🛑 Sueños de Libertad ¡María Acorralada! – AVANCE CAPÍTULOS 307-308

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En los nuevos episodios de Sueños de Libertad, los sentimientos resurgen y las tensiones aumentan. Julia protagoniza un momento íntimo y muy tierno al abrir su corazón con Begoña tras un reencuentro inesperado en casa de los Merino. Le confiesa sus emociones encontradas ante la boda de su abuela, una celebración que, pese a su dulzura, revive recuerdos dolorosos. Julia, con una sonrisa sincera, revela que será ella quien lleve las arras, algo que la llena de ilusión aunque también la hace sentirse vulnerable. Begoña reacciona con alegría, asegurándole que no hay mejor persona para ese papel tan simbólico.

No obstante, la emoción de Julia también está teñida de tristeza. Admite que teme no poder contener el llanto durante la ceremonia, ya que le trae a la memoria el matrimonio de su tía Marta, celebrado poco después del fallecimiento de su padre. Es un recuerdo difícil para la niña, que todavía lidia con su duelo. Begoña la escucha con sensibilidad y la reconforta con un abrazo que refleja apoyo sincero.

La escena se vuelve aún más emotiva cuando aparece María, visiblemente preocupada, y abraza a Julia con alivio. Su miedo al no saber dónde estaba la pequeña la había invadido por completo. Julia se disculpa con franqueza, mientras María le pide que no vuelva a escaparse, demostrando cuánto le importa su bienestar. Begoña, buscando retomar la normalidad, sugiere que Julia suba a preparar su mochila para intentar llegar a la escuela, una señal de que la vida continúa incluso en medio del dolor.

Esta conversación es un testimonio de la calidez, protección y amor con que rodean a Julia, que trata de sobreponerse a su pena y mantener su rutina. Mientras tanto, en otro punto de la historia, Joaquín habla con don Agustín para confirmar si el dinero que aportó para el proceso de adopción fue entregado correctamente, pero se entera de que no ha llegado nada. Con esta noticia, acude a Gema, buscando soluciones para Teo, quien aún no tiene plaza escolar.

Claudia, por su parte, se dirige al dispensario para felicitar a la doctora por su regreso. Luz defiende al Dr. Herrera, asegurando que ha cambiado para bien. Preocupados por el pequeño Teo, Joaquín y Gema deciden que él lo acompañará a la fábrica, mientras ella se dedicará a llamar a todos los colegios de Toledo en busca de una vacante. Luz también se desahoga con Begoña, comentando que se siente dolida porque Luis parece obsesionado con su perfume y no con ella.

En el despacho de don Pedro, el clima se tensa cuando Andrés lo enfrenta por su aparente intención de adueñarse de las acciones de Julia. Más tarde, Claudia le confía a Fina que pasó una noche mágica junto a Marta, mientras Gema anuncia que se está encargando temporalmente del hijo de su prima. En paralelo, Marta y su padre discuten la posibilidad de evitar que María venda sus acciones a terceros, lo que complica aún más el panorama.

En la cantina, Raúl se muestra animado y Claudia nota el cambio. Él admite que está intentando reavivar una relación, motivado por los consejos que ella misma le dio. En la fábrica, Joaquín le muestra el lugar a Teo e Irene aprovecha para interactuar con el niño, logrando que se exprese. Luego, habla con Joaquín sobre la importancia de tener paciencia y darle espacio al pequeño para adaptarse.

En casa de los Merino, Digna revisa la larga lista de invitados a la boda mientras Damián intenta persuadirla de convencer a don Pedro de retractarse de la oferta a María, pero ella se niega. Al mismo tiempo, en el laboratorio, Luis presenta una nueva propuesta que Marta considera digna de enviar a Miranda para su aprobación.

En otra escena íntima, Irene se despide del doctor en la casa del padre de la reina, quien la invita a regresar cuando quiera. Posteriormente, Luis y Luz se encuentran fuera de la fábrica, donde él se abre emocionalmente, diciéndole que ella es lo más importante en su vida y que el nuevo perfume llevará por nombre “Despertar”, en su honor.

Más tarde, Marta entra en la oficina y encuentra a Andrés trabajando con seriedad. Tienen una charla ligera que poco a poco se torna más profunda. Hablan del perfume, de Fina y del efecto que ha tenido contar su verdad a personas de confianza como Begoña. Andrés se muestra comprensivo, y Marta le propone que los cuatro —ella, Andrés, Begoña y Fina— compartan una comida la próxima semana, idea que él recibe con entusiasmo.

Pero Marta también revela su mayor preocupación: el futuro de Fina en caso de que a ella le suceda algo. Temiendo por las consecuencias legales, decide no incluirla en su testamento. En su lugar, le pide a Andrés que abra una cuenta bancaria a nombre de Fina. Aunque él teme que esto sea descubierto, Marta le resta importancia y asegura que ya no le importan los prejuicios. Andrés se emociona por la confianza que ella deposita en él y acepta ayudarla. Se abrazan con cariño, consolidando su compromiso mutuo de proteger a Fina.