🔍 Sueños de Libertad: Pelayo bajo presión, Marta entre la lealtad y sus principios
En los nuevos capítulos de Sueños de Libertad, las tensiones vuelven a escalar dentro del clan de los Reina. Esta vez, el foco está sobre Pelayo, quien ve cómo su futuro político comienza a tambalearse tras un encuentro inesperado con don Pedro, el siempre enigmático patriarca.
Pelayo, que hasta hace poco parecía tener el camino despejado hacia la Gobernación Civil de Toledo, empieza a notar que nada está garantizado, sobre todo cuando don Pedro entra en escena con una aparente oferta de apoyo. Sin embargo, como bien sabemos, cuando don Pedro da algo, suele llevar un mensaje oculto detrás.
La conversación entre ambos inicia en tono cordial: una copa de cortesía, palabras medidas y elogios bien colocados. Don Pedro reconoce que Miguel Ángel Vaca lo ve como el mejor candidato para el puesto, e incluso dice haberle hablado bien a sus contactos en el Ministerio de Gobernación. Pelayo, sin dejar de mostrarse agradecido, mantiene la cautela, asegurando que por ahora todo marcha según lo previsto.
Pero don Pedro no tarda en dejar claro que la política es un campo minado, y que si Pelayo quiere sobrevivir, debe protegerse a toda costa. “Todos tenemos puntos débiles”, le advierte con una calma que hiela la sangre. Pelayo, cada vez más tenso, entiende que lo están preparando para una jugada que aún no ha comenzado… o que quizá ya está en marcha sin que él lo sepa.
Don Pedro no especifica su amenaza, pero insinúa que los enemigos de Pelayo podrían estar dispuestos a todo con tal de verlo caer, incluso a recurrir a artimañas turbias. Aún más inquietante: le recuerda que su matrimonio con Marta no es suficiente para blindarlo. Pelayo, desconcertado, intuye que se está hablando de algo más personal, más íntimo… y peligrosamente manipulable.
Tras ese tenso cruce, Pelayo va directo a buscar a Marta. La encuentra en su despacho, concentrada en documentos. Pero él no quiere rodeos. Le cuenta todo lo que acaba de pasar con don Pedro. Marta, conociendo bien al anciano, sospecha que todo ha sido una prueba, una forma de tantear el terreno antes de que el nombramiento se concrete.
Pelayo le revela entonces un detalle que lo inquieta: don Pedro mencionó a Cobeaga y dejó caer la idea de que podrían intentar sabotear su candidatura con métodos poco limpios. Marta se indigna: “¿Está sugiriendo lo que creo que está sugiriendo?”, le espeta. Pelayo admite que no lo sabe con certeza, pero que la amenaza estaba implícita.
En ese momento, la conversación cambia de tono. Pelayo recuerda algo que dijo Miguel Ángel Vaca durante una cacería: que uno de sus puntos débiles era la falta de hijos, que su imagen como político se vería más fuerte si formara una familia completa. Marta, inmediatamente a la defensiva, se da cuenta hacia dónde va todo esto.
Pelayo le explica que no le corrigió la suposición a Vaca, y que después del comentario de don Pedro, pensó que tal vez tener un hijo podría ayudarles… a nivel político, pero también personal. Marta, profundamente afectada, no oculta su malestar. Le pregunta directamente si está considerando formar una familia por conveniencia.
Pelayo intenta suavizar el impacto: “No solo por eso”, responde. Dice que muchas personas deciden tener hijos sin tanta planificación, y que tal vez ellos también podrían hacerlo, por amor, por esperanza, o por protegerse del sistema que los rodea.
Pero Marta no puede procesarlo en ese momento. Se aparta, visiblemente dolida. Su silencio grita más que cualquier palabra. Pelayo, al verla marcharse, comprende que su propuesta ha abierto una grieta profunda en su relación. Una herida que quizás no se cierre fácilmente.
La conversación deja varias preguntas al aire:
- ¿Está Pelayo dispuesto a sacrificar incluso su vida personal por llegar al poder?
- ¿Se convertirá Marta en aliada o en obstáculo dentro de esa ambición?
- ¿Usará don Pedro la información que maneja para seguir moviendo hilos a su antojo?
En este avance exclusivo de Sueños de Libertad, queda claro que el poder tiene un precio. Que incluso los gestos más íntimos —un hijo, una conversación en pareja, una copa compartida— pueden transformarse en herramientas de presión, chantaje o estrategia.
Pero también nos muestra la vulnerabilidad de personajes como Marta, que aún luchan por mantener su integridad en un mundo donde todo parece estar en venta, y de Pelayo, quien aunque ambicioso, comienza a sentirse cada vez más atrapado en un juego que no controla del todo.
Mientras tanto, la historia se prepara para un nuevo giro. Con las elecciones acercándose, las alianzas familiares empezarán a crujir, y las viejas rencillas pueden volver con más fuerza. Porque si algo hemos aprendido de esta serie es que en Sueños de Libertad, la verdad siempre se esconde detrás de una sonrisa, y la traición puede llegar disfrazada de consejo.