenzó a hablar con más coherencia. Este gesto, pequeño pero significativo, demuestra que nunca estuvo completamente perdida, solo dopada hasta la anulación total. Y si alguien tuvo un interés especial en mantenerla así fue Lorenzo, que con Eugenia fuera del camino, tuvo libertad total para manipular a su antojo.
Una escena clave es cuando Eugenia, confundida, cree ver a Dolores y le pide perdón por haberle quitado a su hijo. Esto confirma que, aunque no haya sido la mente criminal detrás del asesinato de Dolores, Eugenia ha cargado con esa culpa silenciosa, lo cual la terminó de quebrar. Pero ahora, con su mente más clara, podría hablar… y eso aterra tanto a Lorenzo como a Leocadia.
Además, se insinúa que Cruz, la hermana de Eugenia, tampoco se opuso demasiado a su ingreso en el sanatorio, aceptando que estaría mejor allí. Pero en realidad, todos la abandonaron, tratándola como una carga que era más fácil esconder que enfrentar.
La narrativa apunta hacia una inminente confrontación. Eugenia, con su renovada fuerza, está lista para quedarse en La Promesa y plantar cara a quienes la traicionaron. Y quizás lo más importante: está dispuesta a proteger a su hijo Curro, quien también sufre por culpa de Leocadia. Aunque muchos intenten desacreditarla apelando a su pasado mental, todo parece indicar que Eugenia está de vuelta… y con sed de justicia.
Gustav nos adelanta que hay más por descubrir: ¿cómo logró Leocadia hacerse con tanto poder dentro del palacio? ¿Qué papel exacto jugó en el encierro de Eugenia? ¿Y qué secretos aún guarda sobre Dolores y su hijo?
El regreso de Eugenia marca el inicio de una nueva etapa en la serie, donde viejas heridas se abrirán y los culpables ya no podrán esconderse tras la locura ajena. Todo apunta a que la batalla entre Eugenia y Leocadia apenas comienza.