Spoiler: El viaje a Londres – una decisión que lo cambia todo
En este capítulo lleno de emociones contenidas y confesiones profundas, Fina recibe la inesperada visita de Digna, quien entra con la intuición afilada de alguien que ha conocido a la otra durante muchos años. Desde el primer momento percibe que Fina tiene algo en la cabeza, algo que la inquieta. Tras unas palabras preliminares, Digna va al grano y le pregunta si está preocupada por el viaje de Marta. Fina, sorprendida, le responde con cautela, pero finalmente decide confiarle un secreto importante.
El motivo real del viaje no es simplemente una luna de miel o un compromiso profesional. Fina le revela a Digna que Marta se va a Londres para someterse a un tratamiento de fertilidad. Su objetivo es quedar embarazada. Este giro inesperado desconcierta a Digna, quien no tarda en hacer una reflexión: tener una familia no estaba en los planes de Marta cuando eligió casarse con Pelayo por conveniencia política. Fina lo confirma. Pero lo que más pesa en sus palabras es lo que viene después: ella también formará parte, en la sombra, de la crianza del futuro hijo. Será como una especie de tía, o más bien, como lo que Digna ha sido para ella a lo largo de los años.
Fina habla con franqueza sobre el conflicto interno que la consume. Aunque formar una familia con Marta es un sueño que siempre ha tenido, la realidad es mucho más complicada. No sabe cuál será realmente su lugar cuando nazca ese bebé. Teme quedar al margen, como le ha ocurrido desde que Marta se casó. Sus dudas la atormentan, aunque reconoce que aceptó esta situación después de pensarlo mucho.
Ahora, sin embargo, ya es demasiado tarde para echarse atrás: Marta se va hoy. Y Fina, desgarrada, se culpa por no haber sido más firme. Se siente insignificante frente a las decisiones de Marta y carga con la culpa de no querer arrebatarle la posibilidad de ser madre por unas dudas que, según ella, son estúpidas. Digna, con su ternura habitual, la corrige: no hay nada de estúpido en lo que siente. Las emociones de Fina son válidas, y el miedo es comprensible ante una situación tan difícil y poco convencional.
En un momento de confesión aún más íntima, Fina se derrumba. Dice que está cansada de ser valiente todo el tiempo, de luchar siempre por todo, y de no poder vivir una vida normal. Digna la escucha con atención y, aunque admite que es imposible saber si lo que están haciendo es lo correcto, también le reconoce su coraje. A pesar de las dudas, de los desafíos, de los acuerdos dolorosos y de las decisiones poco ortodoxas, Fina y Marta han demostrado ser fuertes. Esta nueva prueba será solo una más que tendrán que superar.
El capítulo concluye con un mensaje esperanzador, pero también melancólico. Fina desea, casi como un ruego, que Digna tenga razón. Que lo que viene valga la pena. Que no se equivoquen. Porque, al final, lo único que busca es tener un lugar en la vida que han construido juntas, aunque sea desde la sombra.
Un episodio que nos recuerda que el amor verdadero a veces exige silencios, sacrificios y una valentía agotadora.