SPOILER: AMOR A CUALQUIER PRECIO – CAPÍTULO 234 TEMP. 2 (TELEFE ARGENTINA) – LUNES 9/06/25
Este capítulo comienza en un momento de máxima tensión. Akim sostiene un arma apuntando a Seiram, quien se encuentra vulnerable y desmayada. Ferit, con una valentía conmovedora, le suplica a Akim que deje ir a Seiram y que en lugar de ella, le haga daño a él. Sin embargo, la situación se complica cuando Seiram pierde el conocimiento, y Akim, desbordado por la situación, la deja caer al piso.
Ferit, sin pensarlo dos veces, deja caer su arma y corre hacia Seiram. Llora desesperadamente mientras le toma la mano y le suplica que reaccione, rogándole que no lo abandone. En paralelo, Maside presiona a Akim para que dispare a Ferit, recordándole el daño que le han causado. A pesar de los gritos y amenazas de su madre, Akim no puede con la carga emocional y termina disparándole primero a ella y luego a sí mismo, desplomándose en el suelo.
Ferit queda impactado al ver este desenlace trágico y se concentra en que Seiram comience a mostrar signos de vida. Con lágrimas en los ojos, le habla con ternura, prometiéndole que todo estará bien y que pronto estarán en un hospital para que la ayuden.
Mientras se alejan en el auto, Ferit recibe una llamada urgente de Abidim, quien se ofrece para acompañarlo y ayudar en esta situación crítica. Sin embargo, Ferit está angustiado, sin saber dónde exactamente se encuentran, solo conduciendo a ciegas en busca de ayuda médica. La conversación revela que los hombres que atacaron a Seiram quedaron heridos, pero algunos aún no han sido localizados.
En la mansión, la noticia de que Seiram fue encontrada provoca una mezcla de alivio y preocupación entre la familia Corján. Orhan informa a Cassim y juntos deciden dirigirse al hospital para apoyar a Ferit y Seiram. En medio de la incertidumbre, Jalis, un miembro importante de la familia, amenaza con encontrar y castigar a quien permitió que Ferit saliera de una habitación donde estaba retenido.
En el hospital, la familia se reúne con el corazón en vilo. Ferit no puede dar detalles claros sobre el estado de Seiram, solo que está estable pero con heridas graves. La tensión entre los personajes es palpable, con confrontaciones especialmente fuertes entre Ferit y Jat, reflejando heridas profundas y conflictos no resueltos.
El doctor que atiende a Seiram informa que ella sufrió quemaduras químicas en la espalda, lo que ha complicado su estado. Le proporcionaron los primeros auxilios, y aunque su vida no corre peligro, por el momento no pueden permitir que nadie la visite hasta que la trasladen a una habitación regular. Ferit, desesperado, pide poder verla aunque sea un momento, y el médico finalmente accede.
En ese encuentro, Seiram abre los ojos débilmente y pregunta por qué la salvó. Ferit responde con sinceridad y amor, reafirmando que es su esposa y que la ama más que a su propia vida. Sin embargo, Seiram confiesa que ya no quiere vivir, lo que rompe el corazón de Ferit, quien le recuerda la promesa que hicieron de enfrentar todo juntos, tomados de la mano. Ella cierra los ojos, y Ferit suplica que no se rinda, aunque una enfermera explica que está bajo el efecto de sedantes y necesita descansar.
Mientras tanto, Abidim ha reforzado la seguridad del hospital, preocupado por la presencia de los agresores que atacaron a Seiram. Sin embargo, al investigar, no encuentra a los atacantes ni a sus hombres heridos. Esto levanta sospechas de que alguien dentro de la mansión traicionó al grupo, especialmente porque se ha encontrado una cabeza de cabra, símbolo de amenaza, en la habitación de Jalis. La paranoia y la incertidumbre aumentan, pues nadie sabe quién es el traidor.

En la habitación, la familia demuestra su preocupación y protección hacia Seiram. Casim intenta acercarse a ella, pero Suna reacciona con rabia, recordando los abusos sufridos en el pasado, y le impide tocar a su hermana para no empeorar sus heridas. Este momento revela la fragilidad y la vulnerabilidad de Seiram, así como la feroz protección que su familia siente por ella.
Luego, Jalis y Jatuk solicitan ver a Seiram, y se ordena que los demás salgan de la habitación, dejando un ambiente de misterio y tensión. En un diálogo con Abidim, Ferit muestra su incredulidad sobre la fuga de los atacantes, confiando en que Abidim los encontrará, aunque la realidad se presenta cada vez más compleja.
El episodio termina con una decisión clave dentro de la familia: Hatuk, junto a Jalis y Esme, decide transferir oficialmente la propiedad de la mansión a Seiram, como reconocimiento a su sufrimiento y como símbolo de justicia. Aunque Jalis está de acuerdo con este gesto, Hatuk pide discreción para evitar conflictos innecesarios.
Este capítulo combina acción, emociones intensas y giros inesperados que mantienen a los espectadores al borde del asiento. La batalla por la vida de Seiram, las heridas emocionales dentro de la familia, y la presencia de un traidor invisible que amenaza desde adentro, dibujan un panorama cargado de suspense y drama que promete desarrollos apasionantes en los próximos capítulos.