📺 La Promesa Viernes 30 de Mayo: Leocadia usa a los hijos de Catalina, poniéndolos en peligro
Spoiler del episodio 606
En el capítulo del viernes 30 de mayo de 2025, los preparativos para el bautizo de los mellizos de Catalina y Adriano —Rafaela y Andrés— avanzan a toda marcha. La atmósfera en el palacio es de tensión y estrategias veladas. Alonso, el marqués, insiste en que se nombre como padrino a una figura cercana al rey, alegando que esto no solo garantizaría respaldo político, sino que elevaría el estatus social de los niños. La propuesta, aparentemente bienintencionada, está respaldada por Leocadia, cuyas intenciones no son del todo claras. Aunque Catalina y Adriano sienten la presión, también desconfían del trasfondo de esta sugerencia. Finalmente, se inclinan hacia aceptar a Lisandro como padrino, a pesar de sus reservas.
Por otro lado, Emilia recibe una sorpresiva solicitud médica del doctor Ferrer que la obliga a marcharse con urgencia para atender a otra embarazada. Su partida repentina deja desconcertados a todos, especialmente a Rómulo, quien esperaba una reacción distinta de ella. Pía y Ricardo intentan actuar como mediadores para que la relación entre Emilia y Rómulo se recupere, pero él sigue convencido de que Emilia está casada, y mientras no tenga pruebas de lo contrario, no se permite abrir nuevamente su corazón.
En el ala opuesta del palacio, Manuel continúa interrogando a Toño con intensidad, buscando sacarle la verdad sobre el robo. Aunque sus intenciones son buenas, Adriano le advierte que tanta presión podría provocar un resultado aún peor, dada la personalidad obstinada del muchacho.
Mientras tanto, Eugenia sufre nuevos episodios de desorientación y pérdida de memoria. Sospecha que Lorenzo tiene algo que ver con su deterioro mental, y empieza a contemplar la idea de pedir ayuda al conde de Ayala. La inestabilidad emocional de Eugenia es agravada por Leocadia, quien manipula sutilmente la situación para sembrar más dudas en su mente, aprovechando la coyuntura del bautizo para interferir en su recuperación.
En otro frente, Petra, encargada de organizar la ceremonia, debe enfrentarse a la rebeldía de María Fernández, que se encuentra al borde del colapso tras recibir una carta de excomunión del obispado. El temor de la doncella la lleva a comportarse de forma alterada, pero Ricardo opta por no sancionarla, sabiendo que una reprimenda solo empeoraría su situación.
También vemos a Jacobo desarrollando una actitud inusualmente comprensiva hacia Lisandro. Le confiesa a Martina que empieza a entender el resentimiento que este siente hacia Adriano, a quien aún no considera un miembro legítimo de la familia. Esta conversación revela una nueva faceta de Jacobo, más reflexiva y empática.

Preocupado por Eugenia, Curro consulta con Emilia sobre la posibilidad de buscar un especialista, pues ambos coinciden en que lo que le ocurre va más allá de un simple trauma del pasado. Las sospechas sobre una manipulación externa comienzan a cobrar fuerza.
Finalmente, las tensiones entre Ángela y su madre Leocadia vuelven a estallar. Esta vez, el motivo es la creciente cercanía de Ángela con Curro, algo que Leocadia desaprueba firmemente por razones de clase social. Leocadia le reprocha a su hija el vínculo con alguien que, según ella, no está a su altura, revelando de nuevo su arraigado clasismo y su deseo de controlar el destino de Ángela. Las duras palabras de la marquesa despiertan en su hija un profundo rechazo, marcando un nuevo punto de quiebre entre ambas.
Este episodio deja claro que, bajo la apariencia de celebraciones familiares, se esconden jugadas peligrosas, manipulaciones y conflictos no resueltos. La figura de Leocadia se perfila como una amenaza latente, dispuesta a usar incluso a los más inocentes —como los hijos de Catalina— con tal de avanzar sus propios intereses.