‘La Promesa’, avance del capítulo 588 (lunes, 5 de mayo): ¡Manuel, Eugenia y el oro del sargento!
⚠️ SPOILER ⚠️
En el capítulo 588, los muros de La Promesa vuelven a temblar con la inminente llegada del juicio contra doña Cruz, cuyo nombre resurge como una sombra inquietante sobre el palacio. La tensión se palpa en cada rincón: la armonía se rompe, los lazos se tensan, y los secretos largamente enterrados comienzan a emerger.
El inesperado regreso de Eugenia, hermana del Marqués, reaviva viejas heridas y desafía el dominio que Leocadia ha construido en ausencia de Cruz. Su sola presencia sacude el delicado equilibrio del poder. Al descubrir que Leocadia se ha instalado en la habitación personal de Cruz, Eugenia no puede contener su indignación y declara la guerra de forma sutil pero directa. El primer enfrentamiento entre ambas ocurre en el comedor, donde las palabras filosas de Eugenia dejan claro que no está dispuesta a tolerar la usurpación del legado de su cuñada.
Mientras tanto, Curro vive desgarrado entre su rol como heredero noble y su verdadera identidad, marcada por el dolor de la pérdida de su hermana Jana. Su alianza con Pía, centrada en desentrañar la verdad sobre la misteriosa muerte de Jana, lo arrastra a un terreno cada vez más peligroso. A esto se suma su creciente vínculo con Martina, cuya cercanía con él genera celos explosivos en Jacobo, su prometido, quien ve la relación como una amenaza tanto personal como de clase.
La llegada del sargento Burdina intensifica aún más el clima de intriga. Su visita, lejos de ser rutinaria, trae consigo una bolsa con dinero para Manuel, destinada a su proyecto aeronáutico, y un mensaje clave: el juicio contra Cruz ya tiene fecha. Este acontecimiento no solo podría redefinir el destino de la Marquesa, sino también el reparto de poder en La Promesa. Burdina se asegura de entregar personalmente la noticia al Marqués y a Leocadia, consciente de que esta información es dinamita pura.
En este contexto convulso, Manuel ve en el dinero recibido una esperanza para sus sueños, pero el anuncio del juicio despierta una inquietud que lo remueve profundamente. El silencio en la sala donde se comunica la fecha del juicio es tan denso como el miedo que se instala en cada mirada.
Por otro lado, Petra, la siempre rígida ama de llaves, comienza a mostrar una nueva faceta. Impulsada por un deseo de redención, intenta ayudar a Alicia, una joven del refugio, ofreciéndole una oportunidad laboral en la panadería del palacio. Aunque su gesto es recibido con escepticismo por algunos, representa el primer paso visible de un cambio auténtico en su carácter, despertando compasión y respeto entre los criados.
En los aposentos de Catalina y Adriano, donde reina una frágil felicidad tras el nacimiento de su hijo, también llega la tormenta. Leocadia irrumpe sin invitación, cuestionando el carácter secreto de su matrimonio. Bajo una aparente preocupación por el futuro del niño, en realidad busca reafirmar su control en los asuntos familiares. Adriano intenta poner límites, pero la presión de Leocadia es constante y calculadora: nada en La Promesa escapa a su necesidad de poder.
Eugenia, cada vez más atenta a los movimientos de Curro, empieza a notar algo discordante en su comportamiento: sus maneras, sus preferencias, su cercanía con el personal de servicio. Sospecha, observa, y finalmente concluye con dolor que Curro ha dejado de lado su papel aristocrático. Para ella, esto es más que una decepción: es una amenaza a la pureza del linaje familiar. La tensión entre ambos se vislumbra como otra confrontación inevitable.
Los lazos emocionales entre Martina y Curro se intensifican, llenos de complicidad y vulnerabilidad compartida, mientras que Jacobo, herido en su orgullo y status, se convierte en un vigilante silencioso, cada vez más peligrosamente celoso. Curro, atrapado entre su investigación secreta, la presión familiar y su creciente afecto por Martina, empieza a tambalearse.
Los sirvientes también sienten el cambio de clima. Los rumores sobre Petra y Alicia, las tensiones entre Eugenia y Leocadia, y el incierto juicio de Cruz alimentan un ambiente cada vez más opresivo. Cada pasillo, cada conversación a media voz, refleja un palacio al borde del estallido.
El capítulo cierra con una reflexión profunda: todos los habitantes de La Promesa están siendo puestos a prueba. Ya no se trata solo del juicio legal de Cruz, sino del juicio moral y emocional de cada uno. Las máscaras comienzan a caer, y los hilos del destino —tejidos con secretos, alianzas y pasiones prohibidas— están a punto de romperse o anudarse para siempre.
📺 Capítulo 588: “Ecos del pasado y sombras del futuro”
Este lunes 5 de mayo, La Promesa se adentra en un episodio decisivo, donde cada palabra y cada gesto puede sellar destinos. No será solo Cruz quien enfrente la justicia: todos en el palacio serán juzgados por lo que han hecho… o han callado.
