Spoiler | Una Nueva Vida – Capítulo 37 🔥
El episodio 37 de Una Nueva Vida comienza con un momento crítico: Ferit ha sido gravemente herido por un disparo en Antep. Su estado es delicado, por lo que es trasladado de urgencia a Estambul para recibir atención médica especializada. Apenas llega, lo ingresan al quirófano. Los médicos, al observar que ha perdido sensibilidad en el brazo izquierdo, determinan que necesita una segunda intervención quirúrgica. La situación es grave y mantiene a todos en vilo.
Mientras Ferit lucha por su recuperación, la tensión en la mansión Corhan estalla. La familia, en especial los más conservadores, dirige su furia hacia Seyran. La culpan del tiroteo y del dolor que atraviesan, considerándola indirectamente responsable de lo sucedido. Este ambiente hostil crea una profunda grieta en la ya frágil relación de Seyran con los Corhan.
Paralelamente, Suna toma una decisión radical: escapa de la casa de Saffet aprovechando la confusión de la pelea. Se refugia con Sean, quien la recibe y le brinda apoyo emocional. Esta huida marca un nuevo punto de inflexión para Suna, quien por fin se atreve a tomar el control de su vida.
En medio de este caos, un inesperado giro ocurre dentro de la familia Yılmaz. Kazım, el padre de Seyran y Suna —conocido por ser tradicional y duro— sorprende a todos al ponerse del lado de sus hijas. Por primera vez, se enfrenta abiertamente a los Corhan, defendiéndolas y respaldando sus decisiones. Esta actitud inusual conmueve profundamente a las chicas. Para Seyran y Suna, es la primera vez que su padre actúa como un verdadero protector.
Con la intención de calmar los ánimos y evitar una guerra entre familias, Atice se reúne con Saffet y Alis Ağa. Su objetivo es frenar cualquier intento de venganza por parte de Alis, y lograr que el conflicto no escale aún más. Gracias a su intervención, logra convencer a Alis de no buscar represalias, al menos por el momento.
Mientras tanto, el estado de salud de Ferit mejora lentamente. Desde que es ingresado, solo tiene una cosa en mente: quiere tener a Seyran a su lado. Cuando finalmente puede hablar, le dice a su abuelo Jalis, con total claridad, que desea casarse nuevamente con ella. Incluso asegura que estaría dispuesto a recibir diez balazos más si eso significa estar con Seyran. Su amor por ella está más vivo que nunca.
Sin embargo, el camino hacia una nueva unión no será fácil. Ifakat, la siempre controladora figura en la mansión, se cruza con Seyran en el baño y la confronta. Pero esta vez Seyran no se queda callada. Contraataca con una revelación que cambia el juego: dice haber visto a Ifakat besando a Orhan Baba. Este dato compromete seriamente la posición moral de Ifakat y de Orhan, quienes pierden el derecho a oponerse al matrimonio entre Seyran y Ferit. Sin más opción, Ifakat se ve obligada a dar su aprobación.

Con la oposición neutralizada y Ferit ya recuperado, la pareja comienza a planear su boda. El ambiente en la casa cambia: ahora hay ilusión, movimiento, y por primera vez en mucho tiempo, esperanza. Finalmente, llega el gran día. La boda de Ferit y Seyran se celebra con gran pompa, rodeada de lujo, tradición y emoción. Es un evento majestuoso, digno de su historia.
La noche de bodas es tan intensa como esperada. Después de tantos altibajos, la pareja se entrega el uno al otro con pasión y ternura. Es un momento íntimo lleno de sentimientos acumulados. Por la mañana, sin embargo, ocurre algo inesperado.
Alis Ağa, que arrastra enojo con varios miembros de la familia, baja a desayunar en silencio. Sorprende a todos al colocar dos platos adicionales en la mesa. Cuando le preguntan por qué, anuncia que tiene invitados. Nadie sabe de quién se trata… hasta que aparecen: su hija Nükhet y su nieto Kaya han llegado desde el extranjero a Estambul, respondiendo al llamado de Alis Ağa. La noticia impacta a todos.
Nükhet llevaba años viviendo lejos, y Kaya, su hijo, es un joven al que apenas conocen. Sin embargo, Alis Ağa es categórico: ambos vivirán ahora en la mansión junto al resto de la familia. Nadie puede oponerse. La llegada de estos nuevos personajes representa el comienzo de una etapa completamente diferente para los Corhan, una “nueva vida” en más de un sentido.
Con este cierre cargado de simbolismo, el capítulo deja muchas puertas abiertas: ¿Qué rol jugarán Nükhet y Kaya en el equilibrio familiar? ¿Seguirán los Corhan enfrentando traiciones internas? ¿Y podrá la unión entre Seyran y Ferit sobrevivir a esta nueva etapa bajo el mismo techo con viejos y nuevos enemigos?