Spoiler: Avance semanal de La Promesa (capítulos 602 al 606 – del 26 al 30 de mayo)

La próxima semana en La Promesa, las tensiones se intensifican mientras las tramas se entrelazan en una red de secretos, traiciones y oscuros intereses que amenazan con desestabilizar el ya frágil equilibrio en el Palacio de los Luján.

Leocadia se revela como una auténtica maestra de la manipulación, llevando sus planes a un nivel aún más peligroso. Decidida a asegurar su poder en el palacio, urde una nueva estrategia en la que involucra directamente a los recién nacidos de Catalina y Adriano. En un intento por asegurar una alianza estratégica con el influyente Duque de Carvajal y Cifuentes, propone que Lisandro —el prometido de Martina— sea el padrino de los gemelos. Aunque esta oferta es presentada con una máscara de generosidad, es en realidad una jugada política cuidadosamente calculada. Alonso, el marqués, apoya esta idea y presiona a la joven pareja para aceptarla, pero Adriano, desconfiando profundamente del oscuro pasado del duque, se niega rotundamente.

Mientras tanto, Eugenia se encuentra atrapada en una espiral de deterioro mental provocada por los manejos de Leocadia y Lorenzo. Ambos incrementan de forma insidiosa la dosis de láudano en su tratamiento, empujándola hacia un estado de delirio cada vez más grave. En un momento crítico, Eugenia protagoniza un violento episodio en el que ataca al capitán de la Mata, un acto que despierta alarma en todo el palacio. Pese a sus intentos por encontrar refugio emocional en el conde de Ayala y su aparente confianza en Leocadia, Eugenia está siendo conducida lentamente hacia el colapso. Leocadia, lejos de ayudarla, aprovecha su vulnerabilidad para afianzar su dominio sobre ella.

En paralelo, Curro continúa con su investigación secreta para esclarecer el asesinato de Hann. Convencido de que Jacobo está detrás del crimen, comienza a seguir pistas que lo llevan a descubrir conexiones inquietantes entre este y Esteban Monteclaro. Las visitas frecuentes de Jacobo a la enigmática joyería El Job fortalecen sus sospechas. Apoyado por Pía, Curro comparte con ella sus hallazgos, aunque pronto descubre un vínculo inesperado entre Jacobo y Monteclaro que pone en duda sus primeras conclusiones. Ante este nuevo panorama, decide acudir a Manuel para buscar respuestas.

En medio de esta maraña de sospechas, el sargento Burdina confirma un dato clave: Toño mintió sobre el supuesto robo, una revelación que desata una nueva tormenta dentro de la casa. Jacobo, por su parte, mantiene una actitud críptica, lo que incrementa las dudas en torno a su figura y despierta inseguridades crecientes en Martina respecto a su relación con Lisandro.

Por otro lado, Vera se ve envuelta en su propio misterio cuando descubre que la pulsera de esmeraldas que López le regaló es falsa. Este hallazgo pone en entredicho la legitimidad de la joyería Yop (aparentemente ligada a El Job) y sugiere que los negocios que se tejen tras sus puertas son mucho más oscuros de lo que parecen. Para López y Curro, esta revelación es un duro golpe, ya que deja la investigación nuevamente sin rumbo.

El ambiente en el palacio se torna cada vez más tenso. Las lealtades empiezan a fragmentarse, y los secretos, muchos de ellos a punto de salir a la luz, amenazan con cambiarlo todo. María Fernández, una de las criadas más leales, encuentra una carta del obispado que podría derivar en la excomunión de Samuel. Ella cree firmemente que Petra fue quien lo delató. Aunque la ama de llaves ha mostrado signos de redención —incluso encargándose de organizar el bautizo de los gemelos—, su nueva actitud sigue siendo vista con desconfianza por muchos en la casa.

Mientras tanto, Emilia y el mayordomo viven un acercamiento inesperado. Su relación, marcada por una creciente complicidad, empieza a sanar heridas del pasado. Sin embargo, Emilia esconde un secreto que la impulsa a tomar una decisión dolorosa: marcharse de La Promesa. Esta elección llega justo cuando su relación personal empieza a florecer, lo que añade una nota agridulce a su historia.

Por si fuera poco, Lisandro continúa acosando a Curro, situación que provoca una creciente tensión entre ambos. Adriano recuerda haber visto al duque involucrado en asuntos turbios con el Conde de Monteverde, lo que solo refuerza su rechazo a que este personaje tenga cualquier tipo de influencia en la vida de sus hijos. A pesar de ello, Alonso insiste en mantener la conexión con el duque, lo que sitúa a la familia en una posición delicada: deben elegir entre obedecer, resistir o proteger a los suyos, sin que ninguna de las opciones esté exenta de riesgos.

En medio de todo este caos, el estado de salud de Eugenia se convierte en el foco principal de atención. Los efectos del láudano se hacen cada vez más visibles y preocupantes. Mientras la mayoría del palacio se debate entre la incredulidad y la confusión, solo Teresa y María Fernández parecen comprender verdaderamente lo que está ocurriendo. Ambas ven cómo Eugenia se desmorona, conscientes de que el tiempo corre en su contra y de que, si no actúan, el daño será irreversible.

Así se perfila la semana en La Promesa, una historia que sigue atrapando a la audiencia con giros inesperados, conspiraciones bien urdidas y emociones a flor de piel. Los próximos capítulos prometen emociones intensas y revelaciones que podrían alterar para siempre el destino de todos los personajes. Desde traiciones familiares hasta secretos mortales ocultos tras joyas aparentemente inofensivas, el drama en el palacio de los Luján está lejos de terminar.