AMOR A CUALQUIER PRECIO – CAPÍTULO 179 TEMP. 2 – (TELEFE ARGENTINA)
⚠️ SPOILER – RESUMEN DEL EPISODIO:
El episodio comienza con un nuevo amanecer para Seyam, quien despierta en casa de sus amigas. Aunque una de ellas quiere saber cómo se siente después de todo lo ocurrido la noche anterior, la otra propone enfocarse en lo positivo y disfrutar el desayuno. En medio de la conversación, revelan un dato inquietante: Ferit pasó toda la noche afuera vigilando la casa. Seyam se asoma por la ventana y lo ve; él le devuelve una sonrisa silenciosa.
De pronto, suena el teléfono: es su tía Hatuk, quien le comunica que su madre está enferma. Alarmada, Seyam decide ir de inmediato a verla. Las chicas se ofrecen a acompañarla, pero ella agradece su apoyo y les dice que ya han hecho suficiente. Al salir, Ferit la intercepta, insistiendo en llevarla. Ella trata de ignorarlo, pero él no cede. Uno de los vecinos llama un taxi, pero Ferit insiste en que no hay tiempo y que la llevará él.
Antes de subir al auto, Seyam le pone una condición: “Ni una sola palabra”. Ferit asiente y se van. Durante el camino, Seyam llama a su madre, quien minimiza la situación. Ferit, intentando saber más, le pregunta si su madre está bien, pero Seyam reacciona con dureza, recordándole su promesa de guardar silencio. Él insiste en que le preocupa, pero ella estalla: le prohíbe interesarse por ella o por su madre. Ferit intenta suavizar el ambiente proponiendo hablar de otra cosa, pero Seyam, molesta, le ordena que se concentre en conducir.
Llegan al hotel donde se alojan los padres de Seyam. Afuera los recibe Abidin, quien informa que Zuna está adentro y que la situación no es grave. Ferit quiere entrar, pero Seyam se lo impide, acusándolo de no tener vergüenza después de todo el daño que le ha hecho a su madre. Ferit, dolido, la mira sin responder.
En la habitación del hotel, Zuna abre la puerta y Seyam corre hacia su madre Esme, a quien abraza con alivio. Pregunta si está bien, si su padre le hizo algo, pero Esme la tranquiliza: no ha pasado nada grave. Luego, llama a Zuna para que se siente a su lado. Aunque ambas hermanas están distanciadas, Esme intenta reunirlas. Zuna y Seyam obedecen en silencio, y su madre las abraza, esperando que el vínculo de sangre supere los rencores.
En paralelo, en la mansión Korhan, Halís observa por la ventana y comenta con Latif que el hombre en quien confiaba no cumplió su orden de traer a la chica por su cuenta. Entonces toma una decisión: él mismo irá a buscarla. Ordena reunir a sus hombres y salir inmediatamente.
De vuelta en el hotel, Seyam y Zuna se despiden de su madre antes de que regrese su padre. En la salida, ambas discuten. Zuna intenta minimizar la situación diciendo que ella se encargará de cuidar a su madre. Seyam la acusa de haber elegido vivir con su esposo en una casa donde también reside su ex, Abidin. Zuna se defiende alegando que Seyam también vivió bajo el mismo techo con su ex y su familia, pero Seyam insiste en que fue obligada a hacerlo.

La discusión escala cuando Zuna grita que no tiene miedo a nada y que la mansión no tiene la culpa de nada, que el problema de Seyam siempre fue Ferit. Antes de irse, promete vengarse de quienes les arruinaron la vida. ¿Estará hablando de su propia familia?
Mientras tanto, en la mansión Korhan, justo cuando Halís está a punto de salir a buscar a Seyam, un coche entra por la entrada principal. Es Ferit, acompañado por Nuket y Pelin. Pelin se acerca a Halís y le besa la mano como señal de respeto. Halís le da la bienvenida y le dice que estará bajo su protección en la mansión. Nuket observa todo en silencio. Seyam, al ver todo esto desde el hotel, sale enfurecida y enfrenta a Ferit una vez más.
Ella le exige que se aleje de una vez por todas, pero él insiste: ¿Cómo podría dejarla cuando está viviendo con extraños, expuesta a todo tipo de visitas? Seyam, firme, le grita que eso no es asunto suyo. Ferit le recuerda que aún son esposos, pero Seyam le responde que eso cambiará pronto, que ya está contratando un abogado para divorciarse. Ferit, desesperado, le asegura que no permitirá el divorcio. Ella replica que eso lo decidirá un juez.
Ferit se niega a aceptar el final. Le grita que no pueden vivir el uno sin el otro, que la ama con cada fibra de su ser. Le pide que no olvide todo lo que han vivido juntos. “No abandones esto”, suplica, mientras las lágrimas le inundan los ojos.
En un intento desesperado por recuperar algo de lo que tuvieron, Ferit la besa. Pero Seyam, fría y firme, le responde: “¿Qué sentiste?”. Él, confundido, pregunta qué quiere decir. Y ella lo remata con un golpe emocional: “Yo no sentí nada. Después de todo lo que hiciste, de todo lo que lloré por tu culpa… ya no siento nada”. Ferit se quiebra. Ella se despide: “No quiero estar más contigo. Que te vaya bien”, y se va, dejándolo devastado.
El capítulo termina con Ferit solo, llorando mientras ve cómo Seyam se aleja sin mirar atrás. El final entre ellos parece definitivo… aunque, con esta historia, nunca se sabe.