*Spoiler: Jana regresa viva y desenmascara a Leocadia: la venganza final en La Promesa
En el oscuro corazón de La Promesa, cuando todo parecía desmoronarse tras la humillación pública de Adriano durante su gran fiesta, una figura inesperada emerge del abismo: Jana, viva, maltrecha, pero decidida a acabar con aquellos que quisieron enterrarla. La reaparición de la joven, a quien todos creían muerta, sacude hasta los cimientos de la Casa Luján.
Mientras Lisandro y Leocadia celebraban la caída simbólica del nuevo conde con una mezcla de cinismo y superioridad, creyendo haber ejecutado un golpe perfecto, la realidad empezaba a girarse en su contra. Lisandro, impaciente y hambriento de un daño más duradero, revela que tiene un plan aún más letal en marcha. Leocadia, aunque intrigada, empieza a notar que incluso su propia alianza con el duque podría volverse un arma de doble filo.
En paralelo, Rómulo, el fiel mayordomo, emprende una misteriosa huida nocturna con Emilia, la enfermera. Su despedida del marqués Alonso está cargada de dolor y secretos. Rechaza quedarse pese a las súplicas desesperadas del noble, dejando entrever que su misión va más allá del deber: tiene que ver con una promesa hecha y con una verdad oculta que puede cambiarlo todo. El contenido de la carpeta que lleva bajo el brazo, cuidadosamente custodiada, amenaza con desmontar la fachada de la nobleza y liberar fantasmas largamente reprimidos.
Petra, la doncella oportunista, los observa escabullirse y, sabiendo que ha presenciado algo importante, corre a informar a Leocadia. Pero lo que sigue no es una simple entrega de información: Petra se rebela. Cansada de jugar el papel de espía a cambio de promesas vacías, exige un pago real, poniendo a Leocadia entre la espada y la pared. Su lealtad ahora tiene precio.
Y mientras todo esto ocurre, los rumores del pasado vuelven a cobrar fuerza. Lope, Curro y Pía —cada uno con piezas clave del rompecabezas— comienzan a atar cabos, removiendo documentos, registros olvidados y relatos silenciados. Todos giran en torno a un solo nombre: Jana.
La verdad está por estallar, y con ella, caen máscaras. Leocadia sabe que está contra las cuerdas. Lisandro se prepara para dar su golpe maestro. Petra juega a dos bandas. Y Rómulo, Emilia y Jana se convierten en los portadores de una justicia aplazada durante años.
En el próximo capítulo de La Promesa, la venganza se sirve con nombres, fechas, venenos y traiciones. La caída de los Luján parece inevitable… y esta vez, será irreversible.