⚠️ SPOILER – UNA NUEVA VIDA – CAPÍTULO 79 ⚠️
El capítulo arranca de forma impactante con Ferit atrapado en un tiroteo en una bodega. Enfrentado a un desconocido que afirma haber sido enviado por Adiaga, Ferit, frustrado, murmura que ni siquiera puede morir sin pedirle permiso a su abuelo. Mientras tanto, en la mansión, el caos emocional se intensifica. La preocupación por Ferit se apodera de todos, y Gulgun entra en pánico ante su desaparición.
Sizek intenta calmar a Abidin, pero la tensión es palpable. Abidin reacciona violentamente cuando descubre que Ferit estuvo a punto de ser asesinado, y amenaza a Naz por su implicación. Ferit, finalmente, regresa a la mansión herido pero vivo, justo cuando Alisaga irrumpe con furia, reprochando a todos por haber actuado sin su autorización. Su decepción con Ferit alcanza el punto máximo cuando se entera de que hipotecó la mansión para comprar unas piedras junto a Seiran.
Ferit, decidido, le ofrece el anillo familiar a su abuelo y le dice que, si ya no confía en él, que lo recupere. Alisaga, indignado, lo expulsa de la casa, diciéndole que ha traicionado la confianza familiar. Ferit, dolido pero determinado, promete encontrar las piedras, devolver el honor a los Coran y luego desaparecer para siempre.
Las tensiones no se limitan a Ferit. Abidin se enfrenta a Suna, culpándola de apoyar decisiones que llevaron a la familia al borde del colapso. Kim interviene, sugiriendo que jueguen estratégicamente para no mostrar debilidad ante Alisaga. Suna y Seiran, por su parte, tienen una pelea explosiva en la que se acusan mutuamente de haber arruinado todo. Esme intenta poner orden, recordándoles lo absurdo de sus disputas por la mansión.
El drama se intensifica cuando Suna, desesperada, se disculpa con su tía Atice, quien la reprende con dureza por haber tomado decisiones importantes sin consultar a la familia. La situación explota cuando Suna, dolida, lanza una cruel revelación: Seiran no puede tener hijos. Esta noticia deja a todos conmocionados y añade una nueva carga emocional a la historia.
Más tarde, Seiran le confiesa a su madre que está siguiendo un tratamiento de riesgo para intentar quedar embarazada, con la esperanza de que un hijo ayude a Ferit a encontrar estabilidad emocional. Esme, angustiada, la escucha mientras Seiran suplica por orientación, dividida entre su salud y el deseo de salvar su relación.
El episodio concluye con una conversación entre Suna y Abidin, donde ella intenta justificarse por haber actuado sola. Abidin, decepcionado, le dice que ella nunca confió en él, que solo lo veía como la sombra de Ferit. Suna admite su error, pero se siente incomprendida y rechazada por todos.
Este capítulo está cargado de confrontaciones, traiciones y verdades dolorosas, dejando claro que la familia Coran está al borde del colapso, y que Ferit, en su intento por redimirse, podría perderlo todo… incluso a sí mismo.