LA PROMESA – Curro desenmascara a Jacobo delante de todos y demuestra que tuvo la culpa de 1 detalle
En el próximo episodio de La Promesa, se vivirá uno de los momentos más impactantes de toda la serie. Tras una larga investigación en silencio y con la ayuda de varios aliados, Curro por fin reúne todas las pruebas necesarias para descubrir quién atentó contra su hermana Hann. Con la verdad en sus manos, decide dar un golpe maestro: exponer al culpable frente a todos durante una cena importante organizada en el palacio.
La clave de su plan está en un pequeño pero crucial detalle que Jacobo, el verdadero responsable, pasó por alto el día del atentado. Curro se alía con Pía, quien lo apoya en secreto y organiza todo para que la revelación sea inevitable. En una escena llena de tensión, Curro interrumpe el evento con pruebas contundentes y lanza una acusación directa contra Jacobo, quien queda sin escapatoria.
Todo comienza un día tranquilo en el palacio. Mientras los criados realizan sus tareas cotidianas, Curro se muestra visiblemente nervioso. Busca desesperadamente a Pía, y al encontrarla, la lleva en secreto a una antigua lavandería abandonada. Allí, en un ambiente cargado de urgencia y emoción, Curro le confiesa que ha descubierto toda la verdad: sabe exactamente quién atentó contra Hann y tiene pruebas sólidas. Pía queda impactada, pero decide apoyarlo incondicionalmente.
Sin embargo, antes de que puedan discutir los detalles, Petra los descubre en la lavandería, sospechando algo raro. Con rapidez e ingenio, Pía inventa una excusa para justificar su presencia allí, y Curro se une a la historia. Aunque Petra se muestra escéptica, los deja marchar, advirtiéndoles que se preparen para la importante cena que se celebrará al día siguiente, donde se anunciará una alianza entre los Luján y otra familia noble.
Ya con la decisión tomada, Curro revela a Pía su intención: será durante esa cena donde expondrá la verdad ante todos. Pía, aunque preocupada, accede a ayudar. Se encargará de traer al sargento Burdina en secreto, disfrazado como uno de los invitados, para que esté listo para actuar en caso de que el culpable intente escapar.
Llega la esperada noche. El palacio resplandece con luces, música y elegancia. Todo está listo para una velada inolvidable. Entre los nobles e invitados se encuentra el sargento Burdina, camuflado como un asistente distinguido. Mientras tanto, Curro permanece atento, esperando el momento exacto para actuar. En su bolsillo lleva documentos clave: recibos de joyería, testimonios de testigos, una carta escrita por Jacobo y otros elementos que lo incriminan sin lugar a dudas.

Durante la cena, el marqués Alonso hace un brindis celebrando el futuro de los Luján. Pero justo cuando va a anunciar la firma de la nueva alianza, Curro interrumpe con firmeza. Pide la palabra frente a todos, y con respeto pero determinación, revela que ha llegado la hora de decir la verdad: el verdadero autor del atentado contra su hermana está allí presente.
Ante el asombro de los asistentes, Curro acusa directamente a Jacobo y presenta las pruebas. Los documentos muestran que Jacobo encargó una joya idéntica a la de Hann justo antes del ataque, y los testimonios lo ubican en conversaciones secretas con Leocadia, otra figura clave en la conspiración. Además, se expone una carta que Jacobo escribió a Martina en la que dejaba entrever su obsesión y celos.
Jacobo intenta defenderse, pero se pone nervioso y termina confesando involuntariamente que actuó por celos, temiendo que Martina se enamorara de alguien de clase inferior. Leocadia también queda salpicada, ya que fue ella quien lo alentó a “proteger” a su hermana de esa relación. El sargento Burdina interviene de inmediato y detiene a Jacobo, esposándolo frente a todos. Cuando Leocadia intenta retirarse en silencio, también es arrestada por complicidad.
La escena estremece a los presentes. Martina, conmocionada, no puede creer lo que oye. Alonso, profundamente afectado, agradece a Curro por su valentía y por haber salvado el honor de la familia. Como muestra de gratitud, le ofrece un puesto de confianza dentro del consejo de los Luján. Curro acepta, pero deja claro que su objetivo seguirá siendo buscar la verdad y honrar la memoria de Hann.
Con Jacobo y Leocadia fuera de escena, el palacio comienza a respirar un nuevo aire. El ambiente, aunque herido, se llena de esperanza. La justicia ha triunfado, pero no sin dolor. En La Promesa, ha quedado claro que toda luz, antes de brillar, debe atravesar la oscuridad.