Spoiler: Andrés estalla contra María y la echa de casa de la Reina – Sueños de Libertad

En un enfrentamiento cargado de tensión y reproches, Andrés pone fin a su relación con María, tras descubrir las artimañas que esta ha estado llevando a cabo para dañar a su familia. Todo comienza cuando Andrés sorprende a María en lo que ya no considera su dormitorio, marcando desde el principio un tono de hostilidad. La acusa de haberse confabulado con Don Pedro o de actuar por su cuenta para sabotear a su familia, y exige que se retire de inmediato de su habitación.

La situación escala rápidamente cuando Andrés la enfrenta por husmear entre sus pertenencias. Entonces, María, sin rodeos, admite haber escrito la nota anónima y haber realizado la llamada a la Guardia Civil con el objetivo de desenterrar secretos que ella sospecha sobre la muerte de Jesús. Aunque no escuchó toda la conversación en el despacho, sí entendió que Begoña ocultaba algo importante, lo cual la impulsó a tomar medidas por su cuenta. Esta confesión enardece aún más a Andrés, que la acusa de actuar sin escrúpulos, dispuesta a perjudicar a cualquiera con tal de salirse con la suya.

María, por su parte, justifica sus actos señalando que no fue ella quien mintió, sino Begoña. Sin embargo, Andrés sostiene con firmeza que confía plenamente en su pareja, y que Begoña jamás mentiría. María lo desafía entonces con una amenaza directa: si él cree que no tiene nada que temer, no debería molestarle que la Guardia Civil se entere de todo. Asegura que su única motivación es conseguir justicia para Jesús, quien —según ella— no murió en circunstancias normales.

La conversación da un giro oscuro cuando Andrés revela su propia experiencia con acusaciones injustas, recordándole a María que fue ella quien en su momento lo culpó sin pruebas. Asegura que no permitirá que repita ese patrón con Begoña. La tensión alcanza su punto máximo cuando Andrés afirma que todos los miembros de su familia, con excepción de Julia y él mismo, podrían haber tenido razones para acabar con la vida de Jesús. María, sin filtros, le lanza una bomba emocional al decirle que Jesús también fue un asesino, al igual que él.

A partir de ahí, el conflicto se vuelve irreversible. Andrés decide romper completamente con ella, expresando que su presencia en la casa solo perpetúa una maldición que debe terminar. Le exige que se marche de su vida y de la familia, dándole plazo hasta el día siguiente para abandonar la residencia. María no se amilana y le recuerda que es su esposa y que tiene derechos. Andrés, imperturbable, le responde que también tiene obligaciones, y que no permitirá más chantajes.

María sospecha que Andrés intenta manipularla para luego acusarla de abandono de hogar, pero le asegura que no se lo pondrá fácil. Amenaza con contar toda la verdad, asegurando que esta vez sí irá hasta el final, incluso si eso implica declarar que él asesinó a Víctor Zárate. Andrés se mantiene desafiante, advirtiéndole que será su palabra contra la de todos, como ya ocurrió con Begoña, quien fue tachada de loca cuando intentó hablar. María admite que esta vez también podrían hacerle lo mismo, pero insiste en que no se quedará callada.

El enfrentamiento termina con una declaración tajante por parte de Andrés: ya no permitirá que nadie —ni siquiera María— se interponga en su camino. Aunque ella intenta amenazarlo con tomar acciones legales o divulgar secretos del pasado, él demuestra que ya ha perdido todo miedo y está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias.

Ambos personajes se enfrentan sin máscaras, sacando a la luz heridas del pasado, secretos oscuros, y acusaciones que podrían poner en jaque no solo su relación, sino la estabilidad de toda la familia. En medio de ese torbellino de resentimientos, mentiras y verdades incómodas, queda claro que nada volverá a ser igual. La ruptura es definitiva y el daño, irreparable.

El video es un fragmento especialmente dramático de la serie Sueños de Libertad, en el que se refleja con crudeza la descomposición de una pareja consumida por la traición, el rencor y los secretos familiares. Este capítulo marca un punto de inflexión clave en la historia: Andrés elige proteger a Begoña a toda costa, mientras que María, dispuesta a luchar con uñas y dientes, se convierte en una amenaza aún mayor para todos.

En este diálogo cargado de emociones y acusaciones cruzadas, se pone sobre la mesa una compleja red de intereses personales, pasados oscuros y verdades por revelar. La narrativa nos muestra cómo la obsesión por la justicia (o venganza) puede consumir por completo a las personas, y cómo la lealtad —ya sea ciega o justificada— puede llevar a tomar decisiones definitivas, como expulsar a alguien de su vida para siempre.