Lope rivela di essere un poliziotto sotto copertura e smaschera i malvagi del palazzo || La Promessa

Spoiler: Un episodio cargado de tensiones y revelaciones en La Promesa

¡Hola a todos! Soy Diego y hoy os traigo un episodio de La Promesa lleno de emociones intensas y giros inesperados que dejarán a todos con el corazón en vilo. Todo comienza tras el matrimonio de Catalina y Pelaio, un evento al que Lope asiste sin invitación, lo que le traerá serias consecuencias.

Lope será llamado de inmediato al despacho de Ricardo, quien le comunicará que debe abandonar su puesto en la casa. La orden viene directamente de Cruzz, furiosa por la intromisión del cocinero en un asunto tan delicado. Piqué intentará pedir perdón, suplicando una segunda oportunidad, pero sus palabras caerán en saco roto.

Antes de partir, Lope tomará una decisión valiente: entrará sin permiso en los aposentos de la marquesa, donde revelará su verdadera identidad y expondrá un secreto terrible que conoce sobre ella, desenmascarándola para siempre. Esta escena promete cambiarlo todo y convertir la historia en una batalla de poder, traición y lucha por la verdad. La tensión, el amor y el drama estarán presentes como nunca, y nada volverá a ser igual.

En la majestuosa finca de los Luyan, lo que debía ser un día de alegría se transformó en una jornada de emociones inesperadas para quienes trabajan allí. Lope, conocido por su carisma y su capacidad para unir a la gente, tuvo una idea que, al menos en su mente, llevaría un poco de felicidad al personal, siempre relegado a un segundo plano en las celebraciones aristocráticas.

La Promessa Anticipazioni Spagnole: Lope dice addio alla tenuta!

Decidió organizar un pequeño momento especial para que también ellos pudieran disfrutar, aunque solo fuera a distancia, del enlace. Para ello, la diminuta ventana de la cocina, que daba directamente al jardín, sería su entrada secreta para presenciar la ceremonia. Con palabras cuidadosamente elegidas y un toque de persuasión ligera, Lope convenció a los más reticentes.

” Nadie se dará cuenta”, les dijo con una sonrisa confiada y un brillo travieso en sus ojos. “Y además, ¿no merecemos también nosotros un poco de esta felicidad?” Al principio hubo dudas, pero la curiosidad y el entusiasmo acabaron ganando la batalla. Así, vestidos con sencillez, el personal se reunió en la cocina y, en silencio absoluto, se acercaron a la ventana, conteniendo la respiración para no ser descubiertos.

Desde allí contemplaron la escena en el jardín, iluminada por la dorada luz de la tarde. Por unos minutos, el trabajo, el cansancio y las injusticias de la vida en la finca parecieron desvanecerse. Lope, orgulloso de ese momento de complicidad, sintió una satisfacción profunda.

Pero lo que comenzó como un gesto inocente se tornó en una tormenta. Al día siguiente, Cruzz, alertada por una fuente anónima, descubrió lo ocurrido. Furiosa, convocó a Ricardo en el salón principal y, con voz cortante y mirada llena de indignación, le exigió que el cocinero fuera expulsado de inmediato.

“No he autorizado al personal a abandonar sus tareas para espiar un matrimonio,” afirmó con firmeza. “Esto es inaceptable. Punto.” Ricardo, siempre calmado y mesurado, intentó apaciguar a la marquesa, comprendiendo su disgusto, pero defendiendo a Lope.

“Lope es un excelente cocinero. Cometió un error, sí, pero quizás podamos encontrar una solución alternativa. Despedirlo me parece una medida excesiva, especialmente por algo así.” La mirada de Cruzz se estrechó, la voz vibrando de rabia.

“Un error. No, Ricardo. Es un desafío directo a mi autoridad. Si hoy cierro los ojos, ¿qué pasará mañana? No toleraré insubordinación. Quiero que se vaya, y hoy mismo. Punto.” Ricardo contuvo un suspiro pesado. Sabía que convencerla sería imposible.

“Marquesa, solo le pido que me permita hablar con él antes. Quizás podamos resolverlo sin llegar a tanto.” Pero Cruzz lo interrumpió, implacable. “No hay nada que discutir. Usted es el mayordomo, Ricardo. Hágale saber que está despedido y que debe marcharse de inmediato. Esto no es una sugerencia, es una orden. Punto.”

Ricardo guardó silencio unos instantes, consciente de que insistir podría costarle su propio puesto. Finalmente asintió y salió del salón con un peso en el corazón, caminando lentamente hacia su despacho con cada paso más pesado que el anterior.

Al cerrar la puerta tras de sí, se dejó caer en la silla e inhaló profundamente. No quería dar esa noticia, pero desobedecer una orden directa de Cruzz habría sido suicida. Llamó a una de las camareras para que enviara a Lope a su oficina.

Minutos después, el cocinero apareció con su habitual sonrisa amable, listo para bromear, aunque esa expresión se desvaneció al ver el rostro serio y tenso de Ricardo. “Ricardo, ¿qué pasa? Pareces haber visto un fantasma,” intentó bromear para romper la tensión.

Ricardo negó con la cabeza y posó las manos sobre la mesa con lentitud. “Lope, por favor, siéntate.” Lope frunció el ceño, obedeciendo. “Me estás preocupando, ¿qué ha pasado?”

Ricardo guardó silencio un momento, eligiendo cuidadosamente sus palabras, y luego habló con voz firme, pero cargada de tristeza. “Cruzz ha descubierto lo que ocurrió ayer. Alguien le informó que todo el personal estaba en la cocina viendo el matrimonio de Catalina. Está furiosa, Lope.”

Los ojos de Lope se abrieron, llenos de incredulidad y culpa. “¿Cómo pudo enterarse? Nadie nos vio, fuimos muy cuidadosos.” Ricardo se volvió hacia la ventana y miró al jardín como buscando una respuesta. “No importa cómo lo supo. Lo sabe y exige medidas drásticas. Quiere que te marches de inmediato. Punto.”

Las palabras cayeron como un mazazo. Lope quedó paralizado, casi sin poder respirar. Luego negó con la cabeza, intentando contener un oleaje de indignación.

“Esto es absurdo. No hice nada malo, Ricardo. Solo quería regalar un momento de alegría a los demás. Aquí nunca sucede algo así. No dañé a nadie. Me despiden por una tontería. No es justo. Punto.”

Ricardo bajó la mirada, con un dejo de pesar. “Estoy contigo, Lope. Se lo dije, intenté hacerle entender, pero Cruzz es inflexible. Para ella, lo que hiciste es un desafío a su autoridad y no piensa dar marcha atrás. Punto.”

Lope se levantó de golpe y comenzó a pasear por el despacho, como una fiera enjaulada. “Esto es ridículo. Después de años sirviendo a esta casa, preparando cenas perfectas y organizando eventos sin fallos, ahora me echan por esto.”

Ricardo se acercó y le puso la mano en el hombro en señal de apoyo. “Sé lo que has dado a esta casa y cuánto te importan sus habitantes. Pero te ruego que escuches, que obedezcas, que no empeores las cosas. A veces pelear contra ciertas decisiones solo trae más dolor. Punto.”

Lope se apartó lentamente, con los ojos brillantes de frustración. “Así termina todo, ¿no? Debo dejar atrás a las personas que considero mi familia.” Ricardo bajó la voz. “No quiero que te vayas, pero si te quedas, la guerra con Cruzz te destruirá. Mejor irte con dignidad. Eres un cocinero excepcional, Lope. Encontrarás un lugar donde te respeten y valoren. Punto.”

El cocinero permaneció en silencio unos segundos, con las manos apretadas y los hombros tensos. Luego, como si se rompiera algo dentro de él, exhaló un largo suspiro. “Está bien,” dijo al fin con voz baja. “Si eso quiere Cruzz, me iré. Pero recuerda, Ricardo, esta casa sentirá mi ausencia, aunque la marquesa nunca lo admitirá. Punto.”

Ricardo asintió lentamente, aliviado de que su amigo evitara un enfrentamiento directo. “Quiero que sepas que dondequiera que vayas, siempre tendrás mi apoyo. Punto.”

Sin añadir más, Lope salió del despacho para recoger sus cosas. Al caminar por los pasillos, sintió las miradas tristes y llenas de impotencia de sus compañeros. Algunos le ofrecieron sonrisas de ánimo, aunque el dolor en sus ojos decía más que mil palabras.

Con el corazón pesado, llegó a sus aposentos, mientras la noticia de su despido se propagaba como un incendio por la casa: en la cocina, los pasillos, los jardines, todos estaban enterados.

En ese momento, Manuel, que acababa de regresar de un paseo, fue detenido por una camarera que, con voz baja y vacilante, le informó: “Señor Manuel, Lope ha sido despedido. Punto.” Él se detuvo, frunció el ceño, sorprendido e irritado.

Manuel, movido por una indignación creciente, se dirigió rápidamente al despacho de su madre, con el corazón acelerado y cada paso más firme que el anterior. Abrió la puerta sin tocar y la encontró sentada, leyendo documentos con un rostro sereno y controlado.

Ella levantó la vista, sorprendida por la brusca entrada. “Manuel, ¿qué modales son esos? Estoy ocupada. Punto.”

“Esto no puede seguir así, madre,” replicó él, la voz tensa y cargada de rabia. “Acabo de enterarme de lo que hiciste con Lope. ¿Por qué? ¿Qué necesidad había de una medida tan cruel? Es uno de los mejores de esta casa.”

Cruzz dejó los papeles lentamente, enderezó la espalda y asumió su imponente autoridad. “Manuel, no debo rendir cuentas a ti. Lope sobrepasó límites que no debía tocar. Permitir que los sirvientes dejaran sus tareas para espiar una boda fue insubordinación. Como dije a Ricardo, no lo toleraré. Punto.”

Manuel la interrumpió incrédulo. “Lo insoportable es ver cómo usas tu poder con mano de hierro. Soy el marqués de Luyan, madre. Esta casa y sus reglas no son solo tuyas. Lo que hizo Lope no fue un desafío, sino un acto de humanidad. Punto.”

Los ojos de Cruzz se entrecerraron y su voz se volvió aún más cortante. “Humanidad. ¿Sabes lo que implica gobernar esta casa? No es con sonrisas y indulgencia, sino con respeto, disciplina y firmeza, cosas que aún no has aprendido. Punto.”

Manuel avanzó un paso, la ira visible en sus ojos. “¿Crees que el respeto se gana humillando a la gente? Lope no es solo nuestro cocinero, es parte del alma de esta casa. Él hace que todos se sientan menos oprimidos en medio de tantas pretensiones absurdas. Y tú lo echas como basura. Punto.”

Cruzz elevó la voz, el rostro tenso. “No tienes idea de lo que es mandar. Tu ilusión romántica de que todos somos una familia es ridícula. Son empleados, y ellos obedecen. Quien no lo haga, afronta las consecuencias. Punto.”

Manuel cruzó los brazos con amargura. “¿De verdad crees que la estabilidad de esta casa depende de castigar a Lope por regalar un momento de felicidad? Eso no es disciplina, es control obsesivo. Usas el miedo para gobernar y solo alimentas tu ego. Punto.”

Cruzz avanzó con mirada helada. “En este mundo, poder y miedo van de la mano. Si dejas impune una falta, el caos se extiende. Punto.”

Manuel negó con la cabeza, conteniendo la ira. “El caos ya reina aquí, madre, pero no por Lope. Es culpa tuya. Porque no gobiernas con respeto, sino con terror, y eso se volverá contra ti.”

Se dio la vuelta, pero volvió a mirarla, firme. “Quien no te obedece no rompe reglas, hiere tu orgullo. Eso no es liderazgo, es tiranía. Punto.”

Cruzz cruzó los brazos, con los ojos brillando de furia. “Y tú, Manuel, siempre defendiendo a esos criados como si fueran iguales a nosotros. ¿De verdad arriesgarías tus responsabilidades por un cocinero? Tu ingenuidad me repugna y tu arrogancia me humilla. Punto.”

Manuel bajó la voz, pero con cada palabra llena de indignación. “Yo creía que eras diferente, madre. Pensaba que respetabas a quienes mantienen esta casa. Hoy me demostraste que solo te importa tu propio interés.”

Con el rostro tenso y la mirada ardiente, Manuel salió sin decir más. Cruzz permaneció inmóvil, sus palabras resonando en el aire como un eco amargo. Su expresión no cambió, pero bajo esa máscara de hielo, un sutil nerviosismo comenzaba a aflorar.

Mientras tanto, Lope, dividido entre dolor y rabia, planeaba en silencio su siguiente movimiento. No abandonaría la finca Luyan sin antes enfrentar a la marquesa, mirarla a los ojos y recordarle que toda acción tiene consecuencias. Para él, esto era cuestión de honor.

Al caer la noche, impecable en su uniforme, Lope recorrió con paso firme los pasillos hasta llegar a los aposentos privados de Cruzz. Tocó la puerta dos veces y, sin esperar respuesta, entró. “¿Qué insolencia es esta, Lope? ¿Te presentas sin permiso en mis habitaciones?” preguntó ella, girándose con una mirada afilada como un cuchillo.

La Promessa Anticipazioni Spagnole: Lope sarà protagonista di una nuova  storia d'amore... ancora una volta tormentata!

Lope cerró la puerta detrás de sí, cruzando los brazos. “He venido a saludarla, marquesa, pero antes creo que es momento de revelarle ciertas verdades que prefiere ocultar bajo su manto de nobleza. Punto.”

Cruzz respondió con una sonrisa fría: “¿Ah, sí? ¿Y cuáles serían? Habla claro y lárgate. No tengo tiempo para quejas de un ex empleado. Punto.”

Lope dio un paso adelante, con la mirada fija. “Sé lo que hizo. Cree que todos aquí somos ciegos o tontos, pero no. Ensució sus manos para proteger su nombre y la muerte de Thomas. Fue demasiado cómoda, ¿no cree? Estoy seguro de que usted tiene mucho que ver. Punto.”

Por un momento, el rostro de Cruzz palideció, pero recuperó su compostura gélida. “Acusas sin pruebas. Patético. ¿Quién te crees? Un cocinero despedido por romper las reglas. No sabes de lo que hablas. Punto.”

Lope inspiró profundamente, su voz firme y determinada. “Sí, soy solo un cocinero, marquesa, pero no un tonto. Sé que la verdad siempre sale a la luz. Alonso verá quién es usted realmente y entonces pedirá el divorcio. Solo quedará un recuerdo amargo, vacío y olvidable. Punto.”

Esas palabras la golpearon como un puñetazo. Cruzz disfrazó el miedo con una falsa seguridad que se transformó en ira. “¿Estás loco? No tengo nada que temer de ti ni de nadie. Sal ahora o llamaré a los guardias. Punto.”

Lope dio un paso, sin apartar la mirada. “Tome esto como una advertencia. Puede que me haya echado de esta casa, pero ahora me tendrá como enemigo y no descansaré hasta que el mundo sepa la verdad. Punto.”

Sin más, se dio la vuelta y se marchó. Al cerrarse la puerta, Cruzz volvió a sentarse frente a su tocador. Sus manos temblaban ligeramente, traicionando el nerviosismo que su rostro negaba.

Las palabras de Lope resonaban en su cabeza como un tambor inquietante. Él sabía demasiado, demasiado como para ignorarlo.

Related articles

La Promesa Capítulo completo martes 12 de agosto; Curro acusa a Lorenzo ante Fuentes.

La promesa avances. ¡Hola a todos! Hoy les traemos un nuevo video con los adelantos más completos para el episodio del martes 12 de agosto de 2025…

¡VERA SE DERRUMBA EMOCIONALMENTE! – LA VERDAD QUE NADIE ESPERABA – LA PROMESA AVANCES

La promesa avances. ¡Atención! Prepárense para vivir momentos que dejarán sin aliento en los próximos capítulos de La Promesa. Adriano romperá todas las expectativas al descubrir y…

LA PROMESSA: UNA VERITA’ CHE SCONVOLGE CURRO.. UNA DECISIONE INASPETTATA

La promessa anticipazioni. Un trueno lejano rompe el silencio de La Promessa. Los cascos de una carroza resuenan sobre el empedrado mojado, mientras nubes amenazantes se acumulan…

PETRA VS. CRISTOBAL! – THE CONFRONTATION NO ONE HAD FORESEEN – THE PROMISE

La promesa avances. Prepárense porque lo que viene en los próximos episodios de La Promesa va a dejarles sin aliento. Adriano superará todas las expectativas al desvelar…

LA PROMESSA ANTICIPAZIONI: IL SEGRETO CHE LASCIA CURRO SENZA PAROLE:” TUA MADRE E’ VIVA..”

Attenzione, qualcosa di sconvolgente sta per accadere a La Promessa. Nei prossimi episodi, un nuovo elemento entrerà silenziosamente in scena, ma il suo impatto sarà devastante e…

LA PROMESSA: UN TERRIBILE SEGRETO CHE FA TREMARE LA TENUTA.. JANA RIVELA CHE..

La promessa anticipazioni. Un tuono lontano rompe il silenzio della tenuta de La Promessa, mentre i zoccoli di una carrozza risuonano sul selciato bagnato e nuvole minacciose…