⚠️ Spoiler – Sueños de Libertad Capítulo 315 (Andrés descubre un giro bancario que lo cambia todo🔥🔥🔥) – YouTube
En este intenso capítulo 315 de Sueños de Libertad, el hallazgo de un documento bancario desencadena una cadena de confrontaciones, sospechas y traiciones que comienzan a desestabilizar los secretos mejor guardados de los personajes principales.
La historia inicia con la llegada inesperada de Gorriz a la casa de la familia Reina, justo cuando Andrés se prepara para un viaje. Begoña lo recibe y de inmediato se percibe la incomodidad por la visita. Gorriz comenta que su quemadura ya sanó por completo y que decidió dejar su vida anterior para comenzar de nuevo en Madrid. Begoña intenta entender por qué se fue sin avisar, pero él solo habla de un simple cambio de aires.
Al poco tiempo, Andrés baja y queda sorprendido al ver a Gorriz. Ambos se encierran en el despacho para hablar con mayor privacidad. Gorriz, algo molesto, le recrimina a Andrés por haber llamado insistentemente a su hermana. Andrés se justifica, alegando que solo quería encontrarlo y que no tenía otra forma de hacerlo.
Es aquí donde el capítulo da un giro crucial: Andrés le pregunta directamente a Gorriz por un giro bancario enviado a su hermana, una suma considerable que no concuerda con su salario como trabajador. Gorriz se ofende por la intromisión, pero termina confesando que ganó ese dinero en una apuesta y se lo envió a su hermana Juana. Andrés, escéptico, revela que encontró ese mismo giro entre las pertenencias de su hermano Jesús, recientemente fallecido, lo que lo lleva a sospechar de una conexión directa entre Gorriz, el dinero y la muerte.
Cuando Andrés lo confronta aún más —preguntando dónde estaba el día que murió Jesús— Gorriz responde que pasó esa noche en un bar jugando a las cartas, y que puede demostrarlo con testigos. Antes de marcharse, Andrés le lanza una última pregunta: si alguien lo pagó para perjudicar a Joaquín y Tacio. Gorriz niega rotundamente, alegando que solo protestó por las malas condiciones laborales en la fábrica.
Tras esa tensa conversación, Gorriz se marcha, pero Andrés decide seguirlo en silencio, desconfiando de su versión.
En paralelo, otra discusión estalla en la casa de don Pedro. Él enfrenta a su hermana Irene por haberle ocultado que el doctor Herrera era adicto al éter. Irene admite que lo sabía, pero que no consideró apropiado compartir esa información tan personal. Don Pedro, indignado, le recrimina la falta de confianza y le dice que ha cruzado una línea que no puede ignorar.
La discusión escala cuando Irene defiende al doctor como una buena persona, a diferencia de Pedro, a quien acusa de haber perdido todo sentido de humanidad. También le deja claro que ya no puede seguir ignorando su conciencia y que no quiere formar parte de una guerra donde ya todos han perdido algo. Don Pedro, dolido pero firme, le lanza un ultimátum: o está con él o contra él. Irene, llorando, parece haber llegado a un punto de quiebre emocional.

Mientras tanto, Gorriz tiene un encuentro secreto con don Pedro. Allí confiesa que Andrés ya sabe del giro bancario porque lo encontró entre las cosas de Jesús. Aunque Gorriz mantuvo la historia del dinero ganado en el juego, admite que la situación es difícil de explicar. Don Pedro, preocupado, le dice que no debe preocuparse por una acusación, ya que la Guardia Civil concluyó que Jesús se suicidó. Pero el tono en su voz delata que el asunto es mucho más serio.
Don Pedro le ordena a Gorriz que abandone el país cuanto antes. Hay un barco rumbo a Venezuela saliendo desde Lisboa en dos días, y quiere que él y su familia estén a bordo. Gorriz protesta. No quiere dejar atrás a su hermana ni a sus amigos, y le insinúa a don Pedro que necesitará más dinero del acordado para empezar una nueva vida. La tensión crece cuando Gorriz amenaza veladamente con quedarse si no recibe lo suficiente, lo que don Pedro interpreta como un intento de chantaje.
Don Pedro, visiblemente molesto, le deja claro que solo recibirá una única suma y que no permitirá más errores. Para él, Gorriz se ha vuelto un riesgo que debe eliminar cuanto antes. Lo que ninguno de los dos sabe es que Andrés está escondido cerca, escuchando toda la conversación desde unos arbustos.
Este descubrimiento es un punto de inflexión para Andrés. Ya no se trata de una simple sospecha: ahora tiene razones para creer que hay una conspiración detrás de la muerte de su hermano y que don Pedro podría estar involucrado. La tensión entre ambos bandos está a punto de escalar, con un Andrés cada vez más decidido a encontrar la verdad, cueste lo que cueste.
Este episodio marca un antes y un después en la trama. El hallazgo del giro bancario no solo revela un posible encubrimiento, sino que pone a Andrés en el centro de una red de mentiras que podría derrumbar el poder de don Pedro. Por otro lado, la relación entre Irene y su hermano llega a un punto crítico, lo que deja claro que los pilares de la familia están empezando a resquebrajarse.