💔 AVANCE DE UNA NUEVA VIDA – ANTENA 3 ESPAÑA – CAPÍTULO 66 – ESCLAVOS DEL PASADO
⚠️ SPOILER DETALLADO | El capítulo 66 de Una nueva vida nos sumerge en un torbellino emocional donde los recuerdos, las decisiones del pasado y las heridas que aún sangran se entrelazan para marcar el rumbo de los protagonistas. Todo comienza con una conversación aparentemente casual entre Cim y Abidin. Cim, movido por la curiosidad, insiste en conocer el origen de su interlocutor. Abidin, sin perder la calma, revela que no tiene familia y que creció en un orfanato, siendo abandonado con tan solo un anillo como pista sobre su origen. Su historia despierta aún más preguntas… pero también una sombra de tristeza.
Por otro lado, el ambiente entre Seiran y Ferit está cargado de emociones contenidas. Ferit, aún claramente afectado por lo que ambos vivieron en el pasado, le recuerda que nunca ha dejado de leer en su rostro lo que siente, incluso dos años después. Le pregunta por qué decidió firmar el acuerdo, y Seiran le confiesa que lo hizo porque ama dibujar… y porque él insistió. La tensión entre ambos va más allá de lo profesional: Ferit le recuerda que, en su momento, deseaba tener un hijo con ella. Pero los dos han cambiado. Ya no son quienes eran, aunque la conexión siga latente.
Seiran accede a ir una última vez al taller con una condición: será solo esa vez. Sin que ellos lo sepan, Dillar ha escuchado toda la conversación escondida entre las sombras. Sus lágrimas traicionan su rostro cuando comprende que Ferit nunca ha dejado de amar a Seiran. El dolor la desarma, pero no lo demuestra.
En una llamada telefónica poco después, Dillar decide terminar su relación con Ferit. Le dice que ya no tiene sentido, que cuidar de él la ha agotado, y que fue solo diversión mientras duró. Ferit no puede creer lo que oye. Se queda congelado, con el móvil en la mano, herido y confundido, sintiendo cómo todo se le escapa de las manos.
Mientras tanto, en casa de Seiran, su madre Esme y su hermana Suna se oponen a que ella se marche. Exigen una explicación. Seiran les dice que Sinan quiere vivir con su madre enferma, y aunque ella tenía sus dudas, lo hará por él. La madre no lo entiende: Seiran había jurado no convivir con la familia de su pareja. Pero Seiran se mantiene firme. Aun así, confiesa algo que la delata emocionalmente: a pesar de amar a Sinan, aún se siente extraña, porque nunca ha estado con otro hombre que no sea Ferit.
Más tarde, Ferit llega a casa totalmente alterado. Le cuenta a su madre Gulgun que Dillar lo ha dejado por teléfono sin explicaciones. Gulgun intuye la verdad: lo dejó porque quiere casarse y no encuentra reciprocidad en él. Le explica con calma que ninguna mujer quiere exponerse al rechazo del hombre que ama. Ferit empieza a comprender que, quizás, dejó pasar una oportunidad que no sabía que era tan importante para ella. Pero está decidido a no dejar que todo termine con una simple llamada.
Por su parte, en casa de Dillar, su abuela la enfrenta. Cree que Ferit la rechazó, pero Dillar confiesa que ni siquiera se atrevió a preguntarle si quería casarse, por miedo a la respuesta. Aun así, dice con firmeza que ya no hay marcha atrás. Se niega a llorar más de dos días. Tiene una audiencia importante y mucho trabajo por delante. Su abuelo, satisfecho, le asegura que pronto entenderá que ha tomado la decisión correcta.