Spoiler: “Catalina salva a Rafaela y Lope revela al Capitán de la Mata. En La Promesa, el dolor, el miedo y la esperanza se entrelazan en una noche inolvidable”

La tensión se apodera de La Promesa cuando Rafaela, la hija de Catalina, cae gravemente enferma con una fiebre que no cede. Catalina y Adriano, desesperados, intentan salvarla con remedios caseros, pero todo resulta inútil. En ese momento de crisis, Leocadia, marcada por el rechazo social tras su conflicto con el marqués de Andújar, decide actuar. Con el deseo de redimirse, les regala un automóvil Hispano-Suiza, que resulta clave para emprender una arriesgada carrera nocturna hacia Puebla de Tera, en busca del doctor Guillén.

Mientras tanto, Lope regresa del palacio del Duque de Carril con noticias devastadoras: ha visto con sus propios ojos al temido Capitán de la Mata, el verdugo de Jana y Curro, conspirando con el duque. Esta revelación siembra el pánico entre el pequeño círculo de confianza en la finca. Lo que parecía una simple misión fallida se convierte en el descubrimiento de una amenaza estructural que alcanza a la nobleza y al ejército, una red de poder y corrupción mucho más grande de lo que imaginaban.

Simultáneamente, en el despacho de Cristóbal, Ricardo y Santos, forzados a trabajar juntos, descubren un compartimento secreto que esconde un libro de cuentas y fotografías comprometedoras. Entre los documentos, aparecen nombres codificados como “S.G.” y “C.M.”, que conectan al Capitán de la Mata con el joven Samuel y sugieren una red de tráfico de influencias que salpica a varios personajes, incluido el propio padre de Ricardo.

Petra, siempre calculadora, manipula a María para que use el teléfono del marqués e investigue el paradero de Samuel. Lo que María descubre al llamar al obispado es aún más alarmante: Samuel fue “transferido” a manos de un misterioso benefactor militar, lo que apunta, inevitablemente, a Ignacio de la Mata. Con el corazón en un puño, María entiende que Petra la ha empujado a descubrir una verdad peligrosa que ahora la hace cómplice silenciosa.

Mientras todo eso sucede, los sentimientos florecen en lugares prohibidos: Curro y Ángela, sabiendo que su amor no tiene lugar bajo la estructura rígida de La Promesa, deciden seguir viéndose en secreto, sellando un pacto entre susurros y besos robados. A su vez, Manuel empieza a sospechar que Enora, la nueva ayudante del taller, esconde mucho más de lo que muestra. Su comportamiento meticuloso y su insistente mención a un “tío” misterioso hacen pensar que ella también forma parte de una trama oculta.

En medio de tantas tensiones y secretos, el coche de Leocadia llega a tiempo a Puebla de Tera. Adriano, al borde de la desesperación, convence al doctor Guillén para que regrese con ellos. El médico logra estabilizar a Rafaela con una inyección de nuevos medicamentos, traídos de Alemania. La niña sobrevive, y el alivio colectivo es tal que por unas horas desaparecen las diferencias entre nobles y sirvientes. Catalina, rota por la emoción, busca entre la multitud a Leocadia y le da un abrazo sincero, agradeciéndole por haber salvado a su hija. Por primera vez en mucho tiempo, Leocadia se siente parte del hogar.

Pero la calma es solo aparente. Aún resuenan las palabras de Lope sobre el Capitán de la Mata, y los documentos encontrados por Santos y Ricardo indican que La Promesa está inmersa en una red de corrupción que apenas comienza a desenredarse. La nueva cercanía entre Santos y Ricardo, que hasta ahora eran enemigos acérrimos, está marcada por el miedo compartido de saberse atrapados en una conspiración mucho mayor.

Con el amanecer, La Promesa celebra una pequeña victoria: la vida de una niña ha sido salvada y una mujer desterrada ha sido reivindicada. Pero las amenazas siguen latiendo bajo la superficie: el paradero de Samuel, la verdadera identidad del tío de Enora, la reaparición del Capitán, y los intereses ocultos del duque de Carril. Todo indica que lo peor aún no ha llegado.

Y mientras el sol ilumina las viejas piedras de la finca, todos en La Promesa se preguntan lo mismo: ¿será este el amanecer de la redención o el preludio de una nueva catástrofe?