🔥 AVANCE DE UNA NUEVA VIDA, CAPÍTULO 70: “¿FERIT PODRÁ DETENER LA PARTIDA DE SEYRAN?” 🔥
⚠️ SPOILER ⚠️
Tras la tensa declaración de Seiran en el episodio anterior, Ferit recibe un mensaje urgente y debe abandonar la habitación, dejando a Seiran sola y confundida por lo que acaba de decir. Mientras tanto, la cena familiar se convierte en una escena incómoda cuando Seiran le devuelve a Ferit un objeto olvidado, y Dillar aprovecha para invitarla a quedarse, lo que aviva tensiones ocultas.
Suna comparte con Abidin y Kazim sus dudas sobre tomar La Mansión, mientras Yas impone una condición tajante: Ferit y Dillar no pueden casarse hasta que Sinan sea capturado. En paralelo, Gülgün encara a Ferit tras haberlo visto cerca de Seiran, pero él insiste en que no pasa nada y que su compromiso con Dillar sigue firme. Seiran, sin embargo, lo desafía y le recuerda la pregunta que él mismo le hizo: “¿Volverás a ser mía si no me caso?”. Ferit, visiblemente perturbado, intenta cerrar el tema.
Abidin, cada vez más decidido, exige la entrega de La Mansión y lanza un ultimátum a Seiran: que elija de qué lado está. Seiran, cansada del conflicto, pide calma por respeto a los más vulnerables en casa. En una conversación desgarradora, Suna le confiesa a Seiran que siente que está perdiendo a Abidin, y que ceder la mansión es la única salida para evitar una tragedia.
Más tarde, Seiran y Ferit tienen otro tenso encuentro. Ella le reclama por su comportamiento confuso, pero él responde con evasivas y declara que no pueden estar juntos. La situación se complica aún más cuando Gülgün le cuenta a Dillar sobre el casi beso entre Seiran y Ferit. Dillar, herida, confronta a Ferit, quien intenta tranquilizarla, pero ella le advierte: si tiene dudas, es mejor separarse ahora.
La tensión escala cuando Seiran y Dillar se enfrentan directamente. Dillar, con una sonrisa venenosa, dice que Ferit está con ella porque la eligió. Seiran, sin ceder, responde con firmeza que eso no significa que le pertenezca. Dillar, dolida pero fría, insinúa que Seiran representa un misterio sin resolver para Ferit, mientras que ella ya es parte de su vida.

En medio del caos, Esme decide que Seiran debe irse a Gaziantep para alejarla de Ferit y de Sinan, pero Seiran se resiste. Justo cuando Esme y Cazim intentan obligarla, Ferit aparece y la defiende con vehemencia: “¡Seiran no irá a ninguna parte!”. El ambiente se vuelve aún más tenso cuando Alice, con autoridad, ordena que nadie se mueva de la mansión.
El momento culminante llega cuando Abidin irrumpe con la policía, dispuesto a tomar posesión de la mansión. Sin embargo, Seiran sorprende a todos al ceder la propiedad… pero con una condición: la nueva dueña será su hermana Suna. Aunque Abidin acepta, Seiran le advierte que, aunque la mansión sea suya, el derecho a vivir allí sigue siendo de los Korans, quienes le pagarán alquiler. Abidin, indignado, se da cuenta de que fue engañado.
En la escena final, Esme intenta llevarse por la fuerza a Seiran, pero Ferit se opone. Alice golpea su bastón con fuerza, imponiendo su decisión: “Seiran se queda”. Ferit, con el corazón en la mano, la abraza con intensidad, como si no pudiera permitir que la perdiera otra vez.