Spoiler – Hola a todos, hoy estamos aquí con un nuevo vídeo de adelantos de Sueños de libertad para el miércoles 13 de agosto de 2025
En el capítulo que veremos este miércoles, la determinación de Gabriel de denunciar a Brosart provoca un profundo malestar en la compañía francesa. Durante las reuniones, los gestos y miradas de sus colegas revelan desconcierto y frialdad, acompañados de un claro rechazo. Nadie aplaude su gesto ni reconoce su supuesta valentía; más bien, se percibe que están midiendo si sus declaraciones suponen un riesgo para los intereses que llevan años protegiendo con alianzas y negocios cuidadosamente cultivados.
Gabriel, sin embargo, no se echa atrás. Sostiene que su decisión forma parte de una estrategia bien pensada para reforzar su posición en Perfumerías de la Reina. Habla con aplomo, convencido de que en el mundo de los negocios la audacia es un activo valioso. Pero la realidad se encarga de recordarle que, para muchos, la audacia roza la imprudencia, y que lo que para él es un paso firme hacia el futuro, para otros es una amenaza a la estabilidad existente.
En otro frente, Pedro enfrenta a Damián con la poca fuerza física que le queda, pero con toda la determinación de su corazón. Está seguro de que Damián es responsable de la aparición repentina de José Gutiérrez, un regreso que presagia conflicto más que reconciliación. Sus palabras son duras y cargadas de un compromiso inquebrantable: nada ni nadie lo alejará de su hermana. Reflexiona que hay vínculos familiares que resisten distancia y tiempo. Sin embargo, su enfermedad se manifiesta de forma repentina, debilitándolo ante los ojos de Damián, que comprende que no siempre la voluntad basta para ganar una batalla: a veces, la resistencia física es la que dicta el final.
Gabriel, por su parte, se siente fortalecido tras la disculpa humilde y temblorosa de Andrés, que interpreta como una victoria personal. Con ese aire triunfal, se presenta ante María como si ya hubiese cumplido lo acordado. Pero ella lo detiene y le recuerda, con firmeza, que aún no ha cumplido su compromiso en lo referente a Begoña. En el terreno del poder, las promesas sin cumplir pesan más que las ya saldadas, y solo las acciones concretas pueden sostener la confianza.
Mientras tanto, Gaspar atraviesa un momento emocionalmente intenso al decidir leer una nueva carta de Manuela. Sus manos tiemblan, mezcla de nervios y temor a volver a sentir dolor. El contenido, sin embargo, es frío y distante, apagando cualquier esperanza. Esa decepción lo lleva a tomar una decisión definitiva: no seguirá invirtiendo en una relación que lo deja vacío. Llega a la conclusión de que, en ocasiones, la verdadera fortaleza está en saber cuándo dejar de esperar.
En otro escenario, Gema y Joaquín intentan dialogar con los padres del niño que acosa a Teo. Buscan un entendimiento, pero reciben como respuesta indiferencia y minimización: “son cosas de niños”, dicen, ignorando el daño emocional que sufre Teo. La frustración de Joaquín crece, mientras Digna le propone actuar directamente, recordándole que, a veces, la justicia hay que ir a buscarla.
Presionado por María, Gabriel se acerca a Begoña con una táctica calculada: hace preguntas aparentemente casuales para conocer sus miedos reales. Con paciencia, consigue que ella baje la guardia y le revele un doloroso recuerdo de su pasado con Jesús. Ese momento hace que Gabriel entienda que no puede apresurarla; el amor es como un cultivo que solo crece sobre el terreno fértil de la confianza.
Teo, atrapado en una situación que no mejora, le confiesa a Raúl el sufrimiento que vive en la escuela. Pese a los intentos de sus padres, nada ha cambiado. Raúl escucha y decide actuar con firmeza, consciente de que algunos problemas empeoran cuando se afrontan con tibieza.
En otra parte, Irene, motivada por el apoyo de Damián, se anima a mostrarle a Cristina una imagen que podría contener las respuestas que lleva tiempo buscando. Una pequeña pista que podría esconder una gran verdad, esperando ser descubierta por quien sepa mirar con atención.
Andrés asegura a Damián que su conflicto con Gabriel está resuelto, y aunque Damián se siente aliviado, Andrés no logra disipar sus propias sospechas hacia su primo. Esas dudas se intensifican cuando María anuncia que un abogado gestionará el patrimonio de Julia. Andrés sabe que, en asuntos legales, las casualidades rara vez existen.
Cristina, buscando apoyo, se refugia en Luis, quien intenta levantarle el ánimo recordándole que siempre hay una salida, incluso en las noches más oscuras. Pero Luz los sorprende en una actitud cercana que siembra en ella la semilla de la desconfianza, una semilla que, una vez plantada, rara vez deja de crecer.
Al mismo tiempo, don Pedro idea un plan para citar a José Gutiérrez en un lugar apartado, usando una excusa como señuelo. El motivo de esta reunión sigue siendo un misterio, pero queda claro que un encuentro así puede ser el escenario de una revelación incómoda o de un movimiento calculado.
Begoña, tras una conversación reveladora con Marta, siente que no puede seguir postergando sus verdaderos deseos. Esa misma noche, impulsada por una mezcla de miedo y determinación, decide buscar a Gabriel. Está lista para dar un paso al frente, sabiendo que las segundas oportunidades para lo que el corazón ansía no suelen presentarse dos veces.
Así concluye el adelanto de este miércoles. Esperamos sus comentarios sobre lo que les parece este episodio y, por supuesto, no olviden suscribirse para seguir acompañándonos.