SUEÑOS DE LIBERTAD – BEGOÑA CONFIESA TODO Y SE DESATA UNA CRISIS EN LA FÁBRICA

En el episodio 363 de Sueños de Libertad, los secretos y tensiones acumuladas comienzan a estallar en todos los frentes. El capítulo arranca en la residencia de los Reina, donde una escena aparentemente tranquila en el comedor da paso a un momento de sinceridad entre Begoña y Gabriel. María, con tacto, decide dejarlos a solas y se retira con la excusa de que quiere despejarse. Aunque Gabriel se ofrece a acompañarla, ella declina y menciona que ya ha paseado con su esposo, dejando entrever una aparente calma.

Una vez solos, Gabriel nota que Begoña está distraída e inquieta, y rápidamente le pregunta si su estado tiene que ver con la conversación que él tuvo con su tío. Begoña, sin querer entrar en detalles al principio, finalmente admite que ha hablado con el tío de Gabriel sobre su necesidad de espacio. Gabriel, sorprendido, le pregunta si ese espacio tiene que ver con él, y Begoña, sin rodeos, confirma que sí.

Este momento marca un punto de inflexión: Begoña le revela a Gabriel que le ha contado a Andrés, su esposo, sobre lo que ocurre entre ellos dos. Gabriel reacciona fingiendo sorpresa, pero no oculta cierta satisfacción ante lo que considera una muestra de valentía por parte de Begoña. Ella, sin embargo, se muestra triste y angustiada, reconociendo que cerrar una etapa de su vida no es fácil. Gabriel, por su parte, intenta tranquilizarla y le dice que no hay prisa, que solo el hecho de que haya sido honesta con Andrés y con su tío es un gran paso. También le recuerda que cuanto más la conoce, más le gusta.

La conversación se ve interrumpida por una llamada telefónica. Es Marta, quien le pide a Gabriel que vaya cuanto antes a la fábrica. Aunque Begoña dice que estará bien, la situación en la fábrica está lejos de estarlo.

En la empresa, el ambiente es caótico. El equipo está consternado al descubrir que el perfume recientemente lanzado por la competencia, Brosarte, es prácticamente idéntico al que ellos habían diseñado para Kobeaga. Damián, Luis y Marta coinciden en que no puede tratarse de una coincidencia. La posibilidad de un topo vuelve a sobrevolar las oficinas. Andrés lo sugiere abiertamente, mientras Gabriel intenta mostrarse escéptico. Pero los hechos son contundentes: hay un espionaje industrial en juego.

Luis asegura que todos en su equipo son de confianza, pero Damián le advierte que tenga cuidado con afirmar eso con tanta seguridad. Entonces se plantean varias hipótesis: ¿pudo haber alguien robado una muestra del perfume entregada a Kobeaga? ¿Y si el robo no fue interno, sino externo, desde París, donde están tanto Brosarte como Kobeaga? Marta, Luis y Andrés tratan de buscar sentido a lo sucedido, pero lo único claro es que la producción del perfume debe ser detenida de inmediato.

Gabriel pregunta si don Pedro está al tanto de la situación. Le informan que está fuera, pero que Joaquín iba a hablar con él. En medio del desastre, todos buscan respuestas. Marta quiere saber cuántas copias existen de las llaves del laboratorio, pero Luis insiste en la honestidad de su equipo. Aun así, Damián no descarta que Kobeaga haya sido la víctima de un robo.

Por otra parte, don Pedro cita a Cristina en su despacho. Aunque ella llega nerviosa pensando que será reprendida por lo sucedido en el laboratorio, la realidad es muy distinta. Don Pedro le hace una propuesta inesperada: premiarla por su excelente trabajo con un 5% de los beneficios de las ventas del perfume que creó. Cristina acepta encantada, sin saber que esta recompensa llega justo cuando todo se desmorona.

En paralelo, Gabriel intenta calmar la situación con Kobeaga, pero la conversación resulta un desastre. Kobeaga se muestra furioso y, lejos de creer que pudo haber sido víctima de espionaje, acusa directamente a la empresa de Gabriel de haberlo traicionado. La tensión es tal que decide terminar el contrato y exige paralizar la producción del perfume. Aunque esto ya se había ordenado, las consecuencias son devastadoras: toda la inversión y el trabajo están perdidos.

Damián, angustiado, reconoce que es un golpe muy duro, mientras Gabriel admite que, a pesar de sus esfuerzos diplomáticos, la situación se les ha escapado de las manos. Joaquín añade que Kobeaga es un hombre de carácter difícil, lo que no ayuda en absoluto. Para empeorar las cosas, existe la posibilidad de que Kobeaga exija responsabilidades legales, lo cual podría derivar en un pleito por espionaje y negligencia. Damián propone que, si el proveedor insiste en su actitud hostil, sean ellos quienes lo demanden por su falta de seguridad.

El episodio concluye con la urgencia de informar a don Pedro y prepararse para una batalla legal inminente. Mientras tanto, las relaciones personales en la familia Reina también están al borde del colapso. La confesión de Begoña a Andrés puede traer consecuencias impredecibles, y Gabriel, que finge ser un aliado sincero, en realidad oculta más de lo que muestra. Las traiciones, tanto personales como empresariales, marcarán un antes y un después en la historia.

Un capítulo lleno de revelaciones, tensiones y decisiones cruciales que amenazan con derrumbarlo todo.