Spoiler: Confesiones, traiciones y alianzas oscuras sacuden el capítulo 348 de Sueños de Libertad
En el capítulo 348 de Sueños de Libertad, los sentimientos reprimidos y las decisiones más turbias salen a la luz. Todo comienza con un momento tenso entre Andrés y María. Él despierta sobresaltado por una pesadilla en la que le pedía perdón a Begoña, lo que provoca la furia de María. Aunque Andrés intenta justificar sus sueños como una reacción a su culpa por no apoyar a Begoña tras el asalto, María estalla: está harta de convivir con el fantasma de esa relación pasada mientras ella, postrada, no puede ni escapar de la habitación. Andrés le suplica comprensión y promete que intentará olvidar a Begoña con el tiempo, pero María deja claro que eso ya no es suficiente.
Mientras tanto, Pelayo tiene una conversación crucial con Damián. Le confiesa que ha aparecido un nuevo rival para el cargo de gobernador civil: Francisco Cárdenas. Aunque públicamente es considerado un candidato ideal, Pelayo asegura que tiene en sus manos una información comprometida que podría destruir la imagen pública de Cárdenas y acabar con su candidatura. Damián, pragmático, lo enfrenta con una dura realidad: si no usa esa información, Cárdenas lo haría sin dudar en su lugar. ¿Vale más la ética o la responsabilidad de impedir que un hombre inadecuado llegue al poder?
La tensión política se entrelaza con la intriga empresarial cuando Gabriel, cada vez más involucrado en los planes de Damián, le revela un hallazgo en los estatutos de la empresa: la cláusula 23 permitiría inhabilitar a cualquier miembro de la junta que no esté en condiciones mentales plenas. Damián ve la oportunidad perfecta para neutralizar el voto de María usando como argumento su intento de suicidio. Aunque necesitan un certificado médico para hacerlo oficial, Damián está dispuesto a conseguirlo a toda costa. Celebran el avance, pero Gabriel quiere saber más y pregunta por el origen del odio entre Damián y don Pedro. La respuesta revela un doloroso pasado: la muerte del hijo de don Pedro, a quien este responsabiliza injustamente por rencores antiguos.
En medio de esta batalla por el poder, Pelayo decide finalmente aceptar la ayuda de don Pedro. En una visita tensa, don Pedro le entrega un sobre con información explosiva sobre Cárdenas, asegurándole que con eso su caída será inevitable. También le facilita una lista de periodistas aliados para garantizar la difusión de la noticia. Pelayo acepta el trato, aunque no sin cierta inquietud. Sabe que este pacto implica una deuda que podría costarle caro en el futuro. Don Pedro, satisfecho, le recuerda que en política siempre conviene tener amigos… incluso en el infierno.