LEOCADIA SORPRENDIDA POR EUGENIA, NO SABE CÓMO REACCIONAR Y PASA ESTO || CRÓNICAS #lapromesa #series
El equilibrio de poder en el Palacio de los Luján acaba de sufrir un vuelco inesperado. Cuando Leocadia pensaba que su posición estaba consolidada y su influencia intacta, una presencia del pasado vuelve con fuerza para desestabilizarlo todo: Eugenia Izquierdo, la hermana de Cruz, aparece ante ella en una escena que cambiará radicalmente el rumbo de los acontecimientos. La sorpresa es total, la tensión palpable, y Leocadia, por primera vez en mucho tiempo, no sabe cómo reaccionar.
Todo comienza con un momento de aparente calma. Leocadia, cómodamente instalada en los aposentos que alguna vez pertenecieron a Cruz, disfruta de su posición de poder. Mientras está recostada, esperando que su hija le lleve la merienda, la puerta se abre. Pero no es Ángela quien entra. Es Eugenia, caminando, despierta, fuerte… viva. La cara de Leocadia se transforma en un poema de asombro y descoloque. La mujer que creía anulada y lejos del juego político ha vuelto y lo ha hecho con más determinación que nunca.
Eugenia no ha regresado desorientada, ni mucho menos ingenua. Aunque en apariencia mantiene una actitud pasiva, está más informada de lo que todos creen. Desde que salió del sanatorio gracias a Ignacio de Ayala, ha sido puesta al tanto de todo lo que ha ocurrido en su ausencia: la caída de Cruz, su encarcelamiento, los secretos sobre Hann y la creciente influencia de Leocadia. Pero Eugenia juega con inteligencia. Finge desconocerlo todo, se presenta como una mujer aún frágil, sin levantar sospechas. Sin embargo, en realidad, va un paso por delante de todos.
Desde su llegada, ha puesto en alerta a los principales personajes del palacio. La tensión entre ella y Leocadia promete convertirse en un eje fundamental de los próximos capítulos. Eugenia no se dejará amedrentar y su sola presencia es una amenaza para la señora Figueroa, quien ha disfrutado de un poder casi absoluto desde que Cruz fue apartada. Ahora, con Eugenia instalada en el palacio, las piezas vuelven a moverse y la balanza de poder podría empezar a inclinarse.
Leocadia, que llegó al palacio con una misión de venganza, logró desbancar a Cruz mediante maniobras calculadas y astutas. Se presentó como una víctima resucitada, amenazó con secretos del pasado y rápidamente fue ganando terreno, incluso durmiendo en la habitación que antes pertenecía a Cruz. Pero su plan perfecto ahora enfrenta un obstáculo imprevisto: Eugenia. La frialdad con la que esta aparece, sin mostrar su verdadero conocimiento, inquieta a Leocadia profundamente.
Mientras tanto, el marqués Alonso de Luján también empieza a sentir la presión. Su debilidad de carácter ha facilitado que Leocadia lo manipule hasta ahora. Pero la presencia de Eugenia promete trastocar ese control. Eugenia no tarda en comenzar a pedir explicaciones sobre las decisiones tomadas en su ausencia, especialmente en lo que respecta a su hijo Curro.
Y es que uno de los principales motivos del regreso de Eugenia es precisamente Curro. A medida que va entendiendo la situación en la que se encuentra su hijo —forzado a vivir una doble vida como sirviente para ocultar su verdadera identidad—, su instinto maternal se activa. La indignación no tardará en llegar. Eugenia exigirá respuestas a Alonso y no se quedará de brazos cruzados ante el dolor y la humillación que su hijo ha vivido.
Este nuevo escenario introduce un cambio radical en la dinámica del palacio. Hasta ahora, los personajes del “lado oscuro”, como Leocadia, Petra y el capitán Lorenzo de la Mata, actuaban con casi total impunidad. Pero la llegada de Eugenia introduce un contrapeso, una figura que representa —al menos por ahora— una posible vertiente del bien. No se trata de una heroína perfecta, pero su sufrimiento pasado y su deseo de reparar lo que ha estado mal la posicionan como una aliada inesperada de los más vulnerables.
Leocadia, sin embargo, no piensa ceder terreno sin luchar. Su objetivo de controlar el palacio no ha cambiado, y para ello ha intentado ganarse incluso al marqués, aprovechando su fragilidad emocional. Pero su poder ya no es incuestionable. Eugenia ha llegado para quedarse y su habilidad para disfrazar sus verdaderas intenciones la convierte en una oponente temible. La convivencia entre estas dos mujeres será cualquier cosa menos pacífica.
La audiencia celebra este nuevo giro. Después de más de 500 capítulos de dominio oscuro por parte de Cruz, y ahora con Leocadia repitiendo ese patrón, la aparición de Eugenia renueva las esperanzas de ver algo de justicia en el palacio. Muchos espectadores ya ven en Eugenia una nueva fuerza moral, capaz de frenar los abusos de poder y de defender a personajes más vulnerables como Curro.
Por otro lado, otros personajes también están viviendo cambios significativos. Petra, por ejemplo, parece haber comenzado un proceso de redención, guiada por el padre Samuel. Aunque muchos desconfían de sus intenciones, al menos por ahora muestra una faceta más amable, probablemente motivada por la soledad tras la partida de Santos. Aun así, hay quienes creen que su lado oscuro volverá a salir en cualquier momento.
El capitán de la Mata, por su parte, también enfrenta las consecuencias del regreso de Eugenia. Mientras ella estuvo internada, Lorenzo vivía como le daba la gana, sin control ni remordimientos. Pero con Eugenia presente, su libertad se ve amenazada. La tensión entre ellos aumentará y muchos esperan que finalmente Lorenzo abandone el palacio, dejando atrás su historial de abusos.
Eugenia, con su silencio calculado y su conocimiento oculto, se convierte en una pieza clave. Aunque finge estar desinformada, lo sabe todo: la verdad sobre la muerte de Hann, la caída de Cruz, las mentiras del palacio. Su estrategia es clara: observar, esperar y actuar en el momento preciso. Y en este juego de apariencias, quien controla la información, controla el poder.
La historia de “La Promesa” entra así en una nueva fase. Leocadia, sorprendida y acorralada por la inesperada presencia de Eugenia, se ve obligada a replantear su estrategia. Eugenia, por su parte, ha comenzado a mover sus propias fichas. El enfrentamiento entre ambas será inevitable y podría definir el futuro del palacio de los Luján.
¿Será Eugenia capaz de proteger a Curro? ¿Logrará desmantelar el control de Leocadia? ¿Se revelará finalmente toda la verdad? Los próximos capítulos prometen más tensión, más intriga y un nuevo equilibrio de fuerzas que podría cambiarlo todo.
