💥 Marta y Fina: Sueños de Libertad (Capítulo 323) – María vete, eres un peligro para mí y para mi familia – YouTube
💬 Spoiler completo y parafraseado – Un enfrentamiento definitivo:
En el episodio 323 de Sueños de Libertad, la tensión llega a uno de sus puntos más altos con un cara a cara desgarrador entre Damián y María, que termina marcando un antes y un después en su relación. Lo que comienza como una conversación incómoda, pronto se convierte en una confrontación directa, sin filtros, que expone todas las heridas abiertas entre ambos personajes.
La escena arranca con Damián lanzando una advertencia firme: le exige a María que no vuelva a aparecer por su casa. Le deja claro que, de hacerlo, no tendrá la misma paciencia que ha mostrado hasta ahora. Esta frase contundente deja ver el hartazgo del personaje, que ha llegado a su límite después de semanas —si no meses— de tensiones crecientes.
María, por su parte, no se muestra intimidada. Le informa a Damián que Andrés le ha pedido que se marche de la casa familiar, pero que espera que él intervenga para cambiar esa decisión. En lugar de recibir apoyo, se encuentra con la firmeza de un Damián decidido a poner orden. Él reconoce que la situación ha escalado demasiado y que no está dispuesto a tolerar más altercados que empañen el nombre de su familia.
María no se queda callada. En un tono frío y calculado, afirma que preferiría que se comentara que uno de los hijos de Damián se ha distanciado, antes que permitir que el apellido familiar quede manchado por la sospecha de asesinato, refiriéndose directamente a Begoña, la nuera a la que acusa, sin pruebas, de estar detrás de la muerte de Jesús. También afirma que Andrés jamás tendrá el valor de delatarla, sugiriendo que su silencio le da cierto poder.
Damián, molesto por su arrogancia, le recuerda que fue ella misma quien arrastró a la familia al escándalo al recurrir a la Guardia Civil y llamar al sargento Pontón. María se justifica diciendo que solo quería hacer justicia por Jesús y, de paso, quitarse de encima a Begoña. Sin embargo, reconoce que su plan fracasó: Pontón ha comprobado que Begoña estaba en casa antes de la muerte de Jesús y, con esa coartada, el caso ha sido cerrado.
La tensión sube otro escalón cuando María intenta posicionarse como víctima. Afirma que solo buscaba esclarecer la verdad sobre la muerte de Jesús y que esperaba que Damián estuviera de su lado en esa causa. Pero Damián no cede. La acusa de usar su dolor como una herramienta para manipularlo y le recuerda que fue él quien la acogió en su hogar, quien la trató como una hija más cuando llegó destrozada, y que ahora lo ha traicionado.
En una de las escenas más duras del episodio, Damián le dice sin rodeos que su etapa en esa casa ha terminado. No solo le pide que se vaya de inmediato, sino que le deja claro que ya no confía en ella ni le debe nada. Reconoce que Julia, su nieta, sufrirá por esta decisión, pero que no está dispuesto a seguir exponiendo a su familia al caos emocional que provoca María.
Ella, lejos de recular, amenaza con alinearse con Don Pedro si la echan. Trata de usar su influencia y su participación en la empresa como arma de presión. Sin embargo, Damián se le adelanta y le ofrece una alternativa: le propone una asignación económica mensual, siempre y cuando ella se comprometa a no vender sus acciones a Pedro. No lo hace como gesto de caridad, sino como una forma de evitar que el poder de Pedro crezca aún más dentro de la compañía familiar.
La escena concluye con una frase seca, casi definitiva, de Damián: le dice que si no acepta su ayuda, tendrá que arreglárselas por su cuenta, insinuando que no durará mucho por sí sola. Y como cierre, repite su advertencia inicial con más dureza: espera no verla nunca más en esa casa, porque la próxima vez no será indulgente.
Este episodio deja claro que María ha cruzado una línea de la que no podrá volver. Sus intentos de manipular y dividir han tenido consecuencias irreversibles. El respeto y la protección que alguna vez le brindaron ya no existen. El vínculo con Damián se ha roto, y su permanencia en el círculo familiar ha llegado a su fin.
Mientras tanto, el resto de los personajes empieza a recoger los pedazos del caos. Andrés, cada vez más decidido a enfrentar a Don Pedro, empieza a entender la dimensión real del peligro que representa la alianza entre Pedro y quienes lo rodean. Begoña, por su parte, aunque aliviada de que se haya cerrado el caso de Jesús, no baja la guardia. Sabe que las amenazas pueden venir desde otros frentes.
La decisión de Damián de expulsar a María también deja entrever un cambio profundo en su carácter. De ser un hombre que muchas veces se dejó llevar por los afectos y las lealtades familiares, ha pasado a convertirse en alguien dispuesto a tomar decisiones dolorosas por el bien del conjunto. En este punto de la historia, ya no hay espacio para medias tintas.
En definitiva, este capítulo 323 no solo resuelve una de las tensiones más persistentes de los últimos episodios, sino que también redibuja el mapa de alianzas y enemigos dentro de Sueños de Libertad. María ha quedado fuera. Don Pedro podría ganar una aliada, pero Damián ha dejado claro que está listo para enfrentarse a lo que venga, con tal de proteger a los suyos. La historia sigue elevando la apuesta.