buenas promisers clippers, ¿cómo estáis?

Hoy en Hora Golfa toca analizar el capítulo de la fiesta más reciente de La Promesa, una celebración que marca un antes y un después: la primera sin Cruz como anfitriona, con Leocadia ejerciendo de señora de la casa. Aunque oficialmente era una fiesta en honor al nombramiento de Adriano como conde de Campos y Luján, lo cierto es que fue organizada por Leocadia y el duque de Carvajaliz y Fuentes, dos invitados bastante cómodos orquestando festejos… en casa ajena.

Ahora bien, en el caso de Leocadia, tiene cierta justificación: es quien financia todo, desde el personal hasta la manutención de la familia, lo cual le da bastante peso dentro de la residencia. Lo del duque lo comentaré en otro vídeo, porque tiene miga. Hoy toca centrarnos en otros detalles.

👗 Leocadia: una anfitriona entre lo clásico y lo moderno

No voy a dedicarle demasiado tiempo al vestuario por falta de espacio, pero sí hay que señalar que el vestido de Leocadia brilló. Le quedaba genial —más bien a Isabel Serrano, la actriz—, con un corte clásico para 1916 que recuerda a los primeros vestidos de Cruz, especialmente ese azul marino que tanto vimos en escenas nocturnas. Sin embargo, lo rompedor está en los tonos metalizados, probablemente lamé dorado o plateado, que modernizan mucho el look.

Ese contraste define bien al personaje: una mujer que quiere invertir en el negocio de aviación de Manuel —máxima modernidad en La Promesa—, pero que a la vez defiende un orden social tradicional: hombres con hombres, mujeres con mujeres, pobres y ricos bien separados.

🥊 El escándalo de Ángela: valentía sin respaldo materno

Pero no todo fue brillo y glamour. Uno de los momentos más incómodos —y a la vez poderosos— fue el que protagonizó Ángela, la hija de Leocadia. El tal Facundo, marqués de Andújar (porque no podía llamarse de otra forma), se propasó con ella, y Ángela, sin pensarlo, le soltó un puñetazo que lo dejó en el suelo. Un diez para Ángela, que se defendió como pudo ante un comportamiento asqueroso.

Ahora bien, ¿respaldará Leocadia a su hija? Todo apunta a que no. Y es triste, porque Leocadia sabe perfectamente cómo es Lorenzo (el capitán Garrapata) y sus amigotes. Recordemos que ella misma le plantó un bofetón en el pasado. Sin embargo, cuando se trata de su hija, parece que priman las apariencias. ¿Le dirá algo tipo “con Facundo te quejas, pero con Curro bien que te dejas abrazar”? Es probable. El estatus del marqués pesa más que el bienestar de su hija.

🎭 Adriano: buen debut como conde (aunque no todos lo entienden)

Adriano supo manejarse bastante bien en su debut como conde. Nos quedamos con ese divertido momento en el que Catalina y Jacobo bromean con Martina sobre los motivos que habrán llevado a la corona a concederle el título a Adriano. Desde luego, los invitados no dejan de especular sobre los “servicios especiales” que habrá prestado para semejante recompensa.

💁‍♀️ Manuel y el enjambre de doncellas

Otro punto a destacar es la escena en la que Manuel es asediado por varias doncellas que parecen más interesadas en casarse que en bailar. Pero la verdadera sorpresa llega con la aparición de Enora, esa pelirroja misteriosa que le planta cara al joven Luján y no tarda en decirle su nombre completo y sus verdaderas intenciones. No voy a profundizar mucho todavía —porque su personaje apenas se ha desarrollado—, pero lo que está claro es que no será una historia breve.

Y a los que ya están alarmados porque “Manuel se enamora otra vez”, calma. La Promesa se cuece a fuego lento. Esta posible trama con Enora va para largo. Calculad que si termina desarrollándose, nos espera un arco de unos 120 capítulos más o menos. Así que no os preocupéis: ni boda la semana que viene ni promesas rotas aún.

💇‍♀️ Enora: más libre de lo que aparenta

Algo que sí podemos comentar es su look: cabello suelto. No es algo casual, especialmente en 1916. Esta elección visual sirve para marcar diferencias claras con las demás señoritas de la fiesta. Nos insinúa que Enora es un espíritu libre, alguien que no se adapta al molde tradicional. Y eso nos da pistas sobre su personalidad.

👑 Los ausentes que dejaron huella: los duques de Carril

Un detalle llamativo fue la ausencia de los duques de Carril, aunque la duquesa habló por teléfono con Vera, explicando que se inventarían una excusa para no asistir. Ojo, esa escena telefónica la escuchamos con la voz de Rocío Muñoz Cobos, lo cual implica que volveremos a ver al personaje pronto, seguramente cuando Lope llegue al palacio para seguir investigando.

La duquesa es uno de esos personajes que, con pocas apariciones, dejan huella. Igual que pasó con Eugenia. Aunque no hayan tenido tanto recorrido en pantalla, están tan bien construidos y tan bien interpretados que el público los recuerda. Y sí, me muero de ganas de volver a ver a esta mujer en escena.

📚 Mención especial: Postbellum, novela de época disponible en Amazon

Antes de cerrar, os recuerdo que si os apasionan estas historias ambientadas en el pasado, tengo mi novela Postbellum disponible en Amazon. Es un thriller romántico con ambientación histórica en la España de los años 20, cargado de pasión, conflictos y personajes intensos. Si ya la habéis leído y os ha gustado, os agradecería muchísimo una reseña con cinco estrellas y un breve comentario.

Personajes como Acacio Albork, que lucha contra un amor imposible, o Eren, un refugiado de la Gran Guerra con secretos profundos, y por supuesto, una villana de altura como Doña Juana Janeiro, hacen de esta historia una experiencia que no os va a dejar indiferentes. El lenguaje, por cierto, os va a transportar directamente a la España de 1920.

🎬 Despedida y próximos vídeos

Y con esto cerramos el análisis de hoy. Me he dejado cosillas en el tintero, como lo del duque de Carvajaliz y Fuentes, pero eso lo dejamos para otro vídeo. Mientras tanto, os pido como siempre que dejéis un buen like, que os suscribáis si no lo estáis, y que sigáis apoyando este canal donde os traigo el contenido más fiel y profundo sobre La Promesa.

Nos vemos mañana con más vídeos, más tramas, y más análisis.