Kazim ha vuelto a dejarle claro a Suna que, ahora que ha vuelto a ser soltera, no puede ir donde quiera. Ni siquiera la ha dejado ir al gimnasio. Una vez más, le ha recordado que debe quedarse en casa… como si su vida ya no le perteneciera.

Pero lo que Suna no se esperaba era la visita de Ifakat. La mujer ha entrado sin avisar y, al verla llorando, le ha hecho una propuesta que lo cambia todo: “Debería haber sabido que Saffet te haría daño. Lo siento mucho, quiero compensártelo… devolviéndote la vida que mereces”.

Suna se ha indignado. No entiende a qué viene tanta disculpa de golpe. No cree ni una palabra. Pero entonces, ha llegado la noticia: Ifakat quiere que se case con Kaya. Según ella, esa es la única forma de convertirse en “la señora de la mansión”. Dice que Suna tiene la oportunidad de ocupar el lugar que siempre debió ser suyo…

Suna, enfadada, le ha recordado a Ifakat que Seyran es su hermana y que la quiere. Pero ella le ha insistido en que, si no lo hace, Kazim la acabará casando con quien él quiera.

“Fíjate en cómo Ferit defiende a Seyran. Tú también podrías plantarle cara a tu padre… incluso a Seyran, si te lo propusieras”, le ha soltado Ifakat antes de marcharse, dejando a Suna desconcertada.

¿Aceptará el juego de poder o se mantendrá fiel a su hermana, aunque eso signifique renunciar a todo?