🔔 Spoiler Capítulo 334 – Sueños de Libertad 🔔

“Un accidente, una caída, y decisiones difíciles por tomar”

El episodio comienza en la fábrica, donde Tasio y Don Pedro discuten tranquilamente sobre el sobrino de Damián. Sin embargo, Irene irrumpe con urgencia: ha ocurrido un accidente con una furgoneta de la empresa. Un hombre ha sido atropellado cerca de Chinchón.

Silas, el conductor, fue quien dio el aviso inicial, alegando que no era grave. Pero el herido, Antonio Salcedo, ha llamado desde el hospital provincial de Madrid describiendo un impacto serio, con dolores en piernas y brazos. Tasio ofrece ocuparse del asunto, pero Don Pedro le ordena centrarse en los pedidos de jabones, y encarga a Andrés que se haga cargo, a pesar de estar pendiente del estado de María. Irene es enviada rápidamente a localizarlo.

Mientras tanto, en casa, María se encuentra agotada y desanimada. No ha podido dormir y se siente completamente dependiente. Comenta con Andrés su malestar tras la discusión con Begoña. Andrés intenta suavizar la situación, pero María le reclama que la defienda menos y que le diga con sinceridad si se siente atrapado con ella. Justo entonces suena el teléfono: Don Pedro requiere hablar con Andrés con urgencia.

María aprovecha su ausencia para intentar tomar un libro en la biblioteca. En el esfuerzo, cae al suelo. Andrés, al escucharla gritar, acude rápidamente, la ayuda y le pide a Manuela que no la deje sola mientras él atiende la emergencia en la fábrica.

Allí, Damián lleva unos informes a Irene y se topa con Cristina. Aprovecha para entregárselos directamente a ella, pero Irene sospecha de sus intenciones. Acusa a Damián de manipular y utilizar sus atenciones para envolver a Cristina en sus conflictos con Luis. Damián intenta justificarse, asegurando que solo se protege de los ataques de su cuñado. Irene, sin embargo, le advierte que su guerra podría terminar dañando a personas inocentes, especialmente a Cristina, y no piensa permitirlo.

Ya en su puesto, Andrés informa a Don Pedro que el herido ha sufrido solo contusiones. Pero el empresario estalla: lo verdaderamente grave, dice, es que un nuevo incidente pueda dañar la reputación de la empresa. Le recuerda, con pesar, que su propio hijo murió en un accidente laboral.

Andrés aclara que no hablaba de aquel trágico suceso, sino de otros casos menores. Pero Don Pedro, alterado, exige que evite que Salcedo presente una demanda. Si Andrés no se siente capaz de asumir esa responsabilidad, deberá abandonar su cargo. Andrés responde con firmeza: reorganizará sus prioridades y se pondrá al frente.

Andrés pide el nombre del conductor. Al saber que fue Silas, muestra sorpresa, pues lo conoce bien. Decide hablar con Tasio para confirmar los detalles, aunque Don Pedro le exige que no lo distraiga demasiado.

De vuelta en casa, Andrés se cruza con Luz, que ha estado acompañando a María. Ella le informa que su esposa parece más animada. Andrés pregunta si la caída ha tenido consecuencias, pero Luz se sorprende: María no le ha mencionado nada. Afortunadamente, no hay heridas visibles.

Andrés confiesa sentirse desbordado. No sabe cómo ayudar a María, quien parece negarse a aceptar su nueva realidad. Luz le explica que la única forma de que María salga adelante es enfrentando sus limitaciones y recuperando autonomía, algo que no puede lograr solo con apoyo familiar.

Ella le sugiere un centro especializado, donde María pueda recibir fisioterapia y atención psicológica. Andrés se niega: su esposa no quiere salir de casa y él no piensa obligarla. Luz insiste: no sería un abandono, sino un paso temporal, hasta que recupere cierta independencia física y emocional.

Andrés, sin embargo, parece no estar listo para tomar esa decisión. Luz, con comprensión, le deja el dato de un centro en San Martín de la Vega y se aleja, dejando al hombre solo con sus pensamientos.