⚠️ Spoiler – Ferit se ocupa de cerca de los preparativos de la boda

En la mansión Coran, la atmósfera se intensifica mientras Ferit lidera con determinación los preparativos del enlace entre Attuk y Alice Coran. Con cada paso, él no solo supervisa la ceremonia, sino que también carga con el peso de la familia. La influencia creciente de Attuk se vuelve innegable, marcando desde los arreglos florales hasta el comportamiento del personal, lo que genera incomodidad en Ifat y Nuket. Sin embargo, nadie se atreve a desafiarla por ser la favorita de Alice Coran.

Para aliviar tensiones, Ferit trae desde Gaziantep el ajuar de Attuk, compuesto por baúles repletos de objetos tradicionales que no solo simbolizan el matrimonio, sino la identidad y pasado de Attuk. La llegada de estos recuerdos emociona a Alice, pero desorienta a Suna, quien comienza a sentirse excluida. Pronto, descubre la cercanía entre Asuman y Doruk, su entrenador, lo que despierta en ella una mezcla de celos y sospechas.

Agobiados por la presión, Ferit y Seyran planean una escapada al aire libre con Abidín y Aisen. Lo que comienza como un respiro se torna tenso cuando detectan a dos hombres sospechosos siguiéndolos. Ferit toma medidas rápidas y estratégicas, llevándolos al mar para despistar a los perseguidores. Esta situación provoca nerviosismo en Aisen, pero también la acerca emocionalmente al grupo.

De vuelta en la mansión, Iacat enfrenta un dilema personal tras recibir la noticia de que está entrando en la menopausia. Movida por la urgencia de ser madre, se encuentra con Semud y le confiesa su deseo. Sorprendido, él le propone tener un hijo juntos. Aunque conmovida, Iacat aún no está lista para decidir.

Por otro lado, Kazım pasa un día con Cerrin eligiendo ropa para la boda. Su actitud coqueta derrite poco a poco la frialdad de Kazım, hasta que finalmente se besan. Ese gesto marca el inicio de un vínculo intenso y transformador para ambos.

En la mansión, el ajuar de Attuk se muestra por todos lados, lo que resulta abrumador para Seyran. Decide salir un momento, con el permiso de Tukuc. Durante su salida, Suna presencia una escena entre Aisen y Abidín que despierta su celos. Incómoda, le pide a Latif que les sugiera mantener distancia. Posteriormente, Suna se sincera con su hermana Seyran, confesándole que Kaya quiere divorciarse. La conversación despierta una profunda empatía entre ellas, reconciliándolas después de un largo distanciamiento. Su madre, Esme, las reúne con ternura, recordándoles la importancia de la unidad familiar en medio de los preparativos.

La noche de Gena llega con todo su esplendor. Alice Coran y Attuk brillan entre los invitados, pero bajo las apariencias festivas crece la tensión. La inminente toma de poder de Attuk en la mansión hace que muchos cuestionen su posición. Ferit refuerza la seguridad tras el incidente reciente con los perseguidores. Seyran se siente inquieta, pero valora la previsión de Ferit.

Esa misma noche, Kaya regresa y le confiesa a Suna que desea terminar su matrimonio. Dolida, Suna acude a Ifat, quien le plantea un juego de poder: cuando Attuk ya no esté, ella podría ser la señora de la mansión. Esta idea despierta en Suna una mezcla de ambición y temor.

Mientras tanto, Ferit y Abidín siguen a Kaya tras detectar que lo siguen. Lo encuentran en casa de Pelin, donde Serter irrumpe con sus hombres. La situación escala a una confrontación armada. Serter revela que Pelin lo manipuló, diciendo que su embarazo fue planeado desde el inicio para engañar a Ferit. Ferit logra desarmarlo, y más tarde, en el camino, Serter confiesa que Pelin orquestó todo. Ferit queda lleno de dudas.

Ya en la mansión, Seyran enfrenta a Pelin, quien admite haber utilizado a Serter para lograr su embarazo, afirmando además que Ferit era estéril. La revelación sacude a Seyran y la hace reconsiderar todo lo que creía. Aunque colérica, se retira en silencio, procesando el torbellino de emociones.

Mientras tanto, la muerte de Okes desencadena una ola de odio en Acne y su madre, quienes redoblan sus planes de venganza contra Alice Coran. El ambiente se torna más tenso que nunca.

Durante la celebración de la pedida de mano y la boda, la mansión se convierte en un hervidero de tensión encubierta. Aunque todo parece perfecto, las sonrisas ocultan estrategias, resentimientos y emociones reprimidas.

Cuando cae la noche, Ferit y Seyran se acercan a la habitación de los recién casados por curiosidad. Lo que encuentran es espeluznante: una cabeza de cordero ensangrentada sobre la cama de Alice Coran y Attuk, con una nota amenazante que anuncia futuros ataques a su descendencia. La escena deja paralizados a todos. Attuk queda devastada, y Alice Coran muestra una furia contenida. Esta vez, no se trata de un juego político, sino de una amenaza directa y personal.

La noche culmina con un presagio ineludible: lo que parecía una celebración familiar se ha convertido en el epicentro de una guerra silenciosa. Cada personaje carga ahora con decisiones difíciles, pasiones despertadas y un inminente conflicto que promete alterar para siempre el destino de la familia Coran.