Spoiler: “Traiciones, confesiones y acuerdos tensos: avance del capítulo 349 de Sueños de Libertad
El capítulo 349 de Sueños de Libertad llega con una potente carga emocional y decisiones que marcarán un antes y un después para varios personajes. Desde el inicio, la tensión se apodera del invernadero, donde Cristina, en un momento de sinceridad, le confiesa a Beltrán que no ha sido honesta con él. Aunque él inicialmente piensa que se trata de una simple omisión en el trabajo, Cristina le revela la verdad: se besó con otro hombre. La reacción de Beltrán no se hace esperar. Dolido y furioso, identifica de inmediato al responsable: Gabriel, el abogado de la cantina.
Lo que sigue es una escena intensa de confrontación. Beltrán arremete físicamente contra Gabriel en plena colonia, declarándose su prometido y acusándolo de haberle arruinado la vida. Gabriel, sorprendido, intenta mantenerse sereno, pero no evita el enfrentamiento físico. Cristina interviene desesperadamente, rogando que se detengan, mientras Irene aparece para tratar de poner orden.
Después del altercado, Beltrán decide marcharse, convencido de que ya no tiene lugar en la vida de Cristina. Ella, entre lágrimas, trata de explicarle que todo fue un error, producto de la confusión y la falta de apoyo emocional. Asegura que no hubo nada más con Gabriel y que ambos decidieron no continuar con esa historia. Pero para Beltrán, la herida ya está abierta. Se despide decepcionado, sin querer escuchar más.
En otro punto de la historia, María cita a don Pedro en un café antes de la junta de la empresa. Allí, con tono firme pero cortés, le informa que no apoyará la propuesta de Luis sobre el perfume conmemorativo. Don Pedro, molesto por el cambio de postura, la acusa de jugar sucio y de romper el acuerdo que habían pactado previamente. María intenta explicar que no quiere seguir enfrentándose a su familia por cuestiones empresariales y que su decisión responde a un intento de protegerse emocionalmente.
Don Pedro, visiblemente dolido, interpreta la decisión como una traición y le recuerda que, si bien la ayudó con la nulidad, también puede hacerle la vida difícil si no le brinda su apoyo en el futuro. María mantiene la calma, pero deja claro que sus prioridades han cambiado y que su familia y su estabilidad emocional pesan más que cualquier alianza estratégica. Aun así, le promete que su decisión es puntual y que no rompe con todo lo pactado, aunque la relación queda visiblemente resquebrajada.
Ya en la empresa, Andrés le comenta a Damián que sin el voto de María, la propuesta de don Pedro y Luis saldrá adelante. Damián no oculta su fastidio y advierte que si María los traiciona una vez más, no se lo perdonará. Justo en ese momento, ella entra en la sala. Anticipando los reproches, María aclara que acaba de salir de una reunión con don Pedro y que ha decidido apoyar la propuesta de Luis, no porque esté de su lado, sino porque cree que es lo mejor para Julia.
Su argumento es claro: Jesús la eligió para cuidar de los intereses de su hija y no quiere que las disputas familiares afecten más a la pequeña. Asegura que su voto no responde a presiones ni a negociaciones ocultas, sino a su deseo de proteger a Julia. Damián, algo sarcástico, la felicita por su aparente autonomía, aunque no oculta su sorpresa por la decisión. Andrés, por su parte, agradece sinceramente su apoyo.
El capítulo cierra con un clima de tregua tensa. María insiste en que lo importante es la unidad familiar y se despide con la intención de mantener cierta paz. Damián, todavía desconfiado, reconoce ante Andrés que su esposa ha sabido sorprenderlo —esta vez, para bien.
Entre enfrentamientos amorosos, alianzas empresariales que se tambalean y decisiones difíciles, este episodio muestra que en Sueños de Libertad, los vínculos se ponen a prueba constantemente. La verdad tiene un precio, y cada personaje debe decidir si está dispuesto a pagarlo.