Título: Hola amigos, hoy les traigo el avance del capítulo 364 de Sueños de Libertad

El episodio 364 de Sueños de Libertad comienza con una conversación inquietante entre María y Gabriel en el comedor de la familia De la Reina. María está sola cuando Gabriel se acerca con una sonrisa fingida y le lanza un comentario que deja entrever cierta ironía: “¿Dónde está Andrés? ¿Te ha dejado sola desayunando?” María le explica que Andrés ha salido muy temprano rumbo a la fábrica, ya que el ambiente está tenso desde lo ocurrido el día anterior, de lo cual se ha enterado esa misma mañana.

Gabriel, con aire sarcástico, menciona el escándalo relacionado con Brosard y el perfume que misteriosamente es idéntico al de la empresa de los De la Reina. María, al percibir la ironía de Gabriel, empieza a inquietarse. Intuye que él sabe más de lo que aparenta y lo enfrenta directamente: “¿Fuiste tú quien robó la muestra del perfume para dársela a Brosard y así adelantarse al lanzamiento?” La pregunta deja en evidencia que María sospecha de su cómplice. Gabriel, sin perder la compostura, responde con su habitual cinismo: “No se puede hacer una tortilla sin romper los huevos.”

La tensión entre ambos crece a medida que María se muestra cada vez más insegura del plan que han trazado juntos. A pesar de haber colaborado con Gabriel en el sabotaje, ahora comienza a dudar de sus consecuencias. Él, sin embargo, sigue firme en su estrategia: la meta es provocar una crisis financiera en Perfumerías De la Reina para forzar su venta a Brosard. Para Gabriel, este es solo el comienzo de una serie de movimientos diseñados para debilitar a la compañía. María, visiblemente inquieta, le recuerda que esto afectará también el patrimonio de Andrés y Julia. Pero Gabriel la tranquiliza asegurando que, una vez que Brosard compre la empresa, las acciones estarán protegidas e incluso podrían aumentar su valor.

María, preocupada por el impacto de las acciones de Gabriel, le advierte que ha estado jugando con fuego: entre el sabotaje con el lirio y este nuevo golpe, los riesgos están en aumento. Gabriel le resta importancia, recordando que Andrés ya sospechaba de él, pero no tuvo pruebas, por lo que todo quedó en una escena de celos por su cercanía con Begoña. “Todo el mundo piensa que el espionaje fue contra Cobeaga, no contra nosotros”, le dice con seguridad. Incluso ha logrado que Cobeaga rompa relaciones con Perfumerías De la Reina, manipulando hábilmente la información a su favor.

Mientras tanto, en casa de los Carpena, Digna llega al comedor donde Don Pedro ya está sentado. Ella le confiesa que ha dormido mal, perturbada por el caso del perfume de Cobeaga. Ha estado conversando con su hijo Luis y ambos coinciden en que se debe demostrar legalmente que Brosard ha cometido una infracción. Su objetivo es retirar todos esos perfumes del mercado. Don Pedro, con cautela, está de acuerdo, aunque advierte que demostrar una violación de patente contra una empresa internacional no será fácil. Aun así, promete luchar, aunque las probabilidades estén en su contra.

Digna nota que Don Pedro tiene molestias físicas. Él atribuye sus dolores de estómago a los nervios, pero ella insiste en que debería ir al médico. Le preocupa que esté descuidando su salud por las presiones del trabajo. Le sugiere que considere adelantar su retiro para que Joaquín asuma la dirección cuanto antes. Don Pedro, sin embargo, se niega rotundamente. No quiere dejar el cargo sin antes resolver los problemas actuales de la empresa, pues no sería justo dejar a su sucesor con una crisis heredada. Digna, con dulzura, le recuerda que no todo en la vida es trabajo, pero Pedro reafirma que su vida se divide entre ella y su labor en la empresa, y le pide cambiar de tema.

Por otra parte, la historia entre Gabriel y Begoña da un nuevo paso. Luego de que María lo presionara para hacer pública su relación con Begoña, Gabriel se presenta en el dispensario con una invitación: la quiere llevar a una fiesta esa misma noche en el casino de Toledo. Le propone que lo acompañe con una sonrisa encantadora, halagándola sin rodeos: “No necesitas mucho para estar preciosa, siempre lo estás.” Begoña, desconcertada, duda. Hace tiempo que no asiste a una fiesta desde que estaba casada con Jesús. Gabriel la anima a retomar su vida social y, aunque ella teme el qué dirán, deja claro que lo que piensen los demás no le importa.

Gabriel, más perspicaz, adivina que la verdadera razón de su reticencia es Andrés. Le recuerda que ya no están juntos y que ahora nada les impide mostrarse como una pareja normal. “No te pongas límites, podemos pasarla bien juntos”, le insiste con dulzura. Justo cuando Begoña parece comenzar a considerar la propuesta, una trabajadora interrumpe la conversación. Gabriel se despide, dejándola pensativa sobre si debería o no aceptar la invitación.

Mientras tanto, en la fábrica, Luis se entera de que Cristina recibirá un 5% de las ventas del nuevo perfume y se dirige al despacho de Don Pedro para expresar su inconformidad. Le parece injusto otorgarle esa compensación a una ayudante cuando otros perfumistas con más trayectoria nunca han recibido algo similar. Don Pedro lo escucha y le recuerda que Luis también recibió ese porcentaje por un perfume que creó, lo que deja a Luis sin argumentos sólidos. Aun así, le plantea que no fue lo mismo: él era jefe de perfumistas y, además, hijo del dueño.

Don Pedro defiende su decisión diciendo que Cristina ha salvado a la empresa en una situación crítica y que su compensación es justa. Sin embargo, reconoce el punto de Luis y propone dar un porcentaje a todo el equipo de perfumistas. Luis, sorprendido, señala que eso no es posible bajo los estatutos actuales. Don Pedro entonces propone algo aún más ambicioso: transformar la empresa para que se convierta en pionera en retribuir justamente a sus creadores. Está dispuesto a hablar con los accionistas y cambiar las reglas del juego.

Luis acepta con cautela, impresionado por la determinación de su padre. Pero justo cuando se retira del despacho, Don Pedro se queda solo y se encoge de dolor, llevándose las manos al abdomen. Aunque había dicho que solo era un “pinchazo”, es evidente que la dolencia es mucho más grave de lo que admite. La escena finaliza con Don Pedro intentando ocultar su sufrimiento, mientras se insinúa que su estado de salud podría convertirse pronto en otro eje dramático de la historia.

Así concluye un capítulo cargado de tensiones, decisiones arriesgadas y revelaciones que prometen cambiar el curso de Sueños de Libertad. Las alianzas se tambalean, los personajes se enfrentan a sus propios dilemas morales y el futuro de Perfumerías De la Reina pende de un hilo.