📜 SPOILER – Hola amigos, hoy les traigo el avance del capítulo 373 de Sueños de Libertad
La historia arranca en el laboratorio, donde Cristina le cuenta a Luis que ha descubierto la verdad sobre su padre biológico. En plena conversación, suena el teléfono. Luis responde con un “Laboratorio, dígame”, y al otro lado está la madre de Cristina, que pregunta si habla con Don Luis. Tras confirmarlo, ella le explica que necesita hablar con su hija. Luis le pasa el auricular a Cristina y ahí viene la noticia inquietante: Pepe no ha vuelto. Es más, el presidente de la comunidad tuvo que entrar en la portería para recoger la llave del ascensor, porque un técnico que fue hoy se encontró todo vacío. Cristina, atónita, pregunta cómo es posible que se haya ido así, sin decir nada. La madre le dice que será necesario buscar otro portero, algo extraño teniendo en cuenta que Pepe trabajó allí toda su vida.
Cristina confiesa que no entiende nada. La madre, intrigada, le pregunta por qué está tan pendiente de él. Cristina responde titubeando: le sorprende que Pepe no le avisara para cancelar su cita y que se marchara sin despedirse. Supone que quizás le ofrecieron un trabajo mejor y que, como persona humilde, no dudó en aceptarlo aunque eso dejara a todos en la estacada. La madre promete avisarle si se entera de algo más.
Al colgar, Luis nota la expresión de desconcierto en Cristina y le pregunta si pasó algo. Ella responde con pesar: Pepe se fue sin dejar rastro y siente que perdió la oportunidad de conocer a su padre. Luis le recuerda que, en realidad, lo ha tenido cerca toda su vida, pero Cristina insiste en que ahora era el momento de decirle que sabía quién era.
Más tarde, Cristina va a visitar a Irene. Ella la recibe con calidez y le pregunta cómo está. Cristina le cuenta que Pepe no solo faltó a la cita, sino que parece haberse marchado definitivamente. Irene no lo puede creer y le dice que eso no tiene sentido. Cristina, con enojo, afirma que es cobardía, recordando que ya desapareció una vez. Irene le recuerda que en realidad nunca se fue del todo, que aceptó el puesto de portero para estar cerca de ella, y que su marcha repentina no encaja.
En ese momento, Damián entra interrumpiendo la charla. Cristina se retira hacia secretaría, y él pregunta a Irene si está bien. Ella le cuenta que acompañó a Cristina a la cita con José, pero que él no apareció. Irene relata que Cristina le ha dicho que Pepe recogió sus cosas y se marchó. Damián, confundido, pregunta qué pudo motivar algo así, sobre todo después de que justo el día anterior visitara a su hija. Irene se pregunta si pudo pasarle algo.
La tensión crece y, tras percibir un gesto extraño en Damián, Irene le pide sinceridad. Él confiesa que hace unos días contactó a José para que hablara con Cristina y le dijera que era su padre, pero José lo convenció de que era mejor dejar las cosas como estaban. Explica que supo la verdad gracias a las pesquisas de un detective, Ángel Ruiz. Irene, sorprendida, le exige saber desde cuándo lo sabía. Él admite que desde hace unas semanas. Ella le reprocha no habérselo contado, y él responde que quería evitarle más dolor.
Damián añade un dato clave: cuando Irene estaba embarazada, Pedro amenazó a José para que desapareciera, y teme que haya vuelto a hacer lo mismo. Explica que José nunca quiso irse del todo y que buscó trabajo cerca de Cristina para estar presente en su vida, pero que el miedo a Pedro lo frenó. Irene, herida por las omisiones de Damián, lo compara con su hermano y lo echa.
Horas más tarde, Don Pedro llega a secretaría quejándose de papeleo. Irene, evitando mirarlo, lo detiene antes de que entre en su despacho para preguntarle si tuvo algo que ver con la desaparición de José. Él se hace el desentendido, asegurando que hace casi 30 años que no sabe nada de él. Irene explica que Cristina había concertado un encuentro para decirle que sabía la verdad, pero que José dejó su trabajo y desapareció sin rastro.
Pedro responde con desdén, diciendo que José siempre ha sido así: un oportunista que se va sin avisar. Irene insiste y lo acorrala con otra pregunta: si tuvo algo que ver también cuando eran novios y ella estaba embarazada. Pedro lo niega, pero Irene lo interrumpe exigiendo una respuesta clara: “¿Sí o no?”. Lo acusa de haberlo amenazado para que se fuera y así ella tuviera que dar a su hija en adopción.
Pedro intenta desviar culpando a Damián de inventar todo para alejarla de él y conquistarla. Ante esto, Irene le da una bofetada, llorando, y le recrimina haberla hecho creer que siempre actuaba por su bien. Le asegura que ahora entiende que jamás le ha importado. Pedro insiste en que la quiere por ser su única familia, pero ella, con el corazón roto, responde que ya no lo es.
Pedro intenta disculparse y retenerla, pero Irene, decidida, se aleja sin darle otra oportunidad. La tensión queda flotando, dejando abiertas muchas incógnitas sobre la desaparición de José y las verdaderas intenciones de Pedro.