Spoiler: Otra tragedia sacude La Promesa – Eugenia fuera de sí (del 2 al 6 de junio)
Durante la semana del 2 al 6 de junio, La Promesa vivirá momentos críticos, con una nueva tragedia que cambiará para siempre la vida en el palacio. Mientras se preparan los detalles finales para el bautizo de los hijos de Catalina y Adriano, el ambiente se llena de tensiones, secretos y conspiraciones que amenazan con desatar el caos.
La ceremonia, que debería ser motivo de celebración, contará con la inesperada elección del duque de Carvajal y Cifuentes como padrino. Esta decisión, impulsada en gran medida por Leocadia y Lorenzo, no pasa desapercibida para nadie, especialmente cuando se percibe que hay intenciones ocultas tras este gesto.
Uno de los eventos más alarmantes se produce cuando Eugenia, en un estado mental completamente inestable, interrumpe el bautizo con el revólver de Lorenzo. A pesar de los esfuerzos de Curro por detenerla a tiempo, la mujer dispara en plena celebración, lo que desencadena consecuencias trágicas que afectan especialmente al personal de servicio del palacio. Este acto precipita una profunda crisis entre los Luján, que se ven obligados a prohibirle la asistencia al evento, aunque demasiado tarde.
Mientras tanto, Martina observa atónita cómo su prometido, Jacobo, cambia de actitud radicalmente, mostrándose como uno de los pocos defensores del duque. Su lealtad incondicional hacia Lisandro despierta en ella sospechas de una posible relación oculta entre ambos, quizás con implicaciones económicas o políticas. Aunque Jacobo lo niega todo, la desconfianza se instala en la pareja, deteriorando la relación y haciendo tambalear su compromiso.
En paralelo, Curro sigue obsesionado con descubrir la verdad sobre la muerte de Hann. Gracias a Espía, surge una nueva pista: la posibilidad de que Hann fuese envenenado a través del agua poco antes de morir. Desbordado por la situación y preocupado por Eugenia, Curro se derrumba emocionalmente, encontrando consuelo y apoyo en Ángela, quien a pesar de las advertencias de su madre, permanece a su lado.
El deterioro mental de Eugenia se convierte en el eje de los planes de manipulación de Leocadia y Lorenzo. Aprovechando su fragilidad, Leocadia la acerca peligrosamente a los niños de Catalina, especialmente a Andrés, lo que enciende todas las alarmas. El capitán Lorenzo, por su parte, lleva su influencia hasta los sueños de Eugenia, generándole episodios oníricos que aceleran su colapso mental.
Consciente del riesgo, Catalina intenta evitar que Emilia se marche, fingiendo una enfermedad para que la enfermera no abandone el palacio. Aunque inicialmente Emilia planeaba irse, Rómulo y ella fortalecen su vínculo, y finalmente ella decide quedarse para apoyar a Catalina. Esta decisión nace del profundo afecto que han desarrollado y el temor por lo que podría pasar si Eugenia queda sin supervisión.
A nivel social, la escomunión de Samuel sacude aún más al palacio. María Fernández, convencida de que Petra está detrás del castigo religioso, la acusa públicamente, reavivando los rumores y desconfianza que siempre han rodeado a la doncella. Petra, fiel a su estilo, intenta aparentar arrepentimiento, pero nadie cree en su redención, y María se muestra más determinada que nunca a desenmascararla.

En otro frente, Toño finalmente admite ante su madre parte de su responsabilidad en el robo del coche y del dinero. Aunque no confiesa todo, este pequeño gesto de sinceridad podría abrir la puerta a una reconciliación entre ambos, tras semanas de tensión y desilusión.
Finalmente, Leocadia se acerca a Manuel ofreciéndole una generosa cantidad de dinero para financiar su proyecto de motores aeronáuticos. Sin embargo, como es habitual en ella, detrás de esta ayuda hay condiciones ocultas. Su intención no es solo apoyar, sino también controlar o influir en los próximos pasos de Manuel.
En resumen, la semana será decisiva para muchos personajes. La inestabilidad mental de Eugenia culmina en una acción violenta que trastorna al palacio; los vínculos emocionales se ponen a prueba; las relaciones cambian de rumbo, y las tensiones entre clases, familias y aliados se recrudecen. La aparente calma del bautizo da paso a una nueva ola de tragedias, sospechas y decisiones que marcarán el destino de La Promesa.