🔴 AVANCE DE UNA NUEVA VIDA, ANTENA 3 ESPAÑA, CAPÍTULO 72 – “SUNA YA NO PUEDE MÁS: ¡QUIERO EL DIVORCIO!” | SPOILER 💔

Este impactante episodio comienza con una escena de alta tensión entre Suna y Abidin. Él explota al saber que les asignaron la habitación de Latif, interpretándolo como una provocación, pero ella, agotada y firme, lo mira directo a los ojos y le lanza una bomba emocional:
“Quiero el divorcio”.
Harta de vivir bajo la sombra de su ira, Suna le da un ultimátum: o se van juntos, o ella se irá sola. Sin esperar respuesta, abandona la habitación ahogada en lágrimas, buscando consuelo con la tía Atice.

Allí, le confiesa que su decisión es definitiva. Atice intenta mediar y le recuerda que Alice le permitió quedarse con Abidin, e incluso le pide ayuda para convencer a su madre de no marcharse también.

Mientras tanto, en otro rincón de la casa, Seiran y Ferit tienen un fuerte enfrentamiento. Ella le reclama por su egoísmo, acusándolo de alterar todo a su paso sin pensar en las consecuencias. Ferit, con sarcasmo, le responde que ahora que ha regresado tras dos años, cree que puede quedarse con lo que quiera. Pero Seiran se mantiene firme:
“Mientras ese anillo siga en tu dedo, para mí no existes”.

Ferit, tocado por sus palabras, sale en silencio y llama a su madre. Le informa que visitará a Dillar para cerrar ese capítulo. “La lastimé. Y también a Seiran. Debo terminar esto”, dice con una voz apagada.

En otro momento íntimo, Esme conversa con Suna sobre irse cuando Atice mejore. Suna, dolida, le pregunta si acaso no es también su hija, señalando lo sola que se siente en medio de su crisis matrimonial. Luego, vuelve a encontrarse con Abidin, quien confiesa que su enojo ha menguado, pero no el dolor.
“Puedo soportarlo todo, menos perderte”, le dice. Ella lo anima a dejar atrás el pasado familiar y no permitir que eso arruine lo que tienen ahora.

Más adelante, Suna consuela a Seiran, quien revela que Ferit ha vuelto con Dillar. Suna le aconseja no permitir ambigüedades: si él no la elige, debe alejarse para no seguir sufriendo.

Ferit, por su parte, visita a Dillar, quien lo recibe con cansancio. Ella le suplica que no repita las mismas excusas. Ferit, serio, no pide perdón: solo confirma que ha venido para terminar la relación. Dillar, con lágrimas en los ojos, confiesa sus celos e inseguridades. Aun así, promete cambiar para no perderlo.

En otra escena cargada de emoción, Suna le cuenta a Seiran que Abidin está dispuesto a pedir disculpas a Alisaga, pero está esperando el momento adecuado. Seiran, conmovida, admite que le hablará a Ferit como ella sugirió, pero le pide a Suna algo muy humano:
“Si él no me elige… ¿llorarás conmigo?”
Suna le toma las manos y responde:
“Espero que no tengamos que llorar”.

En ese instante, Ferit aparece y lanza la sentencia:
“Hice las paces con Dillar”.
Seiran lo mira con dolor contenido y le dice que ya no necesita que elija: ella ya ha tomado su decisión. “Mi madre tenía razón. Me voy”. Ferit intenta detenerla, pero Seiran, con dignidad, le deja claro que no tolerará una relación a medias:
“Si quieres mirarme, solo me mirarás a mí”.

Ferit, derrotado pero aún esperanzado, le confiesa que fue a ver a Dillar no para disculparse, sino para terminar. Sin embargo, Dillar le rogó que no la dejara. Seiran le lanza una última advertencia:
“Esta relación no terminará mientras sigas teniendo miedo. Sé valiente, como yo.”

Mientras tanto, Gulgun y Ferit mantienen una charla crucial. Ella le exige sinceridad: ¿qué siente realmente? Ferit baja la cabeza y responde con una verdad que lo desarma:
“No puedo seguir con Dillar… porque solo pienso en Seiran”.
Gulgun, sabia, le aconseja que el amor verdadero es con quien quieres recorrer toda la vida. Le exige una decisión definitiva.

Finalmente, en la habitación de Ferit, la tensión se hace insoportable. Él le recuerda a Seiran que fue ella quien le pidió no casarse, que ella confesó amarlo. Seiran lo enfrenta con valentía:
“Sí, te lo dije. Porque yo no soy una cobarde como tú”.

En un momento cargado de emociones no contenidas, Seiran lo desafía:
“¿Cuántas noches me observaste? O mejor… ¿hubo alguna noche que no lo hicieras?”
Ferit, atrapado por sus palabras, siente cómo el tiempo se detiene.
Seiran concluye con una frase demoledora:
“Si te hubieras rendido conmigo, ya me habría ido. Yo soy para ti lo que tú eres para mí. O tal vez… más.”

Y entonces, con una mezcla de amor, desesperación y entrega, Ferit se quita el anillo y lo deja caer al suelo. La besa con una intensidad que lo dice todo.