UNA NUEVA VIDA CAP 77 (ANTENA 3 ESPAÑA)
SEYRAM ES LA NUEVA DUEÑA DE LA MANSIÓN KORHAN!!
El capítulo 77 de Una Nueva Vida inicia en un momento de máxima tensión y drama. Akim sostiene un arma apuntando a Seiram, generando un ambiente peligroso. Ferit, desesperado, le suplica que deje a Seiram en paz y le ofrece su vida a cambio de la de ella, mostrando su profundo amor y protección. Sin embargo, Seiram pierde el conocimiento y Akim, aturdido y derrotado, la deja caer al suelo.
Ferit no duda en arrojar su arma y correr hacia Seiram, tomándole la mano con lágrimas en los ojos mientras le ruega que resista y no lo abandone. Su desesperación refleja cuánto le importa y lo mucho que teme perderla. Mientras tanto, Maside, la madre de Akim, incita a su hijo para que dispare a Ferit, pero Akim, incapaz de matar, se ve consumido por la angustia. En un giro impactante, Akim dispara primero a su propia madre y luego se suicida, quedando ambos tendidos en el suelo, dejando a todos en shock.
Ferit se concentra en cuidar a Seiram, quien lentamente empieza a reaccionar. Con voz temblorosa y llena de lágrimas, le asegura que estará bien, que la llevará al hospital y no la dejará sola jamás. La sostiene con ternura en sus brazos y sale rápidamente en su auto, decidido a salvarla a toda costa.
En medio de la angustia, Ferit contacta a Abidim, quien intenta tranquilizarlo y le pregunta dónde se encuentran para ir en su ayuda. Sin embargo, Ferit, nervioso y confundido, admite que no sabe exactamente dónde está, solo sabe que está conduciendo en busca de un hospital para atender a Seiram lo antes posible. Abidim insiste en que mantenga la calma y le pregunta si los agresores escaparon, a lo que Ferit responde que Akim y su madre están muertos y algunos hombres heridos quedaron en el lugar, por lo que le pide que vaya y se encargue de ellos.
Paralelamente, Abidim informa a Orhan sobre la situación y este, aliviado por saber que Seiram fue encontrada, junto con Kassim deciden ir al hospital para estar con Ferit y apoyar a la familia.
Mientras tanto, en la mansión Korhan, la familia está inquieta y preocupada. Jalis amenaza con castigar severamente a quien permitió que Ferit saliera de la habitación, mostrando su determinación por controlar la situación y proteger a su familia. Latif recibe la llamada de Orhan informando que Ferit encontró a Seiram y que ya están en camino al hospital. Aunque esto genera un alivio, los miembros de la familia no pueden evitar preocuparse por el estado real de Seiram.
Hatuk, especialmente, está pensativa. Sabe que encontrar a Seiram es solo una parte del problema; lo que realmente importa es en qué condiciones fue hallada. Ella intuye que las heridas que Seiram ha sufrido, tanto físicas como emocionales, son profundas y que el proceso de recuperación será largo y difícil.
Al llegar al hospital, Abidim se encuentra con una escena desoladora en el sitio donde ocurrió la balacera. Encuentra manchas de sangre y marcas que indican una pelea, pero no hay rastro de Masid, Akim ni de sus hombres heridos. Esto genera un misterio: ¿quién los rescató? ¿Dónde están ahora? La incertidumbre se vuelve un nuevo desafío para la familia.
Ferit espera agotado afuera de la sala de urgencias, rodeado de familiares que llegan para saber cómo está Seiram. Suna y Esme llegan corriendo, llenas de ansiedad, y preguntan por su hermana. Ferit, desconcertado y con el corazón roto, no puede darles respuestas claras; solo sabe que la vida de Seiram no corre peligro, pero que tiene heridas graves.
La llegada de más miembros de la familia aumenta la tensión en el hospital. Ferit enfrenta a Jat con enojo y reproches, culpándolo por las tragedias que están viviendo. Entre Hatuk y Asuman estalla una discusión acalorada, evidenciando las fracturas familiares y la carga emocional que todos están enfrentando.

Finalmente, un médico sale para dar un informe sobre la condición de Seiram: ha sufrido quemaduras químicas en la espalda, pero recibió primeros auxilios a tiempo y su vida está fuera de peligro inmediato. Sin embargo, su recuperación será lenta y por ahora no está permitida la visita.
Desesperado, Ferit pide permiso para verla, aunque sea por un momento. El doctor accede, y Ferit entra a la habitación donde Seiram yace débil. Él le toma la mano y le promete que no la dejará sola. Seiram, débil y confundida, le pregunta por qué la salvó y él le responde con un amor profundo y sincero: que es su esposa y que la ama más que a nada en el mundo.
En un momento de vulnerabilidad, Seiram confiesa que ya no quiere vivir, una declaración que rompe el corazón de Ferit. Él le recuerda la promesa que hicieron de enfrentar juntos todas las dificultades mientras estén unidos. Seiram cierra los ojos, probablemente sedada, y Ferit le suplica que no lo haga, que siga luchando por ellos.
Mientras tanto, Abidim llega al hospital y pone en marcha estrictas medidas de seguridad para proteger a Seiram y a la familia. Le informa a Ferit que, al revisar el lugar del enfrentamiento, no encontró rastro de los atacantes ni de los hombres heridos, lo que sugiere que alguien pudo haberlos rescatado. Esto añade un elemento de misterio y peligro latente.
Seiram es trasladada a una habitación normal, donde la esperan sus familiares, excepto Jalis y Jat que deciden mantenerse alejados por ahora. Cassim, conmovido y llorando, intenta consolar a su hermana, pero Suna lo detiene con fuerza, recordando el dolor y sufrimiento que ha vivido su hermana, y deseando protegerla de cualquier daño adicional.
Latif informa que Jalis y Jatuc quieren verla, por lo que pide que todos salgan de la habitación. Mientras tanto, Ferit y Abidim discuten la búsqueda de los atacantes desaparecidos, aunque por ahora no han tenido éxito en encontrarlos. La sospecha crece ya que dentro de la mansión Korhan hay un traidor, confirmado por la presencia de una cabeza de cabra en la habitación de Jalis, señal de que alguien cercano está conspirando contra ellos.
El episodio culmina con Hatuk, Jalis y Esme en la habitación de Seiram. Tras unas oraciones por su pronta recuperación, Hatuk toma una decisión trascendental: ordena a Latif que prepare los documentos para transferir la propiedad de la mansión Korhan a Seiram. Latif se sorprende y pregunta si Jalis está de acuerdo, y Hatuk responde con seguridad que Jalis no se opondrá, pues reconoce que Seiram ha pagado por los errores del pasado y merece esta recompensa.
Hatuk insiste en mantener en secreto esta transferencia por ahora, mientras todos se preparan para un nuevo capítulo en la vida de Seiram, quien se convierte oficialmente en la nueva dueña de la mansión Korhan. Este cambio simboliza no solo un nuevo poder, sino también una oportunidad de redención y esperanza para ella y para toda la familia.
En resumen, este capítulo 77 es un punto crucial en la serie: lleno de emociones intensas, giros inesper