Spoiler: Sueños de Libertad (lunes 5 de mayo: Begoña lucha por recuperar a Julia antes de que sea tarde 🥲)
El capítulo del lunes 5 de mayo en Sueños de Libertad llega cargado de emociones profundas, revelaciones íntimas y decisiones que podrían cambiar el rumbo de varios personajes clave, especialmente el de Begoña, quien protagoniza uno de los momentos más dolorosos y humanos del episodio.
Luz, por su parte, retoma su lugar en el dispensario con una renovada convicción. Después de haber liberado el peso de un secreto que la atormentó por años, vuelve a ejercer la medicina con una pasión que parecía adormecida. Cada paciente, cada receta escrita, reaviva en ella ese fuego interno que la conectaba con su vocación. Aunque teme que esta etapa de paz sea frágil, se aferra a ella como quien se agarra a un bote salvavidas en medio del naufragio.
Paralelamente, Begoña enfrenta su propia tormenta emocional. Convencida de que aún puede reconectar con su hija Julia, organiza un día especial con la esperanza de recobrar ese vínculo maternal que el tiempo y la manipulación ajena han desgastado. Sin embargo, su ilusión se desvanece cuando se enfrenta al rechazo frío y distante de la niña, influenciada fuertemente por María. Para empeorar las cosas, María aparece justo en el peor momento, arruinando cualquier posibilidad de reconciliación. El golpe emocional deja a Begoña completamente devastada.
Damián, mientras tanto, atraviesa un proceso de introspección. Al haber desafiado a don Pedro, se siente apartado de su familia, algo que le duele más de lo que imaginaba. Su conversación con Manuela, quien le recuerda su valor como padre y como hombre, lo confronta con la necesidad de reencontrarse con sus hijos y con su propósito personal. Es un momento de replanteo profundo para él.
En otro punto de la trama, don Agustín observa con sensibilidad la ansiedad creciente de Gema y Joaquín, quienes aún cargan con la incertidumbre de su proceso de adopción. Sus temores los consumen, pero el sacerdote les ofrece una noticia que les devuelve la esperanza: ha logrado concertar una cita con las religiosas, una oportunidad crucial en su camino para formar una familia.
La historia también se tensa en la cantina, donde el detective Ángel Ruiz intenta sonsacar información a Irene. Pero ella, siempre reservada, se muestra más astuta de lo que aparenta. Sus respuestas crípticas y su lenguaje corporal le dejan claro a Ángel que está frente a alguien que oculta mucho más de lo que dice. En paralelo, Fina sorprende un momento de cercanía entre Digna y don Pedro. Viendo la intensidad entre ambos, conversa con Digna para impulsarla a no dejar pasar esa oportunidad sentimental, guiada por un consejo nacido desde la lealtad y el afecto sincero.
Damián, cada vez más inquieto, se confiesa con Fermín sobre sus sospechas respecto a Irene y el regreso de don Pedro. Esta conversación hace que Fermín empiece a unir piezas y a percibir un panorama más complejo y peligroso. La confianza entre los personajes empieza a resquebrajarse y se abren nuevas líneas de tensión narrativa.
En medio de todo esto, Andrés encuentra a Begoña en su peor momento emocional, destrozada por otro intento fallido con Julia. Él intenta reconfortarla y le recuerda que el proceso de nulidad matrimonial está cerca de resolverse, lo que podría significar el fin del control de María sobre la niña. Esta pequeña esperanza le devuelve algo de fuerzas a Begoña, que sigue aferrada a su amor por su hija.

María, sin embargo, continúa con su juego manipulador. Utiliza una excusa aparentemente inocente —aprender a conducir— para acercarse más a Raúl. Aunque sus intenciones ya no son tan ocultas, Raúl empieza a sospechar que hay algo más detrás de sus gestos. No obstante, aún no sabe cómo manejar la situación sin herirla ni enredarse más.
En la casa del bosque, Marta y Fina intentan desconectarse del estrés cotidiano, pero el descanso se ve interrumpido por una confesión crucial. Marta revela que Ángel Ruiz ha estado en la fábrica, un dato que pone a Fina en estado de alerta. A pesar del vínculo cercano entre ambas, esta revelación siembra la semilla de la desconfianza silenciosa.
De vuelta en la casa de los Merino, Gema y Joaquín reciben con ilusión la noticia de que la adopción sigue su curso. La esperanza regresa a sus corazones y con ella la posibilidad real de formar la familia que tanto anhelan. Inspirada por este nuevo clima de fe y determinación, Digna también toma una decisión valiente sobre su relación con don Pedro. Es un paso que podría modificar profundamente su destino personal y familiar.
El capítulo culmina con una llamada del Tribunal Eclesiástico. Andrés recibe noticias positivas respecto a la nulidad, lo que abre la puerta a una nueva etapa en su vida, tanto a nivel legal como emocional. María, consciente de que el poder que tuvo hasta ahora está llegando a su fin, comienza a prepararse para enfrentar las consecuencias. La tensión crece, el ambiente se carga de incertidumbre y todo apunta a que se acerca un punto de inflexión.