⚠️ Spoiler: “Ferit recibe una amenaza anónima y Seirán se enfrenta a una verdad devastadora”
Este episodio comienza con Tarik confesándole a Safet que teme profundamente a una mujer que cree que podría ser una psicópata. Safet, sin embargo, tiene otros planes: quiere huir con Seiran y Suna, lejos de todos los problemas, y asegura tener todo organizado. Aunque Tarik le pide que no se precipite, Safet está decidido. Dice que Suna aún no lo ama, pero confía en que pronto sucederá.
Mientras tanto, Abidín recibe un paquete sospechoso destinado a Ferit. Dentro hay un teléfono que necesita una clave. Ferit, al enterarse, recuerda una nota en el bolsillo de su pantalón que podría contener esa clave. Al usarla, desbloquea el móvil y encuentra un inquietante mensaje: “No confíes en nadie, ni siquiera en los más cercanos”.
En la cocina, Seirán y Sefika están ocupadas cocinando cuando Ferit se comunica para saber si ella está allí. Poco después, Ferit llega a ver el teléfono en persona y, pese a las advertencias de Abidín, insiste en encargarse él mismo. Le pide a Abidín que se tome el día libre y prepare su compromiso de esa noche.
Seirán y Ferit comparten un momento íntimo y tierno mientras desayunan juntos, aunque él se preocupa por su salud. Seirán le revela que planea consultar a otro médico para tener una segunda opinión sobre su condición, y le pide a Ferit que no la acompañe. Necesita hacerlo sola, sin preguntas, sin compasión.
Por otro lado, Gulgun mantiene una tensa conversación telefónica con Meside, una mujer que exige venganza y exige que le entreguen a Hatouch si quiere que su hijo esté a salvo. Gulgun se queda atrapada entre la lealtad y la amenaza.
Mientras tanto, Tarik y Safet reciben ayuda de un hombre misterioso llamado Taidar, que los protege, aunque sus intenciones no están claras. Cuando Tarik se marcha en una motocicleta, Safet se prepara para quedarse en la casa, aunque con cierto temor a la mujer que habita allí.
En la empresa, Orhan intenta reconciliarse con su padre Jalis, quien le agradece el gesto y lo abraza, aunque sus verdaderos sentimientos son de desconfianza. Para él, su hijo aún no ha demostrado ser digno de su confianza.
Seirán, por su parte, acude a una clínica con escolta. La doctora le da buenas noticias sobre sus cicatrices, pero Seirán también le entrega un folder con resultados preocupantes. La médica le recomienda más pruebas y confidencialidad total.
En ese mismo lugar aparece Tarik, quien observa todo y logra pedir una cita con el mismo médico, fingiendo casualidad. Luego se encuentra con Seirán en un pasillo. Ella lo reconoce como el hombre que disparó a Ferit y entra en pánico, pero él insiste en que no tiene malas intenciones y que su encuentro fue fortuito. Asegura haber leído su diagnóstico y dice lamentar lo que le sucede. Luego se marcha, dejando a Seirán más confundida.
Ferit se reúne con Suna y le revela que Safet fue quien le envió el mensaje y quiere hablar con ella. Suna recuerda cuando su padre la llevó a casa de Safet para obligarla a casarse. Pese al trauma, acepta el encuentro, pero con la condición de que Ferit no la deje sola con él.
La tensión crece en casa de Hatouch, donde Esme anuncia que se marcha. Antes de irse, se enfrenta a Casín, quien intenta chantajearla para que no se divorcie. Esme le dice que, si debe seguir fingiendo por un tiempo más para reunir fuerza, lo hará, pero un día le contará todo a sus hijas y se liberará.
Más tarde, Seirán recibe el diagnóstico devastador: su enfermedad es real y grave. El médico le sugiere acudir a un psiquiatra. Ella sale del consultorio devastada, pide estar sola y se aleja momentáneamente. En ese instante, Tarik vuelve a aparecer, intentando calmarla, pero Seirán lo rechaza con fuerza y amenaza con llamar a la policía. Él insiste en que no quiere hacerle daño, que solo fue una coincidencia.
Ferit le dice a Suna que el enemigo al que se enfrentan está muy cerca y que necesita la información de Safet. Suna acepta enfrentarse a su pasado por el bien de Seirán. Mientras tanto, Hatouch confronta a Suna con una bofetada, acusándola de acercarse demasiado a Ferit. Suna, dolida, le recuerda que Jalis tiene parte de la culpa de lo que Seirán está viviendo.
Gulgun llega a casa y abraza a Ferit, diciéndole que lo quiere y que haría cualquier cosa por él. Seirán regresa y le dice a Ferit que recibió buenas noticias del médico y que todo estará bien. Le pide que cuide también de sí mismo. Ferit le propone unas vacaciones en caravana. Ella sugiere Antep, aunque ambos reconocen que podrían abandonar todo por amor.
Después, mientras Seirán le dibuja un retrato a Ferit, él se queda dormido. Cuando despierta, quiere ver el dibujo, pero ella le pide que espere. En ese momento, Ferit recibe un mensaje de Safet preguntando si Suna aceptó hablar con él.
En casa, Suna discute con Kaya, quien la acusa de esconder cosas y de seguir confiando en Ferit más que en él. Suna, por su parte, lo acusa de infiel y egoísta. Terminan en una amarga discusión donde Suna deja claro que sus heridas son profundas y que Kaya nunca podrá entenderlas.
Ferit y Seirán, intentando recuperar un poco de paz, se miran con ternura mientras sueñan con una vida más simple, con hijos y sin miedo. Pero el peligro sigue acechando en cada esquina, y los secretos aún no revelados podrían cambiarlo todo.