⚠️ Spoiler: Cuando Ferit se acerca a la universidad…
Ferit llega a la universidad con ilusión y una sorpresa preparada especialmente para Seyran, sin imaginar que al llegar presenciará una escena que lo dejará devastado: ella está junto a Kaya, sonriendo. Esa imagen derrumba de inmediato todo lo que había planificado con tanto esmero. Dominado por la decepción y la rabia, Ferit se enfrenta a Seyran sin ocultar sus emociones, revelándole que él fue quien la inscribió en la facultad de arte. La presencia de Kaya en ese momento arruina no solo su sorpresa, sino también su confianza. Para Ferit, lo vivido representa una traición emocional. Seyran, desconcertada, apenas puede responder. No había imaginado el alcance de sus decisiones influenciadas por Kaya.
La tensión escala rápidamente. Ferit, dolido, se retira del lugar, y esa escena marca un antes y un después en su vínculo con Seyran. Ya en la mansión, su frustración se transforma en ira contenida. Se encierra, abatido. Mientras tanto, Seyran también se sumerge en el remordimiento al comprender todo lo que Ferit había hecho por ella. Kaya, por su parte, empieza a notar las consecuencias emocionales de su intervención.
En paralelo, Orhan intenta acercarse a Dicle, preocupándose por su creciente aislamiento, pero se topa con Nükhet, quien desaprueba su cercanía con una empleada. Este encuentro termina con una fuerte tensión entre ambos, dejando claro que ciertos límites no se toleran dentro del delicado equilibrio de la mansión.
Ferit, aún enfurecido, acude a Halis Korhan para expresar su indignación. Su principal queja: la intervención de Kaya en la vida de Seyran. La llegada de Nükhet solo agrava la situación, ya que ella defiende a su hijo con firmeza. La conversación deriva en un fuerte choque de posturas, que deja a la vista una lucha silenciosa por el poder dentro de la casa.
Mientras tanto, una gran sorpresa sacude el ambiente: Pelin regresa a Turquía desde Londres, embarazada y acompañada por su madre, Zerrin. Su llegada amenaza con desestabilizar por completo la ya frágil relación entre Ferit y Seyran.
En otro rincón, Kazım sigue imponiendo su voluntad. Le niega a Suna la posibilidad de salir, tratándola con humillación. İfakat, testigo de esta escena, ve una oportunidad y manipula a Suna, sugiriéndole que merece un lugar mejor en la familia, incluso proponiéndole un matrimonio con Kaya como vía para liberarse de su padre y ganar poder.
De regreso en la mansión, Kazım estalla al enterarse de la inscripción universitaria de Seyran. Su furia estalla en el umbral de la casa, pero Ferit, decidido a proteger a Seyran, lo enfrenta y deja claro que ella tiene derecho a elegir su camino. Aunque Kazım se retira momentáneamente, la batalla está lejos de terminar.
Ya a solas, Seyran confiesa a Ferit que aún no ha decidido si asistirá a clases. Él, lejos de presionarla, le ofrece su apoyo incondicional, fortaleciendo así el vínculo entre ambos.
Sin embargo, el malestar entre Ferit y Nükhet sigue creciendo. Ella reprende a Kaya por involucrarse tanto con Seyran, recordándole que su verdadero objetivo es debilitar a la familia Korhan desde dentro. Las palabras de Nükhet reavivan el deseo de venganza en Kaya. Al mismo tiempo, İfakat ejecuta otro movimiento estratégico, sugiriéndole a Kaya que se case con Suna, lo que podría consolidar su posición en la familia y al mismo tiempo desestabilizar a Ferit.
Kaya, aunque no responde de inmediato, empieza a considerar seriamente la propuesta. Así, las alianzas y estrategias comienzan a multiplicarse.
Kazım, por su parte, fija una nueva obsesión: que Seyran tenga un hijo lo antes posible, viendo la universidad como un obstáculo. Ordena a Esme y Hattuç que la persuadan. Cuando enfrenta directamente a su hija, ella no se doblega y responde con firmeza. Nükhet interviene en medio de la discusión, solo para recibir una humillación directa de Kazım, que la acusa de entrometerse. La dignidad de Nükhet la obliga a retirarse en silencio, pero este momento marca un giro: su alianza con Seyran se refuerza.
Mientras tanto, Sultan provoca una escena incómoda al irrumpir en la habitación de Ferit y Seyran. Su comportamiento alimenta la desconfianza de Seyran, quien exige que se marche. Aunque Ferit intenta calmarla, la incomodidad permanece. Suna, al escuchar a su hermana, confirma que Sultan ha cruzado límites y Ferit, decidido, confronta a Sultan para evitar futuros malentendidos.

La inscripción de Seyran en la universidad y el apoyo que recibe de Ferit empiezan a remover sentimientos profundos en Suna, quien se siente dividida entre la admiración y el deseo de liberarse también. En ese contexto, una conversación inesperada con Kaya despierta nuevas emociones. Por primera vez, Suna experimenta una paz distinta, y el recuerdo de la propuesta de matrimonio hecha por İfakat empieza a tomar un significado real.
Animada por esta nueva energía, Suna invita a Kaya a una cena en honor a Seyran. Ferit, aunque incómodo por la presencia de Kaya, decide no estropear la celebración y apoya a Seyran.
Mientras tanto, Esme, tras años de represión, comienza a sentir el deseo de cambiar. En silencio, toma decisiones que podrían anunciar una transformación personal. En otro frente, Nükhet decide salir del entorno hostil de la mansión por unas horas y visita a Zerrin y Pelin. La conversación entre las mujeres revela el plan que Nükhet ha estado orquestando: debilitar el lazo entre Ferit y Seyran, aislarla y abrirle paso a Pelin.
Zerrin, al conocer los movimientos estratégicos de Nükhet, se muestra esperanzada. Pelin, en cambio, permanece dividida entre el anhelo y la realidad. Aun así, ambas mujeres empiezan a ver con claridad que esta guerra no se ganará con enfrentamientos directos, sino con inteligencia y manipulación.
La cena organizada por Seyran será solo el comienzo de una nueva etapa: las tensiones acumuladas, las alianzas secretas y los deseos reprimidos están a punto de estallar. El equilibrio de poder dentro de la mansión Korhan está más frágil que nunca, y cada paso que dan los personajes define no solo su destino personal, sino el de toda la familia.