📺 AVANCE DE UNA NUEVA VIDA, ANTENA 3 ESPAÑA, CAPÍTULO 85 – ¡SUNA ES ARRESTADA POR ASESINATO!
En este impactante episodio, la tragedia y la tensión emocional alcanzan su punto máximo. Todo comienza cuando la familia Corhan logra salir ilesa de un accidente gracias a la conducción precisa de Ferit. Mientras tanto, Alice ha viajado al extranjero para recibir tratamiento médico, pero una sombra de dolor recae sobre todos: Aisen ha muerto, y Suna es arrestada como sospechosa de su asesinato.
La familia, en shock, corre a la comisaría. Allí, Sefika acusa directamente a Suna de haber empujado a su hija por las escaleras. Según ella, Cicek confirmó esa versión. Pero la verdad parece más compleja. Cuando Karam confiesa lo ocurrido a su madre, Cicek, llena de odio, revela sus verdaderos deseos: no buscaba la muerte de Alice, sino verla sufrir. Karam, decepcionado, la acusa de haber sacrificado a una inocente solo por miedo a perder a su hijo. Él, dolido, le recuerda que nunca recibió su amor sincero.
En la comisaría, Suna enfrenta a Ferit con palabras duras. Le recuerda que fue él quien la besó y luego la dejó sola para cargar con las consecuencias. “Dicen que los asesinos siempre regresan a la escena del crimen… Yo estoy aquí por ti”, le reprocha. Ferit, quebrado por la culpa, le promete que hará lo imposible por liberarla. Ella, con una sonrisa amarga, resume la situación: “Las mujeres que confiamos en tus promesas siempre acabamos pagando el precio. A mí me detienen, y Seiran arriesga su vida por ti.”
Impulsados por la necesidad de esclarecer los hechos, Seiran y Ferit van al hospital en busca de respuestas. Durante el trayecto, Seiran le confiesa que, debido a una enfermedad pasada, su salud se pone en riesgo si intenta tener un hijo. Aun así, aceptó iniciar un tratamiento para cumplir la promesa hecha al abuelo de Ferit. Él, furioso y dolido, le grita: “Si tú no existes, yo tampoco.”
Paralelamente, se revela una siniestra conspiración. Sadik le dice a la gran dama que la enfermera que sobornaron ya cumplió con su parte. El medicamento que introdujo en el suero de Aisen no será detectado en la autopsia. Todo está fríamente calculado.
En prisión, Cazin visita a Suna. Al verla tan vulnerable, se descontrola y arremete contra los policías. Ella, con lágrimas en los ojos, le toma las manos. “Por primera vez, tus manos, que siempre me asustaron, me hacen sentir segura.” Él, conmovido, le promete que nunca la abandonará.
En el hospital, la situación se complica aún más: las grabaciones de seguridad han sido borradas. Pero Ferit, sospechando que alguien los sigue, enfrenta a un hombre misterioso junto con Abidin. Lo acorralan en un pasillo, pero antes de obtener respuestas, la seguridad del hospital interviene y les exige que se retiren.
Mientras tanto, Seiran, aún en el hospital, ve a una mujer grabando al recién nacido con una cámara. Algo en su actitud le parece extraño. Justo cuando está a punto de investigar, Ferit la llama con urgencia. Aunque siente que puede estar dejando escapar una pista crucial, obedece y se marcha.
De regreso con el grupo, Orhan trae noticias alarmantes: alguien manipuló los frenos del coche. Seiran afirma con determinación que fue Karam. Él lo había advertido antes del accidente: “Si no frenas, chocarás.” Abidin, en shock, dice no haber imaginado que llegaría tan lejos. Esme, visiblemente afectada, asegura que Cicek manipuló a Sefika para culpar a Suna. La verdad comienza a emerger lentamente.
Ferit y Seiran finalmente consiguen las grabaciones de una familia del hospital. En ellas, se ve a una enfermera entrando y saliendo de la habitación de Aisen. Más revelador aún: se le ve recibiendo un sobre con dinero de alguien cuya identidad sigue oculta. Ferit, enfurecido, afirma: “Ahora tenemos con qué enfrentarlos.”

Mientras tanto, Orhan y Izakat confrontan a Sefika. Le revelan que Aisen ingresó viva al hospital y que fue asesinada allí. Le piden que diga la verdad al fiscal. Al principio, Sefika duda, pero finalmente acepta colaborar.
Durante la declaración, el ambiente se vuelve tenso. Justo cuando están por concluir su testimonio, Sadik entra repentinamente en la oficina del fiscal y confiesa fríamente: “No hace falta seguir investigando. Yo maté a Aisen.” Explica que tuvieron una relación, y que la mató cuando lo dejó, dentro de la mansión.
En otro punto de la historia, Karam enfrenta a su madre con una acusación que revela heridas profundas: “¿Estás dispuesta a sacrificarme por Abidin porque sabes que yo no puedo tener hijos?” La gran dama guarda silencio, pero su rostro confirma que su corazón ya eligió un heredero.
Ferit, por su parte, sigue decidido a desmantelar el poder de la gran dama. Seiran, preocupada, le advierte: “Prometimos proteger a nuestra familia. Si sigues con estos juegos, me iré lejos.” Ferit, desafiante, le responde que no aceptará amenazas.
En prisión, Sicerca se acerca a Suna con una oferta inquietante: “Si aceptas vivir en la mansión, te sacaré de aquí.” El trato incluye criar al hijo de ambos bajo su supervisión. Suna, asustada, finalmente acepta.
Esa misma noche, Ferit y Abidin protagonizan una violenta pelea en un bar. La policía los detiene y los lleva a prisión. En una jugada del destino, terminan encerrados con Sadik, el asesino confeso. Ferit, con una sonrisa irónica, lo observa: el duelo apenas comienza.