Spoiler: MARTA AND FINA – Sueños de Libertad 306 (María y Andrés ya no serán los tutores legales de Julia 🥲🥲)
En un capítulo lleno de ternura y despedidas emocionales, María comparte un momento íntimo con Julia mientras la ayuda a ensayar su papel en una obra escolar inspirada en La Cenicienta. Julia, entusiasmada, demuestra cuánto ha practicado, recitando con soltura una parte del texto. La atmósfera es cálida y cercana, hasta que una revelación cambia el tono de la escena.
Con pesar, María le confiesa a Julia que ni ella ni Andrés seguirán siendo sus tutores legales. Julia, con sorprendente madurez, le dice que ya lo sabe, pues Andrés se lo contó más temprano ese mismo día. Aunque María intenta mantener una actitud serena, no puede ocultar la tristeza que le produce perder ese vínculo legal con la niña a la que ha cuidado y querido tanto.
María aprovecha la ocasión para expresarle cuánto ha disfrutado cuidarla y lo difícil que es para ella soltar ese rol tan importante, especialmente sabiendo que estaba cumpliendo el deseo de su difunto padre. Julia, aunque también dolida, muestra una sabiduría poco habitual para su edad: le dice que es mejor no pensar tanto en lo que no se puede cambiar. Le revela que se enfadó mucho con Andrés, porque cree que él podría haber actuado con más generosidad.

María no duda en apoyar ese sentimiento y añade que no solo han sido injustos con ella, sino que también le han ocultado muchas cosas del pasado, como la verdad sobre sus padres y sobre Valentín. Mencionar ese nombre despierta la curiosidad de Julia, pero María, dándose cuenta de su error, se retracta de inmediato y cambia de tema.
Cuando María le pregunta si es feliz, Julia le responde con honestidad que lo era cuando Andrés y ella la cuidaban, pero que ahora está intentando perdonar a Andrés, porque vivir con ese enojo le hace daño. María, aunque dolida, le da la razón y le reconoce que también tiene derecho a sentirse enfadada a veces.
La conversación termina con una reflexión de Julia: quizás este cambio, aunque difícil, sea lo mejor para todos —para ella, para Begoña y para su mamá. María asiente con resignación, aceptando que, aunque el vínculo legal ha terminado, su amor por Julia seguirá presente. Este episodio marca el cierre simbólico de una etapa en la vida de todos los personajes involucrados, y deja claro que, aunque los papeles cambien, los lazos afectivos no siempre desaparecen.