ANTICIPAZIONI LA PROMESSA 3 MAGGIO – ¡CRUZ Y ALONSO AL BORDE DEL COLAPSO: EL ACCIDENTE QUE LO CAMBIA TODO!
En La Promesa, las certezas se desmoronan tan rápido como los muros del propio palacio. Cuando todo parece bajo control, el destino golpea sin aviso. Eugenia, desaparecida durante años y dada por muerta, reaparece de forma inesperada, alterando por completo la rutina y el equilibrio de todos. Su llegada no solo remueve recuerdos: es una bomba emocional que estalla en el corazón de la familia Luján.
Su regreso no pasa desapercibido. Lorenzo se descompone por dentro, pero no es el único. La presencia de Eugenia afecta a la servidumbre, a la nobleza, incluso al propio aire que se respira en el palacio. Ya no es un eco del pasado: es una amenaza viva, respaldada por un poderoso aliado como el conde de Ayala.
Aunque se muestra frágil, Eugenia esconde más de lo que deja ver. Su equipaje no solo lleva ropa: está lleno de secretos, algunos tan peligrosos que podrían hundir a toda la familia. Y mientras todos intentan descubrir sus intenciones, ella se mueve con una inquietante calma, como quien ya tiene todo fríamente calculado.
Ante el temor de que descubra verdades enterradas, los Luján deciden actuar. No para protegerla, sino para protegerse de ella. Su mayor preocupación: que sepa que Curro ya no es el heredero noble que fue. Ahora solo es un sirviente marcado por la desgracia. Para mantener las apariencias, lo transforman de nuevo, le devuelven su antiguo título, lo disfrazan… todo para mantener la mentira.
Pero Curro lo sabe. Cada gesto que ofrece, cada palabra que pronuncia, es parte de una farsa. Aun así, accede por lealtad, por un sentido del deber, por esa promesa silenciosa de cuidar lo que queda de su hogar, incluso si eso lo destroza por dentro. El personal lo observa en silencio: algunos con compasión, otros con desprecio. Pero todos cooperan, sabiendo que una sola grieta podría hacer caer todo.
Y entonces surge la gran incógnita: ¿cuánto tiempo puede sostenerse esta ficción? Eugenia camina como si el tiempo no hubiese pasado, como si el palacio aún le perteneciera. Pero detrás de cada sonrisa, su mente está en movimiento: observa, recuerda, ata cabos… y quizás, sospecha.
En otro rincón del drama, Manuel y Toño no se rinden. Su sueño: diseñar motores de avión. No es solo una meta técnica, sino una esperanza, una forma de rehacer sus vidas y ofrecer un futuro más libre y justo. Manuel pone la pasión, Toño la habilidad. Pero los obstáculos son enormes: maquinaria, materiales, personal cualificado… y deudas, muchas deudas.
Vender parte del palacio sería como perder una parte del alma. Pedir un préstamo parece imposible: ¿quién arriesgaría tanto por una idea tan ambiciosa? Aun así, Manuel sigue firme, impulsado por una promesa silenciosa hecha a Jana, por su amor y por todo lo que significó su sacrificio. No puede fallarle ahora.
Mientras tanto, la tensión aumenta entre Cruz y Alonso. Un accidente inesperado lo cambia todo. Las emociones estallan, los reproches salen a la superficie. La relación entre ambos se tensa como nunca antes. El choque no es solo físico, sino emocional: una grieta profunda que podría separarlos definitivamente. Y aunque Alonso se aferra a la tradición, a las normas y al deber, hay decisiones que ya no puede controlar.
Catalina, su hija, se enfrenta a él. Ama a Adriano, y no piensa renunciar, ni siquiera por complacer a un padre que nunca ha entendido qué significa ser feliz. Alonso no confía en Adriano, lo deja claro con cada mirada, cada palabra contenida. Pero Catalina está decidida. Y Adriano, aunque parece perfecto, es una incógnita que aún no ha mostrado todas sus cartas.
Mientras los dramas familiares hierven arriba, abajo, entre los sirvientes, el ambiente no es menos tenso. Los rumores corren como pólvora. Romulo empieza a mirar a Emilia de otra manera. Quizá él ni lo note, pero ella sí… y todos también. ¿Es ternura? ¿Amor? ¿O el inicio de un escándalo? En La Promesa, cualquier gesto inocente puede convertirse en tormenta.
Y entre las sombras, Eugenia sigue avanzando como una figura espectral. Todos la tratan con cortesía, pero lo que realmente sienten es miedo. Ella observa como si lo supiera todo. ¿Y si en realidad lo sabe? ¿Y si su regreso fue un acto premeditado? Un golpe quirúrgico, calculado al milímetro, para ajustar cuentas pendientes.
El ambiente se vuelve cada vez más denso. La tensión crece. Las máscaras están a punto de caer. Y con ellas, caerán también las mentiras. Alguien será descubierto. Alguien lo perderá todo. Y quizá alguien no sobreviva para contarlo.
Porque en La Promesa, nada permanece oculto para siempre.
¿Quién será el siguiente en romper la promesa?