Vas a seguir aire distante – Spoiler del capítulo
Hoy les traigo un adelanto intenso y lleno de emociones sobre el tenso encuentro entre Marta y Pelayo, una escena que deja al descubierto grietas profundas en su relación. Todo se desarrolla en un pasillo donde el silencio se vuelve protagonista y cada palabra pesa como una carga emocional. Marta, notando el comportamiento frío de Pelayo desde que regresaron del aeropuerto, decide enfrentarlo. Le lanza la primera pregunta, aparentemente casual: “¿De dónde vienes?”. La respuesta de Pelayo, seca y sin mayor explicación, es que acaba de dejar a María en su habitación y que ahora irá a hacer unas llamadas. Esa evasiva alimenta la angustia de Marta.
Sin contener más sus sentimientos, Marta le reprocha directamente el distanciamiento. Le dice, con el corazón en la mano, que desde que volvieron del viaje apenas le ha hablado. Pelayo, manteniendo su tono distante, lanza una frase cargada de ironía: ni siquiera llegaron a la carretera general, una metáfora cruel que hace alusión a que ella abandonó sus planes antes de siquiera intentarlo de verdad.

Marta, herida pero firme, lo acusa de evitarla intencionadamente. Le dice que vuelve tarde a propósito para no verla, que ya ni intenta entenderla, y que su decisión de frenar lo que estaban construyendo no fue tomada a la ligera, sino meditada y dolorosa. Pelayo, aunque herido, no se queda callado. Le confiesa que también le dolió ver desmoronarse los planes de una vida juntos. A pesar de que Marta aún cuenta con el respaldo político del gobernador, le aclara que su dolor no tiene que ver solo con eso, sino con una pérdida mucho más personal.
En un momento más vulnerable, Pelayo admite que soñaba con tener una familia con ella, no por conveniencia política ni por imagen pública, sino porque realmente creía en ese proyecto de vida compartido. Ahora, con la ruptura, dice que seguirá adelante con su candidatura, aunque sea cuesta arriba.
Marta, intentando reconstruir puentes, se disculpa. Le recuerda que no es la primera vez que enfrentan una crisis, y que en el pasado han salido adelante gracias a la sinceridad, el afecto y la confianza mutua. Le lanza una pregunta cargada de esperanza: “¿Tú crees en eso?”. Ella todavía cree. Pelayo le responde que sí, pero que necesita algo de tiempo para procesarlo todo. Sin añadir más palabras, se aleja, dejándola sola.
Marta entra en su habitación con el rostro nublado por la tristeza y la duda. El silencio vuelve a envolverla, y queda claro que la distancia emocional entre ambos no es solo por lo ocurrido en el aeropuerto. Marta comienza a sospechar que hay algo más detrás del frío comportamiento de Pelayo, algo que va más allá de un simple desencanto amoroso.
Una escena intensa que revela que, aunque los sentimientos aún existen, la desconfianza y el dolor empiezan a formar una barrera que parece cada vez más difícil de derribar.