Begoña se enfrenta a María: cree que fue ella quien le envió la carta anónima – Sueños de Libertad
En un tenso cara a cara lleno de acusaciones no dichas y verdades incómodas, Begoña se presenta ante María con una sospecha muy clara: cree firmemente que fue ella quien le envió una carta anónima con contenido amenazante. Todo comienza cuando Begoña regresa brevemente al lugar para recoger un maletín, pero aprovecha la ocasión para confrontar a María.
Desde el inicio, la tensión es palpable. Begoña ignora las provocaciones de María y va directo al grano: recibió un anónimo el día anterior, y todo indica que María está detrás. María, fiel a su estilo sarcástico, se burla de la acusación y adopta una actitud burlona, fingiendo no entender a qué se refiere. Begoña insiste, convencida de que no hay otra persona con tantos motivos para atacarla de esa forma.

María, lejos de mostrarse preocupada, lanza indirectas hirientes insinuando que Begoña tal vez tiene algo que esconder o alguien con quien se ve a escondidas. Incluso llega a decir que eso de involucrarse con el marido de otra mujer no sería nada nuevo para ella. El intercambio se vuelve cada vez más ácido. Begoña, firme, le plantea que si de verdad no tiene nada que ver con la carta, ¿por qué no acepta hacer una prueba de escritura?
María se ofende ante la propuesta y le dice que no piensa prestarse a juegos infantiles. A pesar de su negativa, no puede evitar dejar entrever su disfrute en medio del drama que se ha desatado. Su actitud es la de alguien que sabe que tiene el control emocional de la situación. Para rematar, le lanza una última advertencia: si alguna vez supiera algo que realmente pudiera perjudicarla, no lo escondería detrás de notas anónimas. Iría directamente a destruirla sin titubeos.
Esta escena marca un nuevo punto de quiebre en la tensa relación entre María y Begoña, en la que los silencios, las indirectas y las verdades ocultas tienen tanto peso como las palabras. El conflicto entre ambas no ha terminado… solo se está intensificando.