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El episodio arranca con una escena cargada de tensión: Ferit llega justo cuando ve a Tarik acercarse a Seiram. Sin perder tiempo, Ferit le apunta con un arma a Tarik y, lleno de rabia, le exige explicaciones sobre su cercanía con su esposa. Ferit le pide a Seiram que se ponga detrás de él, y Tarik, desafiante, apenas reacciona con sarcasmo.

Ferit advierte que esta vez no habrá palabras: solo acción. En un acto impulsivo, empuja a Safet y sigue exigiendo respuestas. Seiram, visiblemente alterada, le ruega a Ferit que se retiren del lugar. Tarik intenta calmar los ánimos explicando que solo hablaban, pero Ferit, desconfiado, no acepta esa respuesta tan fácilmente. Quiere saber exactamente qué asunto podría tener Tarik con su esposa. Tarik lo desafía aún más, diciéndole que debería preguntárselo a ella.

Seiram trata de explicar: solo caminaba por ahí cuando Tarik apareció de repente. Ella asegura que le pidió que se fuera, y justo en ese instante, llegó Ferit. Pero Ferit, lejos de tranquilizarse, se enfurece más al recordar que Tarik acaba de salir de prisión. La posibilidad de que intente hacerle daño a Seiram lo llena de pánico y rabia.

Tarik se burla diciendo que Ferit no tiene lo que se necesita para disparar, lo que provoca que Ferit guarde el arma… pero lo golpea con los puños. Luego se vuelve hacia Seiram y le dice que lo espere en el auto si realmente quiere irse. Ella accede entre lágrimas. Tarik, por su parte, no pierde la oportunidad de hacer memoria: recuerda un momento del pasado cuando Seiram y Ferit huían juntos y se escuchó un disparo. Tarik le recuerda que fue él quien le disparó por la espalda.

Ferit le exige su número de teléfono. Planea resolver todo directamente entre ellos, sin más interferencias. Tarik lo guarda en su celular y promete encontrarse con él muy pronto.

Cambio de escena: Jalis y Maside se encuentran en una cafetería. La conversación es densa. Maside le confiesa que su mayor deseo, antes de morir, sería ver a Jalis una vez más. Él, molesto, le dice que merecía morir por lo que hizo, pero ella le responde que lo que ocurrió fue injusto. Desde aquel día en que la arrojaron a un pozo, siente que no ha vuelto a vivir.

Jalis la confronta con firmeza: le reclama que haya involucrado a Seiram en una venganza que no le corresponde. Maside asegura que también fue víctima y que nadie la escuchó cuando pidió ayuda. Rompe en llanto y le dice a Jalis que haga lo que quiera con ella, que si ha de morir, prefiere que sea por su mano.

Jalis le lanza una advertencia clara: si vuelve a acercarse a su familia, no dudará en vengarse primero con su esposo y luego con ella. Le deja claro que no quiere verla otra vez. Maside, sin embargo, dice que no descansará hasta que alguien de su familia pague por la muerte de su hijo.

Volvemos a la mansión Corhan. Seiram y Ferit están en su habitación. Él, arrepentido por su reacción, le pide perdón. Ella llora y finalmente decide contarle la verdad: aún tiene pesadillas, se siente ansiosa, por eso acudió a un psiquiatra.

Ferit la consuela, agradecido de que haya confiado en él. Pero Seiram confiesa que le costó decirlo porque teme que su oscuridad interior lo afecte. Ferit le responde que ella es su luz y que siempre debe contarle todo, que quiere apoyarla. Sin embargo, también le revela que necesita cerrar cuentas pendientes con Tarik.

Seiram le pide que no lo haga, pero Ferit insiste. Le escribe a Tarik proponiéndole un encuentro final para solucionar todo.

Por otro lado, vemos a Tarik leyendo el mensaje. En paralelo, recibe otro mensaje que lo sorprende aún más: es de Seiram. Ella le pide que se vean y que no le diga nada a Ferit. Safet, su cómplice, se burla, pero Tarik estalla de furia: el plan era suyo y Safet lo arruinó.

Mientras tanto, Ferit se desespera por la falta de respuesta. Seiram intenta calmarlo, diciéndole que quizá Tarik se arrepintió y se fue. Ferit no lo cree. Está convencido de que algo se está cocinando y que deben estar más alerta que nunca.

Entonces Seiram lo enfrenta: le recuerda que, desde que salieron del hospital, ha estado obsesionado con la seguridad. ¿Hay algo más que no le ha dicho?

Ferit, tras un suspiro, le revela una verdad que había ocultado: no tomó precauciones solo por Tarik. La verdadera razón es que descubrió que la madre de Aquim podría estar viva. Esta revelación hace que Seiram se altere aún más. Ferit la abraza para calmarla.

Pero hay más: también el padre de Aquim está vivo. Durante mucho tiempo creyeron que había muerto, pero no fue así. Safet sabe dónde está, y por eso Ferit se reunió con él, llevándole a Suna como condición para obtener información.

El episodio cierra con Ferit admitiendo que necesita ver a Tarik no solo por venganza, sino para descubrir la verdad sobre el señor Tallar, el padre de Aquim. Seiram, asustada, lo observa en silencio.

El giro final revela que Seiram mintió. No fue al psiquiatra por las pesadillas. En realidad, fue para buscar ayuda psicológica porque ha descubierto que le queda poco tiempo de vida… y no sabe cómo enfrentar esa realidad.