LE LLEGÓ LA HORA A LORENZO DE LA MATA — SPOILER DE LA PROMESA

El regreso de Eugenia a La Promesa ha marcado un antes y un después en la serie, y el capítulo más reciente no solo ha reavivado viejos conflictos, sino que también ha desenmascarado a uno de los personajes más oscuros de la ficción: Lorenzo de la Mata. Su tiempo parece estar llegando a su fin, porque la verdad —esa verdad tantas veces negada— por fin ha salido a la luz.

Eugenia, poderosa, lúcida y decidida, regresa a la finca con fuerza arrolladora. Ya no es la figura débil ni manipulable del pasado. Ahora es una mujer entera, consciente de su historia y dispuesta a exigir justicia. Su presencia recuerda a la antigua Cruz, por la determinación con la que se impone. De hecho, muchos ya la ven como su sucesora natural. La actriz Alicia Moruno ha logrado dotar al personaje de una mezcla perfecta entre sensibilidad y firmeza, cautivando a los espectadores desde su reaparición.

En este capítulo, una de las grandes incógnitas que sobrevolaban la serie ha sido resuelta: la verdadera causa de la caída por las escaleras que dejó a Eugenia en silla de ruedas. Siempre hubo dudas. Cruz, en su momento, había afirmado que fue Lorenzo quien la empujó tras una brutal discusión, pero él lo negaba rotundamente, asegurando que nunca la había agredido y culpando incluso a Cruz de manipular la historia. Hoy, tras tanto silencio, Eugenia da su testimonio y rompe con años de mentiras: fue Lorenzo quien la lanzó escaleras abajo, un acto de violencia que marcó su vida para siempre.

La escena es desgarradora. Frente a su hijo Curro, Eugenia recuerda con claridad ese momento: “Tu padre me arrojó escaleras abajo en una de nuestras discusiones. Nada le impidió empujarme. Podía haberme matado en la caída, pero solo perdí mis piernas. Desde que quedé atada a esta silla, tu padre dejó de pegarme”. Esta confesión, de una crudeza brutal, se convierte en una de las declaraciones más impactantes de los casi 600 capítulos de la serie.

El impacto no es solo narrativo, también emocional. Escuchar estas palabras de la víctima directa cambia la percepción del espectador hacia Lorenzo. Ya no se trata de rumores o insinuaciones. Es la propia Eugenia quien revela las atrocidades que sufrió: palizas, humillaciones, aislamiento y, finalmente, su encierro forzoso en un manicomio. Todo porque no se dejó someter. Lorenzo recurrió a la violencia cuando no pudo dominar su fuerte carácter, cuando su autoridad fue desafiada.

Eugenia no solo regresa para ajustar cuentas con Lorenzo. También tiene cuentas pendientes con Leocadia, a quien encuentra ocupando la habitación de su hermana Cruz. Leocadia le oculta la verdad, asegurándole que Cruz está de viaje en Madrid con una amiga, cuando en realidad está presa. Pero Eugenia no es ingenua. Ha pasado meses con el Conde de Ayala y es probable que conozca toda la verdad. Su actitud, serena pero inquisitiva, deja claro que no se cree la versión que le están vendiendo.

Los enfrentamientos entre Eugenia y Leocadia parecen inevitables. Ella sabe lo que Leocadia es capaz de hacer y no va a permitirle usurpar el lugar que le pertenece como hija del barón y hermana de Cruz. La tensión aumenta con cada escena, y muchos esperan que Eugenia le exija a Leocadia que abandone el cuarto que ocupa de forma ilegítima. Eugenia, ahora sin impedimentos, tiene el poder legal y moral para reclamar su herencia y poner a cada uno en su sitio.

Este regreso también podría tener consecuencias legales para Lorenzo. Con la verdad de su crimen revelada y el respaldo del Conde de Ayala, que ya había insinuado su implicación en un desfalco dentro del ejército, el personaje podría enfrentarse no solo a la pérdida de su estatus militar, sino incluso a una condena judicial. Lo mínimo que se espera es su expulsión del ejército y la retirada de su rango. Pero el deseo de muchos es verlo tras las rejas, pagando por cada una de sus atrocidades.

Además, Eugenia está dispuesta a luchar por su hijo. Aunque Curro se ha resignado a su rol como lacayo en el palacio, su madre no lo acepta. Está dispuesta a enfrentarse a Alonso y a cualquiera que se interponga en el bienestar de su hijo, aunque no esté claro si su intervención bastará para cambiar su estatus.

La llegada de Eugenia no solo remueve el pasado, también lo ilumina. Su historia conecta con otras tramas abiertas: la paternidad de Ángela, los secretos de Leocadia, los delitos de Lorenzo y la sombra del varón, su padre, cuyas propiedades y fortuna están ahora bajo disputa. Eugenia representa el retorno de la memoria y la justicia, la figura que puede poner orden donde ha reinado el abuso y la manipulación.

La serie entra en una nueva etapa donde el pasado cobra una fuerza inédita. La Promesa ha sabido jugar sus cartas, y con Eugenia como nueva pieza central del tablero, la partida promete ser tan emocionante como imprevisible. Ella no solo es el corazón herido que regresa por justicia, sino también una estratega que podría cambiar las dinámicas de poder de la finca para siempre.

¿Caerá finalmente Lorenzo? ¿Se desvelará toda la verdad sobre su pasado? ¿Logrará Eugenia restablecer el orden y el honor de su familia? Lo cierto es que, después de su impactante testimonio, el personaje de Lorenzo ha quedado al desnudo, y su hora parece haber llegado al fin.