Seyran y Ferit viven días mágicos llenos de amor… que Kaya se encargará de estropear el próximo domingo en ‘Una nueva vida’.

En el capítulo 40 de ‘Una nueva vida’, Ferit y Seyran regresan a la mansión junto a Kazim y su familia, desatando una nueva ola de tensión entre los Korhan.

Para rebajar la tensión, el patriarca decide enviar a los jóvenes a Marmaris, donde nuevas discusiones reavivan los conflictos entre Ferit y Seyran, y también entre Suna y Abidin.

‘Una nueva vida’ se ha convertido en una de las series turcas más exitosas a nivel internacional en las últimas temporadas, conquistando a espectadores de más de 120 países.

La historia gira en torno a Seyran y Ferit, dos jóvenes atrapados en un matrimonio concertado por sus poderosas familias. Afra Saraçoğlu y Mert Ramazan Demir protagonizan esta apasionante ficción.

Las familias Korhan y Sanli, unidas por un vínculo cargado de amor, rencor y traiciones, se enfrentan al peso de las tradiciones y al deseo de romper con ellas. La serie pone el foco en la fuerza de los lazos familiares, los secretos que asfixian a quienes los guardan y el dominio de unos patriarcas que imponen su voluntad sobre el destino de todos los miembros de la familia.

Capítulo 40 de ‘Una nueva vida’, domingo 15 de junio en Antena 3

Ferit y Seyran regresan a la mansión Korhan, pero esta vez no lo hacen solos: Kazim y toda su familia los acompañan. El ambiente se carga de tensión desde el primer momento, especialmente cuando Ferit plantea a Halis una decisión contundente: o todos se quedan o deberán marcharse Nükhet y Kaya. El patriarca guarda silencio, mientras Kazim reafirma su intención de quedarse.

Ya en la intimidad, Seyran le confiesa a Ferit que fue él la razón por la que decidió huir de su padre. Ferit intenta tranquilizarla, asegurándole que Kazim ha cambiado y que ya no representa una amenaza para ella.

La reacción de Halis no se hace esperar. Convoca a la familia para informarles que deberán colaborar para que los Sanli se sientan bienvenidos en la casa. Además, propone enviar a los jóvenes a Marmaris a supervisar una tienda de la marca familiar y, de paso, aliviar las tensiones.

El grupo emprende el viaje en un avión privado y continúa en helicóptero hasta llegar al destino. Tras visitar la tienda, Ferit la rechaza alegando que no refleja la esencia de la marca, lo que provoca la indignación de Seyran.

Ella decide no seguirle el juego y permanece con Kaya, Suna y los demás. Mientras, en la mansión, Nükhet organiza el alojamiento de Kazim y Halis, en conversación con Hatice, expresa sus dudas respecto a su cuñado.

Esa noche, Ferit y Abidin se topan con Seyran y Suna, que han bebido más de la cuenta. Ferit intenta reprenderlas, pero Seyran pierde la paciencia y revela que su hermana besó a Ferit en el pasado, dejando a ambos visiblemente afectados.

Tras el incidente, Seyran busca a su hermana para aclarar las cosas. Con la ayuda de Asuman, logra una reconciliación. Más tarde, en la cena, Ferit se molesta por el atuendo de Seyran y al verla bromear con Kaya, termina cargándola al hombro y sacándola del local.

Ya en el hotel, la discusión entre ellos escala. Ferit cuestiona a Seyran por su comportamiento, mientras ella le recuerda que solo se muestra así con él, y que su falta de confianza la está destrozando. Dolida, Seyran se marcha hacia la playa.

Paralelamente, Kazim enfrenta a Halis para hablar sobre la herencia de Ferit, lo que deriva en un nuevo enfrentamiento. En Marmaris, Suna le reclama a Abidin por juzgarla sin entender lo que vivió, comparándolo con el propio Saffet.

Ferit busca a Seyran para disculparse. Le admite que nunca ha amado a nadie como a ella. Seyran, aunque emocionada, le reprocha que aún dude de su amor y le pide que confíe plenamente en ella.

La mañana siguiente, los dos disfrutan juntos de un momento de calma en el mar. En el desayuno, Ferit reafirma que la tienda no le convence y, de repente, Seyran recibe un mensaje: ha sido aceptada en la universidad.

Kaya es el responsable de la noticia y Seyran, agradecida, lo abraza emocionada. Ferit, al ver la escena, explota de celos. La tensión entre los primos estalla cuando Kaya se interpone para proteger a Seyran, dejando claro que el conflicto está lejos de resolverse.